Un nuevo cometa de origen interestelar, designado como 3I/ATLAS, ha sido detectado por astrónomos utilizando el sistema de telescopios ATLAS en Chile. Se trata del tercer objeto conocido procedente de fuera del sistema solar, después del asteroide Oumuamua (2017) y el cometa Borisov (2019). Su hallazgo, que está siendo analizado por el Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional, ha generado entusiasmo en la comunidad científica.
La NASA confirma que no supone ningún riesgo y que se trata del tercer objeto descubierto que procede de fuera de nuestro vecindario planetario
La NASA confirma que es un cometa y que se trata del tercer objeto descubierto que procede de fuera de nuestro vecindario planetario


Un nuevo cometa de origen interestelar, designado como 3I/ATLAS, ha sido detectado por astrónomos utilizando el sistema de telescopios ATLAS en Chile. Se trata del tercer objeto conocido procedente de fuera del sistema solar, después del asteroide Oumuamua (2017) y el cometa Borisov (2019). Su hallazgo, que está siendo analizado por el Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional, ha generado entusiasmo en la comunidad científica en el mundo.
El objeto, designado inicialmente como A11pl3Z, se encontraba a más de 670 millones de kilómetros del Sol al momento de su descubrimiento el 1 de julio. Los científicos estiman que 3I/ATLAS tiene un diámetro entre 20 y 40 km y se mueve en una trayectoria hiperbólica, lo que confirma que no está ligado gravitacionalmente al sistema solar. Su velocidad de 245.000 kilómetros por hora refuerza la hipótesis de que proviene de otra estrella.

Los cálculos indican que 3I/ATLAS alcanzará su punto más cercano al Sol —el perihelio— en octubre, situándose a 1,4 unidades astronómicas, lo que equivale aproximadamente la distancia entre el Sol y Marte. No se acercará más de 240 millones de kilómetros a la Tierra, por lo que no representa ningún riesgo. Y su aproximación más cercana a nuestro planeta ocurrirá en diciembre, señala The New York Times, a 257 millones de kilómetros.
A diferencia de Oumuamua, cuyo aspecto genera debate por su extraña forma y comportamiento, ATLAS presenta características típicas de un cometa. Posee una cola corta, aunque algunos astrónomos han reportado dificultades para confirmar visualmente estos rasgos debido a su brillo aún moderado. El cometa ya ha sido incluido en los programas de observación de telescopios como el Hubble y el James Webb.
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