Quizás nunca acumuló tanta trascendencia una sentencia de Johan Cruyff que ya fue demoledora en sus tiempos. “No hay sistema que aguante un regate” , dijo el entrenador que basó parte de sus transgresiones en rebuscar cómo hacer sencillo lo más complejo del juego. El paradigma vigente impone el uno contra uno a todo campo durante muchas fases de los partidos. El paraíso para cinturas inquietas, alta velocidad punta y piernas de trileros que también estén dispuestos a correr cuando tengan que recuperar la pelota a campo abierto o con esfuerzos cortos y repetidos. El regate y el hedonismo de los extremos agradecen los tiempos que corren. El PSG-Bayern (2-0) de cuartos fue una fiesta del desborde y de los habilidosos Coman, Barcola, Olise, Kvaratshkelia y Doué.
El exazulgrana revive en posiciones más centradas en un PSG que es el único equipo que juega con tres delanteros que son regateadores puros
Quizás nunca acumuló tanta trascendencia una sentencia de Johan Cruyff que ya fue demoledora en sus tiempos. “No hay sistema que aguante un regate” , dijo el entrenador que basó parte de sus transgresiones en rebuscar cómo hacer sencillo lo más complejo del juego. El paradigma vigente impone el uno contra uno a todo campo durante muchas fases de los partidos. El paraíso para cinturas inquietas, alta velocidad punta y piernas de trileros que también estén dispuestos a correr cuando tengan que recuperar la pelota a campo abierto o con esfuerzos cortos y repetidos. El regate y el hedonismo de los extremos agradecen los tiempos que corren. El PSG-Bayern (2-0) de cuartos fue una fiesta del desborde y de los habilidosos Coman, Barcola, Olise, Kvaratshkelia y Doué.
El vigente campeón de Europa, el PSG de Luis Enrique, se significa como un equipo único desde la alineación de sus delanteros, tres regateadores puros en la gran mayoría de las ocasiones. Gonzalo Ramos, el nueve clásico del plantel, es el quinto delantero en minutos disputados (1784). Kvaratskhelia, que llegó en el último mercado de invierno le supera de largo (2207). La llegada del extremo ucranio es señalada por Luis Enrique y su cuerpo técnico como fundamental para redondear el equipo. “Es trabajo de la dirección deportiva del señor Luis Campos, del presidente [Al-Khelaifi] y del cuerpo técnico, que nos gusta que nuestros delanteros tengan la capacidad, no solo de hacer goles y dar asistencias, sino que también sean capaces de desbordar en el uno contra uno”, explica convencido Luis Enrique.
“Hay muy pocos equipos que jueguen con extremos puros porque escasean y nosotros tenemos a Doué, Barcola, Kvratskhelia, Dembélé, Mbaye, cinco jugadores puros que cualquiera de ellos podría jugar en banda y también pueden jugar por dentro, lo cual le da al equipo muchas opciones para jugar”, prosigue Luis Enrique. Los extremos mentirosos definen el ataque de este PSG que testará la solidez defensiva del nuevo Madrid de Xabi Alonso, sobre todo el flanco de Trent, el lateral más regateado (1,99 por partido) de las cinco grandes ligas.
Ousmane Dembélé opta al Balón de Oro tras firmar su mejor temporada desde que es profesional con 34 goles y 15 asistencias en 51 partidos. “Dembélé siempre fue un extremo al que le costaba ser efectivo ante portería. Imaginar que pudiera jugar de delantero centro y marcar tantos goles probablemente no solo me costaba a mí. Sin embargo, Luis Enrique lo vio. Pero no olvidemos que el propio Dembélé también contribuyó mucho a esto. Se ha adaptado muy bien”, declaró al respecto recientemente Vixente Lizarazu en una entrevista en el diario alemán Süddeutsche Zeitung.
La libertad de Dembélé
El delantero que ocupa la cabeza del área para Luis Enrique es el que marca cuándo y dónde se aprieta a la defensa rival para recuperar el balón. En la selección era Morata y el año pasado, en el PSG, era Kylian Mbappé, aunque ni con la continuidad ni con la intensidad demandadas por Luis Enrique. Preguntado si la libertad que le ha concedido en el campo para moverse es la clave de la resurrección de Dembélé, contestó: “Libertad es luchar por tu compañero, por tu equipo, por tu club, por jugar bien al fútbol que es lo que buscamos”, respondió. Dembélé ha sido de todos los extremos con los que cuenta Luis Enrique el que más ha ocupado el centro del ataque, pero por ahí han pasado con frecuencia Barcola, Doué, y en menor medida Kang in Lee y Kvaratskhelia. “La posesión de balón es algo que buscamos en nuestra filosofía, pero si podemos desbordar en el uno contra uno y generar superioridad es la manera más rápida de hacerlo. En ese sentido soy afortunado de tener esos jugadores”, festeja y valora Luis Enrique. Las defensas en zona han quedado para los repliegues y las jugadas de estrategia.
En el uso masivo de los extremos por parte de Luis Enrique también hay una parte lúdica y recreativa, de disfrute personal, colectivo y hacia los aficionados. “Creo que esa es la clave para mí como entrenador. Cuando me presento en cada club o en la selección el objetivo es ofrecer a nuestros aficionados un espectáculo y también para los hinchas en general. La gente no va al teatro o al cine a aburrirse. Creo que en todos los deportes puede ir de la mano el rendimiento con ofrecer diversión y espectáculo. Y eso tiene mucho que ver con la exigencia que buscamos dentro del perfil de jugadores que intentamos fichar y la idea que tenemos”, apunta el preparador asturiano.
“¿Y qué pasa porque el PSG juegue con tres extremos? Esto es fútbol y hay que difrutar. No es ningún problema si se intercambian bien las posiciones. Yo, en el centro del campo lo hacía con Matuidi y con Verratti”, defiende Claude Makelele. “Luis Enrique derrapa en las curvas, él es así, conociéndole siempre va a arriesgar”, opina Javier Mascherano.
Las estadísticas del Mundial de Clubes son elocuentes. El equipo que más regates ha intentado es el PSG, 139, y el jugador que más ha ejecutado es Doué (35), Kvaratshkelia (27) es el cuarto y Barcola el décimo (19). El partido en el que más regates se han dado en lo que va de torneo es el PSG-Botafogo (59). “Este equipo ha llevado a un extremo muy alto lo que es jugar bien al fútbol e intentar ofrecer un espectáculo. Que vamos a intentar jugar bien y que vamos a utilizar jugadores de calidad para ello creo que es indudable”, zanja Luis Enrique.
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