Jorge Martín no estará presente en el GP de Alemania que se disputa a partir del viernes en Sachsenring, pero el vigente campeón del mundo ya se siente ganador esta semana. El piloto de San Sebastián de los Reyes completó satisfactoriamente su retorno a la acción con una MotoGP en un test privado organizado por Aprilia en el circuito de Misano este miércoles. Era la primera vez en tres meses que subía a la RS-GP. El madrileño, a sus 27 años, acumula en 2025 tres visitas al hospital y ni siquiera ha podido completar todavía un fin de semana de carreras en una temporada funesta.
El vigente campeón del mundo ultima su regreso a la parrilla y estrena en el circuito de Misano el nuevo formato de test privado para pilotos lesionados de larga duración
El vigente campeón del mundo ultima su regreso a la parrilla y estrena en el circuito de Misano el nuevo formato de test privado para pilotos lesionados de larga duración


Jorge Martín no estará presente en el GP de Alemania que se disputa a partir del viernes en Sachsenring, pero el vigente campeón del mundo ya se siente ganador esta semana. El piloto de San Sebastián de los Reyes completó satisfactoriamente su retorno a la acción con una MotoGP en un test privado organizado por Aprilia en el circuito de Misano este miércoles. Era la primera vez en tres meses que subía a la RS-GP. El madrileño, a sus 27 años, acumula en 2025 tres visitas al hospital y ni siquiera ha podido completar todavía un fin de semana de carreras en una temporada funesta.
La última ocasión en que Martín había podido disfrutar de una máquina todavía nueva y desconocida para él —venía de cuatro años con la Ducati Desmosedici— fue en el GP de Qatar, donde terminó la jornada evacuado a la UCI tras sufrir un duro costalazo a nueve vueltas del final del gran premio. Ese 13 de abril, que marcaba su retorno a la competición después de dos accidentes graves durante la pretemporada de febrero, terminó con 11 costillas rotas y un neumotórax traumático. En total, el balance del español cuando llega al ecuador del curso es de una veintena de huesos rotos, casi dos semanas de hospitalización lejos de España, dos visitas al quirófano y un contrato de trabajo en el alambre.
A pesar del lío de despachos que tiene montado, Martín se mostró sonriente en su nueva puesta de largo con la Aprilia. Mientras él aprieta por desvincularse de su vínculo para buscar otra moto de cara a 2026, la marca de Noale rechaza liberarle amistosamente y le pide que siga con ellos hasta 2027. Las posiciones siguen enrocadas y la amenaza de un juicio pende en el horizonte. Aunque el contexto no ayudaba, en Misano todo fueron palmaditas en la espalda y trabajo en equipo en aras de allanar el camino de retorno al número uno de la categoría reina.
El test, una concesión recién aprobada por la comisión de grandes premios de MotoGP a raíz de la concatenación de reveses físicos del propio Martín, transcurrió con normalidad y sin incidentes notables. El objetivo de la jornada era familiarizar de nuevo al piloto con la máquina y el grupo humano dentro del garaje, totalmente novedoso para él con la excepción de su jefe técnico, Daniele Romagnoli, con quien ha trabajado desde su debut en la élite. Una de las prioridades del día fue ganar rodaje con la RS-GP y comprobar la ergonomía de la posición del piloto, que en sus anteriores salidas había expresado su incomodidad con la postura requerida. Fueron 29 vueltas por la mañana y otras tantas por la tarde después de una pausa para la comida.
Martín puso las primeras piedras de esta “segunda” pretemporada exprés sobre el asfalto la semana pasada, con dos días de pruebas privadas en el Circuit de Barcelona-Catalunya. Con una Aprilia RSV4 modificada, el modelo de Superbike de calle más avanzado de la fábrica italiana, rodó hasta 110 vueltas el jueves y el viernes, notando la falta de kilómetros en el cuerpo. “Con cuatro vueltas parece que haya hecho una carrera ya”, comentaba entonces. “Me molesta un pelín la espalda, pero es normal con 11 costillas rotas. Me noto bien y la velocidad está más o menos ahí”, añadía.
A pesar de no contar con el alta médica todavía, estas tres jornadas positivas encima de la moto acercan al campeón del mundo a su objetivo de volver a competir la semana que viene. Si nada se tuerce, el número uno estará en la parrilla de salida en el GP de la República Checa que se disputará entre el 18 y el 20 de julio.
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Sobre la firma

Graduado en Ciencias Políticas por la UPF y máster en Periodismo Deportivo y Comunicación por la Blanquerna-URL, ha pasado por las redacciones de La Vanguardia, la revista VICE y Mundo Deportivo. Colabora con la sección de deportes de EL PAÍS desde 2022, donde ha cubierto el Mundial de MotoGP y varias ediciones del Rally Dakar.
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