Skip to content
VozUniversal | Periódico que le da voz a todo el universo
  • Portada
  • Internacional
  • Nacional
  • Sociedad
  • Economía
  • Deportes
  • Ciencia y Tecnología
  • Cultura
VozUniversal | Periódico que le da voz a todo el universo
VozUniversal | Periódico que le da voz a todo el universo
  • Portada
  • Internacional
  • Nacional
  • Sociedad
  • Economía
  • Deportes
  • Ciencia y Tecnología
  • Cultura
  • Entradas
  • Forums
  • Contacto
VozUniversal | Periódico que le da voz a todo el universo
  Cultura  Prohibido morirse
Cultura

Prohibido morirse

julio 11, 2025
FacebookX TwitterPinterestLinkedInTumblrRedditVKWhatsAppEmail

El caso de una empresa funeraria andaluza que se negó a poner flores mientras el coche con el ataúd se dirigía a la iglesia para «evitar herir sensibilidades a los peatones» no es sólo una anécdota, es un buen ejemplo de una tendencia cultural. Este tipo de decisiones, aparentemente benignas, reflejan una especie de «maquillaje» que tiende a despersonalizar la experiencia de morir y de la muerte misma. Durante milenios, la muerte fue el eje estructurador de las grandes civilizaciones del Mediterráneo. La manera en que una sociedad trata a sus muertos revela no solo su visión del mundo, sino su relación con el tiempo, la trascendencia, la comunidad y la identidad. Desde Mesopotamia hasta Egipto, pasando por Fenicia, Tartessos, Grecia y Roma, la muerte no era simplemente un final: era un umbral, un tránsito sagrado que requería preparación, rito y memoria. La tumba no era lugar de olvido, sino de permanencia. Los muertos eran ancestros, protectores, símbolos. La necrópolis no era marginal: era central. El Mediterráneo se fundó sobre la idea de que, para vivir bien, había que saber morir bien, pero la modernidad, con todas sus cosas buenas, nos ha dejado una mala praxis: ha erosionado el tejido simbólico común. Ya no sabemos cómo despedirnos, cómo llorar, cómo honrar. Hemos perdido el lenguaje para nombrar la muerte y el dolor. Y sin lenguaje, no hay comunidad. Si la muerte ya no nos enseña a vivir, estamos sentenciándonos a una vida desorientada, consumista, sin gravedad. Si no nos enfrentamos a la conciencia de un final, no desarrollamos profundidad espiritual, ni sentido de pertenencia. Sin muerte, no hay historia. Y sin historia, no hay cultura, solo presente inmediato.Es poco probable que nuestras sociedades, marcadas por la inmediatez, el consumo y la obsesión por el bienestar, recuperen por sí solas una cultura del duelo profunda como la que habitó el Mediterráneo durante milenios. La muerte ha sido privatizada, anestesiada, transformada en un asunto técnico o comercial. Y en ese proceso, se ha vaciado de significado. Parece que incluso estuviera prohibido morirse porque la muerte, tal y como fue entendida durante siglos -maestra, límite, misterio y espejo- ha sido desplazada por el ruido de la productividad, el confort inmediato y la evasión. Pero bueno. De alguna manera, esto es lo que hemos elegido. Bienvenidos todos (por fin) a «un mundo feliz». El caso de una empresa funeraria andaluza que se negó a poner flores mientras el coche con el ataúd se dirigía a la iglesia para «evitar herir sensibilidades a los peatones» no es sólo una anécdota, es un buen ejemplo de una tendencia cultural. Este tipo de decisiones, aparentemente benignas, reflejan una especie de «maquillaje» que tiende a despersonalizar la experiencia de morir y de la muerte misma. Durante milenios, la muerte fue el eje estructurador de las grandes civilizaciones del Mediterráneo. La manera en que una sociedad trata a sus muertos revela no solo su visión del mundo, sino su relación con el tiempo, la trascendencia, la comunidad y la identidad. Desde Mesopotamia hasta Egipto, pasando por Fenicia, Tartessos, Grecia y Roma, la muerte no era simplemente un final: era un umbral, un tránsito sagrado que requería preparación, rito y memoria. La tumba no era lugar de olvido, sino de permanencia. Los muertos eran ancestros, protectores, símbolos. La necrópolis no era marginal: era central. El Mediterráneo se fundó sobre la idea de que, para vivir bien, había que saber morir bien, pero la modernidad, con todas sus cosas buenas, nos ha dejado una mala praxis: ha erosionado el tejido simbólico común. Ya no sabemos cómo despedirnos, cómo llorar, cómo honrar. Hemos perdido el lenguaje para nombrar la muerte y el dolor. Y sin lenguaje, no hay comunidad. Si la muerte ya no nos enseña a vivir, estamos sentenciándonos a una vida desorientada, consumista, sin gravedad. Si no nos enfrentamos a la conciencia de un final, no desarrollamos profundidad espiritual, ni sentido de pertenencia. Sin muerte, no hay historia. Y sin historia, no hay cultura, solo presente inmediato.Es poco probable que nuestras sociedades, marcadas por la inmediatez, el consumo y la obsesión por el bienestar, recuperen por sí solas una cultura del duelo profunda como la que habitó el Mediterráneo durante milenios. La muerte ha sido privatizada, anestesiada, transformada en un asunto técnico o comercial. Y en ese proceso, se ha vaciado de significado. Parece que incluso estuviera prohibido morirse porque la muerte, tal y como fue entendida durante siglos -maestra, límite, misterio y espejo- ha sido desplazada por el ruido de la productividad, el confort inmediato y la evasión. Pero bueno. De alguna manera, esto es lo que hemos elegido. Bienvenidos todos (por fin) a «un mundo feliz».  

Lejos de Ítaca

«Ya no sabemos cómo despedirnos, cómo llorar, cómo honrar. Hemos perdido el lenguaje para nombrar la muerte y el dolor»

Más noticias

Emilio de Justo se siente con Tallista bajo la mirada de Morante

julio 10, 2025

Cocinar frases perfectas

julio 11, 2025

‘El fracaso de la República de Weimar’, de Volker Ullrich: la fragilidad de las democracias

julio 8, 2025

¿Una rayita?

julio 2, 2025

El caso de una empresa funeraria andaluza que se negó a poner flores mientras el coche con el ataúd se dirigía a la iglesia para «evitar herir sensibilidades a los peatones» no es sólo una anécdota, es un buen ejemplo de una tendencia cultural. Este … tipo de decisiones, aparentemente benignas, reflejan una especie de «maquillaje» que tiende a despersonalizar la experiencia de morir y de la muerte misma. Durante milenios, la muerte fue el eje estructurador de las grandes civilizaciones del Mediterráneo. La manera en que una sociedad trata a sus muertos revela no solo su visión del mundo, sino su relación con el tiempo, la trascendencia, la comunidad y la identidad. Desde Mesopotamia hasta Egipto, pasando por Fenicia, Tartessos, Grecia y Roma, la muerte no era simplemente un final: era un umbral, un tránsito sagrado que requería preparación, rito y memoria. La tumba no era lugar de olvido, sino de permanencia. Los muertos eran ancestros, protectores, símbolos. La necrópolis no era marginal: era central.

El Mediterráneo se fundó sobre la idea de que, para vivir bien, había que saber morir bien, pero la modernidad, con todas sus cosas buenas, nos ha dejado una mala praxis: ha erosionado el tejido simbólico común. Ya no sabemos cómo despedirnos, cómo llorar, cómo honrar. Hemos perdido el lenguaje para nombrar la muerte y el dolor. Y sin lenguaje, no hay comunidad. Si la muerte ya no nos enseña a vivir, estamos sentenciándonos a una vida desorientada, consumista, sin gravedad. Si no nos enfrentamos a la conciencia de un final, no desarrollamos profundidad espiritual, ni sentido de pertenencia. Sin muerte, no hay historia. Y sin historia, no hay cultura, solo presente inmediato.

Es poco probable que nuestras sociedades, marcadas por la inmediatez, el consumo y la obsesión por el bienestar, recuperen por sí solas una cultura del duelo profunda como la que habitó el Mediterráneo durante milenios. La muerte ha sido privatizada, anestesiada, transformada en un asunto técnico o comercial. Y en ese proceso, se ha vaciado de significado. Parece que incluso estuviera prohibido morirse porque la muerte, tal y como fue entendida durante siglos -maestra, límite, misterio y espejo- ha sido desplazada por el ruido de la productividad, el confort inmediato y la evasión. Pero bueno. De alguna manera, esto es lo que hemos elegido. Bienvenidos todos (por fin) a «un mundo feliz».

ABC Premium

Límite de sesiones alcanzadas

  • El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.

Volver a intentarABC Premium

Has superado el límite de sesiones

  • Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.

Sigue navegando

Artículo solo para suscriptores

 RSS de noticias de cultura

FacebookX TwitterPinterestLinkedInTumblrRedditVKWhatsAppEmail
La opa de BBVA-Sabadell y el intervencionismo espurio
Cuánto dinero gana un técnico de prevención de riesgos laborales en España: sueldo base y complementos
Leer también
Economía

El consejo del Banco de España designa hoy al nuevo economista jefe entre López Salido y Nuño

julio 14, 2025
Internacional

11 gráficos para descifrar la carrera desatada de la industria armamentística global

julio 14, 2025
Internacional

Cisjordania entierra a los dos últimos palestinos muertos a manos de colonos judíos

julio 14, 2025
Internacional

En busca de ‘Josy’, el perro de un soldado español muerto en Ucrania

julio 14, 2025
Nacional

La masificación turística y la falta de normativa pone coto a la práctica nudista en las playas catalanas

julio 14, 2025
Nacional

El Gobierno insiste en celebrar debates obligatorios en campaña pese a las “dudas constitucionales” de la Junta Electoral

julio 14, 2025
Cargar más
Novedades

El consejo del Banco de España designa hoy al nuevo economista jefe entre López Salido y Nuño

julio 14, 2025

11 gráficos para descifrar la carrera desatada de la industria armamentística global

julio 14, 2025

Cisjordania entierra a los dos últimos palestinos muertos a manos de colonos judíos

julio 14, 2025

En busca de ‘Josy’, el perro de un soldado español muerto en Ucrania

julio 14, 2025

La masificación turística y la falta de normativa pone coto a la práctica nudista en las playas catalanas

julio 14, 2025

El Gobierno insiste en celebrar debates obligatorios en campaña pese a las “dudas constitucionales” de la Junta Electoral

julio 14, 2025

Otro error del juez Peinado aboca al archivo de la causa contra la supuesta secta de los ‘criptobros’ de IM Academy

julio 14, 2025

Gobernar y dejar gobernar

julio 14, 2025

Julio Iglesias, o el revivir del pueblo de los ataúdes

julio 14, 2025

El “colapso” del sistema eléctrico de los juzgados de plaza de Castilla obliga a intervenir al Gobierno de Ayuso para evitar un “grave peligro”

julio 14, 2025

    VozUniversal

    © 2024 VozUniversal. Todos los derechos reservados.
    • Aviso Legal
    • Política de Cookies
    • Política de Privacidad
    • Contacto