La serie que mejor ha reflexionado en los últimos años sobre la vocación y el talento no la protagoniza un escritor ni un artista, sino un chef. Aquí hay un cambio de paradigma estético y cultural y sociológico al que aún no hemos dado las vueltas que se merece, y que tal vez tenga que ver con que hoy hablamos más de restaurantes que de novelas o de museos cuando nos reunimos alrededor de una cerveza o de un viaje, porque salimos por ahí más de lo que leemos, y sospecho que hay más ‘influencers’ gastronómicos que literarios, o que estos son más grandes, y que en las citas es más recurrente el tema del japonés que acaban de abrir en el barrio de Salamanca que el de la crisis de la autoficción, y que se presume más de los viajes que de las lecturas, y de los estrella Michelin que has visitado que de los clásicos que has devorado. Además: tenemos ‘Masterchef’ pero no un equivalente cultureta, porque el éxito y la fama se asocian antes a Dabiz Muñoz que a Javier Cercas. Y es más fácil compartir una tarta de queso que un libro.Quiero decir que donde antes estaba ‘Californication’ hoy está ‘The Bear’, con el atormentado Jeremy Allen White mirando al horizonte buscando no sabemos muy bien qué, pero buscando algo con la desesperación de los inadaptados, que es la de los genios. La cuarta temporada de la serie (ya en Disney) no será la última, pero podría serlo. Plantea ese drama de conseguir lo que quieres y descubrir que ya no es eso lo que querías, o no exactamente, porque habías confundido la huida con el viaje, que es algo que suele suceder a la altura de los treinta años, aproximadamente, con consecuencias más o menos devastadoras para la víctima. En el peor momento, Nat le dice a Carmy, el protagonista: «Encontraste algo que amabas, y no pasa nada si no lo amas nunca más, porque lo más especial de ti es que eres capaz de tanto amor». Es una frase perfecta, a la que habría que añadir esta otra, más perfecta incluso: «Gente que se preocupa por ti y gente por la que preocuparte: es lo único que tenemos». No solo tienen más glamour: ahora también cocinan las mejores frases. La serie que mejor ha reflexionado en los últimos años sobre la vocación y el talento no la protagoniza un escritor ni un artista, sino un chef. Aquí hay un cambio de paradigma estético y cultural y sociológico al que aún no hemos dado las vueltas que se merece, y que tal vez tenga que ver con que hoy hablamos más de restaurantes que de novelas o de museos cuando nos reunimos alrededor de una cerveza o de un viaje, porque salimos por ahí más de lo que leemos, y sospecho que hay más ‘influencers’ gastronómicos que literarios, o que estos son más grandes, y que en las citas es más recurrente el tema del japonés que acaban de abrir en el barrio de Salamanca que el de la crisis de la autoficción, y que se presume más de los viajes que de las lecturas, y de los estrella Michelin que has visitado que de los clásicos que has devorado. Además: tenemos ‘Masterchef’ pero no un equivalente cultureta, porque el éxito y la fama se asocian antes a Dabiz Muñoz que a Javier Cercas. Y es más fácil compartir una tarta de queso que un libro.Quiero decir que donde antes estaba ‘Californication’ hoy está ‘The Bear’, con el atormentado Jeremy Allen White mirando al horizonte buscando no sabemos muy bien qué, pero buscando algo con la desesperación de los inadaptados, que es la de los genios. La cuarta temporada de la serie (ya en Disney) no será la última, pero podría serlo. Plantea ese drama de conseguir lo que quieres y descubrir que ya no es eso lo que querías, o no exactamente, porque habías confundido la huida con el viaje, que es algo que suele suceder a la altura de los treinta años, aproximadamente, con consecuencias más o menos devastadoras para la víctima. En el peor momento, Nat le dice a Carmy, el protagonista: «Encontraste algo que amabas, y no pasa nada si no lo amas nunca más, porque lo más especial de ti es que eres capaz de tanto amor». Es una frase perfecta, a la que habría que añadir esta otra, más perfecta incluso: «Gente que se preocupa por ti y gente por la que preocuparte: es lo único que tenemos». No solo tienen más glamour: ahora también cocinan las mejores frases.
Desde la Orilla
«Es más fácil compartir una tarta de queso que un libro»
La serie que mejor ha reflexionado en los últimos años sobre la vocación y el talento no la protagoniza un escritor ni un artista, sino un chef. Aquí hay un cambio de paradigma estético y cultural y sociológico al que aún no hemos dado las … vueltas que se merece, y que tal vez tenga que ver con que hoy hablamos más de restaurantes que de novelas o de museos cuando nos reunimos alrededor de una cerveza o de un viaje, porque salimos por ahí más de lo que leemos, y sospecho que hay más ‘influencers’ gastronómicos que literarios, o que estos son más grandes, y que en las citas es más recurrente el tema del japonés que acaban de abrir en el barrio de Salamanca que el de la crisis de la autoficción, y que se presume más de los viajes que de las lecturas, y de los estrella Michelin que has visitado que de los clásicos que has devorado. Además: tenemos ‘Masterchef’ pero no un equivalente cultureta, porque el éxito y la fama se asocian antes a Dabiz Muñoz que a Javier Cercas. Y es más fácil compartir una tarta de queso que un libro.
Quiero decir que donde antes estaba ‘Californication’ hoy está ‘The Bear’, con el atormentado Jeremy Allen White mirando al horizonte buscando no sabemos muy bien qué, pero buscando algo con la desesperación de los inadaptados, que es la de los genios. La cuarta temporada de la serie (ya en Disney) no será la última, pero podría serlo. Plantea ese drama de conseguir lo que quieres y descubrir que ya no es eso lo que querías, o no exactamente, porque habías confundido la huida con el viaje, que es algo que suele suceder a la altura de los treinta años, aproximadamente, con consecuencias más o menos devastadoras para la víctima. En el peor momento, Nat le dice a Carmy, el protagonista: «Encontraste algo que amabas, y no pasa nada si no lo amas nunca más, porque lo más especial de ti es que eres capaz de tanto amor». Es una frase perfecta, a la que habría que añadir esta otra, más perfecta incluso: «Gente que se preocupa por ti y gente por la que preocuparte: es lo único que tenemos».
No solo tienen más glamour: ahora también cocinan las mejores frases.
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