La Comisión Bilateral Estado-Generalitat ha bendecido las bases del modelo de financiación para Cataluña, que será “singular, federal y generalizable”, como ha avanzado este lunes EL PAÍS. El acuerdo responde a la necesidad de cumplir el compromiso entre ERC y los socialistas a cambio de la investidura de Salvador Illa pero también diseña un cambio de paradigma frente al modelo vigente, caducado hace casi 12 años. El pacto abre la puerta a que las comunidades autónomas que lo deseen gestionen todos los impuestos, reestructurando los mecanismos de nivelación territorial. El ministro de Política Territorial, Ángel Victor Torres, ha anunciado que el pacto se aprobará “en breve” en el Consejo de Ministros y aspira a debatirlo tras el verano en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).
La Generalitat asume que no podrá cumplir el pacto con ERC de recaudar en exclusiva el IRPF en 2026
La Comisión Bilateral Estado-Generalitat ha bendecido las bases del modelo de financiación para Cataluña, que será “singular, federal y generalizable”, como ha avanzado este lunes EL PAÍS. El acuerdo responde a la necesidad de cumplir el compromiso entre ERC y los socialistas a cambio de la investidura de Salvador Illa pero también diseña un cambio de paradigma frente al modelo vigente, caducado hace casi 12 años. El pacto abre la puerta a que las comunidades autónomas que lo deseen gestionen todos los impuestos, reestructurando los mecanismos de nivelación territorial. El ministro de Política Territorial, Ángel Victor Torres, ha anunciado que el pacto se aprobará “en breve” en el Consejo de Ministros y aspira a debatirlo tras el verano en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).
El plan del Gobierno es impulsar las modificaciones legislativas (la LOFCA y la ley de cesión de tributos) en el Congreso también a partir de septiembre. Allí se topará de entrada con el rechazo de Junts que avisa que el acuerdo no palía en absoluto el déficit fiscal de Cataluña. El acuerdo entre ERC y el PSC preveía que a partir de de 2026 la Generalitat empezaría a gestionar el IRPF. No parece que vaya a poder hacerlo en exclsuiva. El consejero de Presidencia, Albert Dalmau, ha apuntado que para ello se necesitan esas reformas legislativas y dimensionar la Agencia Tributaria de Catalunya que cuenta ahora con 800 empleados frente a los más de 4.000 de la Agencia España en esta comunidad. “Lo importante es que vamos avanzando”, ha dicho Dalmau.
En una comparecencia conjunta en el Palau, el ministro y el consejero han defendido el pacto que permite renovar el sistema. “Es un acuerdo entre instituciones que permite hacer un cambio de paradigma muy importante. Pasamos de un modelo centrado en los gastos a uno que mira los ingresos y se basa en la corresponsabilidad”, ha explicado Dalmau. “Es voluntad es llevarlo al Consejo de Ministros con la mayor premura posible”, ha añadido el ministro, que también ha asegurado que también se abordará en el Consejo de Política Fiscal y Financiero “tras el verano”.
El titular de Presidencia ha insistido en que las bases de la nueva financiación “se pactan con Cataluña” pero están abiertas para que se puedan beneficiar el resto de las autonomías. Dalmau ha dicho que se respetará “la ordinalidad y la solidaridad” y que también se tienen en cuenta las singularidades de cada territorio. “Se habla de bilateralidad para las competencias que afectan las singularidad de cada comunidad autónoma, pero al mismo tiempo con la multilateralidad para las competencias homogéneas del sistema”, ha añadido. El texto del acuerdo plantea que Cataluña seguirá aportando la solidaridad y que esta suma debe de ser “calculada, de manera transparente en la comisión con criterios objetivos y es condición necesaria que su aplicación no pueda desvirtuar la ordinalidad en el resultadot final”.

El documento solo plantea el esqueleto de lo que sería un modelo que, antes de ver la luz, tendrá que hacer un largo recorrido que no se ofrece muy fácil. Primero, en un debate en el seno del CPFF, donde estás todos los titulares de Hacienda de las comunidades y el Gobierno. Alí la oposición no es exclusiva en los barones del PP, sino que hay disenso en el PSOE. El Ejecutivo central y Cataluña suman la mayoría (el 50% del voto lo tiene el Gobierno) y, como pasó con la quita del Fondo de Liquidez Autonómica, se podría forzar el cambio. Otra cosa más incierta es cómo asegurarse que haya una mayoría en el Congreso de los Diputados.
El sistema plantea que cada autonomía podrá decidir qué nivel de responsabilidad asumir en la gestión tributaria. En el caso de la Generalitat, el acuerdo de investidura fija que el objetivo sea el 100% de los impuestos. El Ejecutivo central cedería a Cataluña, de manera progresiva, la gestión, recaudación, liquidación e inspección de los tributos. De momento solo cinco comunidades tienen agencias tributarias similares, todas con diferentes grados de madurez. La catalana es la más consolidada, recaudando 5.000 millones de euros al año provenientes de tributos propios.
Entre las nuevas reglas del modelo de financiación estará el pago por los servicios prestados por el Estado a través de su participación en impuestos fijos. Tras esa resta inicial, la Generalitat haría otra transferencia al Gobierno en concepto de la solidaridad interterritorial y así se garantice “un determinado nivel de prestación de los servicios públicos”. El Govern ha explicado que una de las novedades del sistema que se quiere implantar es que se acabaría con los tres actuales mecanismos de nivelación, como el Fondo de Convergencia, y la solidaridad quedaría unificada en uno solo. En el documento tampoco hay algún tipo de cálculo sobre este punto, uno de los más espinosos en el debate abierto hace un año.
Y es en este momento en que llegaría la principal novedad: el Estado, en virtud de las singularidades de cada uno de los territorios, haría una aportación adicional y diferenciada, teniendo en cuenta las competencias. Volviendo al caso catalán, que tiene transferidas las prisiones o cuenta con una policía integral propia, se vería así cumplido el objetivo de la suficiencia económica. El acuerdo de la Bilateral tampoco satisface una de las exigencias de los republicanos, que querían un horizonte claro sobre cuándo acabaría el periodo de transitoriedad entre cierta gestión conjunta de ambas agencias y la autonomía de la catalana.
El modelo nace de entrada con la oposición de Junts. El diputado Antoni Castellà ha asegurado que el acuerdo “no es un nuevo modelo de financiación”. Tras salir de la reunión que los grupos parlamentarios han mantenido con el Govern antes de que se celebre el encuentro entre la Generalitat y el Govern, Castellà ha sido muy crítico: “De entrada, es muy decepcionante. Cataluña no recupera ni un euro del déficit fiscal”.