El informe de la Comisión Nacional del Mercado y de la Competencia (CNMC) sobre el impacto que pueda tener la integración de BBVA y Sabadell publicado hace pocos días ha resultado, al menos para algunos, un tremendo alivio. A estas alturas del partido, con todo lo que hemos visto estos últimos meses, que un organismo supervisor independiente se límite a cumplir con su función resulta tranquilizante. Con algo de retraso sobre el horario previsto han llegado a las conclusiones que era razonable que llegaran si nos atenemos a los precedentes. Tras un minucioso análisis han aprobado la operación con una serie de condiciones que entraban dentro de lo esperado.Tranquiliza que, tras las tremendas presiones políticas de estos últimos meses, la CNMC se haya limitado a hacer su trabajo. Las injerencias por parte del Gobierno, muchas y a todos los niveles, han pinchado en hueso. Frente a lo que algunos puedan creer, el poder ejecutivo en España tiene limitaciones. Y los atajos a los que es tan aficionado no siempre funcionan porque, por lo menos algunos, no están dispuestos a retorcer sus mandatos. Importa señalar que no es la excepción, pero en los últimos tiempos si ha habido algunos casos flagrantes de dejación de funciones por parte de otros organismos similares que lógicamente alimentan las dudas sobre la calidad de las instituciones.Noticia Relacionada estandar Si El Ejecutivo deberá usar «criterios de interés general» si quiere intervenir en la opa de BBVA Daniel Caballero Tiene 45 días en total para pronunciarse desde que la CNMC le notifique la resoluciónAhora la pelota está en el tejado del gobierno. Y ahora es el gobierno quien de acuerdo con la norma puede tratar de hacer naufragar una operación a la que se ha opuesto desde el principio. Sin embargo, la coartada ya no puede ser el impacto en el mercado. Se pueden aferrar al argumento de fuerza mayor. Y no es descartable que lo hagan . Estaría dentro de la ley, pero la foto se la harían ellos que son los que desde un principio por razones puramente políticas han tratado de bloquear la operación.En las próximas semanas veremos hasta donde son capaces de llegar. Pero desde luego no hay ninguna razón de fuerza mayor que impida que esta operación salga adelante como no las hubo en otras muy parecidas que se han hecho hace bien poco. Además, probablemente desde el punto de vista del interés general, se trata de una operación que al contrario de lo que esgrimen, tiene todo el sentido. La integración de la banca en Europa tiene un solo camino. Anticiparse a ese movimiento mediante la creación de campeones nacionales resulta beneficioso para las propias instituciones y para el conjunto del Estado. Ahora, no es esto lo que les mueve. Va a resultar muy interesante como lo argumentan desde el ministerio de Economía. El informe de la Comisión Nacional del Mercado y de la Competencia (CNMC) sobre el impacto que pueda tener la integración de BBVA y Sabadell publicado hace pocos días ha resultado, al menos para algunos, un tremendo alivio. A estas alturas del partido, con todo lo que hemos visto estos últimos meses, que un organismo supervisor independiente se límite a cumplir con su función resulta tranquilizante. Con algo de retraso sobre el horario previsto han llegado a las conclusiones que era razonable que llegaran si nos atenemos a los precedentes. Tras un minucioso análisis han aprobado la operación con una serie de condiciones que entraban dentro de lo esperado.Tranquiliza que, tras las tremendas presiones políticas de estos últimos meses, la CNMC se haya limitado a hacer su trabajo. Las injerencias por parte del Gobierno, muchas y a todos los niveles, han pinchado en hueso. Frente a lo que algunos puedan creer, el poder ejecutivo en España tiene limitaciones. Y los atajos a los que es tan aficionado no siempre funcionan porque, por lo menos algunos, no están dispuestos a retorcer sus mandatos. Importa señalar que no es la excepción, pero en los últimos tiempos si ha habido algunos casos flagrantes de dejación de funciones por parte de otros organismos similares que lógicamente alimentan las dudas sobre la calidad de las instituciones.Noticia Relacionada estandar Si El Ejecutivo deberá usar «criterios de interés general» si quiere intervenir en la opa de BBVA Daniel Caballero Tiene 45 días en total para pronunciarse desde que la CNMC le notifique la resoluciónAhora la pelota está en el tejado del gobierno. Y ahora es el gobierno quien de acuerdo con la norma puede tratar de hacer naufragar una operación a la que se ha opuesto desde el principio. Sin embargo, la coartada ya no puede ser el impacto en el mercado. Se pueden aferrar al argumento de fuerza mayor. Y no es descartable que lo hagan . Estaría dentro de la ley, pero la foto se la harían ellos que son los que desde un principio por razones puramente políticas han tratado de bloquear la operación.En las próximas semanas veremos hasta donde son capaces de llegar. Pero desde luego no hay ninguna razón de fuerza mayor que impida que esta operación salga adelante como no las hubo en otras muy parecidas que se han hecho hace bien poco. Además, probablemente desde el punto de vista del interés general, se trata de una operación que al contrario de lo que esgrimen, tiene todo el sentido. La integración de la banca en Europa tiene un solo camino. Anticiparse a ese movimiento mediante la creación de campeones nacionales resulta beneficioso para las propias instituciones y para el conjunto del Estado. Ahora, no es esto lo que les mueve. Va a resultar muy interesante como lo argumentan desde el ministerio de Economía.
el quinto en discordia
Tranquiliza que, tras las tremendas presiones políticas de estos últimos meses, la CNMC se haya limitado a hacer su trabajo en la opa del BBVA sobre el Sabadell. Las injerencias por parte del Gobierno, muchas y a todos los niveles, han pinchado en hueso
El informe de la Comisión Nacional del Mercado y de la Competencia (CNMC) sobre el impacto que pueda tener la integración de BBVA y Sabadell publicado hace pocos días ha resultado, al menos para algunos, un tremendo alivio. A estas alturas del partido, … con todo lo que hemos visto estos últimos meses, que un organismo supervisor independiente se límite a cumplir con su función resulta tranquilizante. Con algo de retraso sobre el horario previsto han llegado a las conclusiones que era razonable que llegaran si nos atenemos a los precedentes. Tras un minucioso análisis han aprobado la operación con una serie de condiciones que entraban dentro de lo esperado.
Tranquiliza que, tras las tremendas presiones políticas de estos últimos meses, la CNMC se haya limitado a hacer su trabajo. Las injerencias por parte del Gobierno, muchas y a todos los niveles, han pinchado en hueso. Frente a lo que algunos puedan creer, el poder ejecutivo en España tiene limitaciones. Y los atajos a los que es tan aficionado no siempre funcionan porque, por lo menos algunos, no están dispuestos a retorcer sus mandatos. Importa señalar que no es la excepción, pero en los últimos tiempos si ha habido algunos casos flagrantes de dejación de funciones por parte de otros organismos similares que lógicamente alimentan las dudas sobre la calidad de las instituciones.
Ahora la pelota está en el tejado del gobierno. Y ahora es el gobierno quien de acuerdo con la norma puede tratar de hacer naufragar una operación a la que se ha opuesto desde el principio. Sin embargo, la coartada ya no puede ser el impacto en el mercado. Se pueden aferrar al argumento de fuerza mayor. Y no es descartable que lo hagan. Estaría dentro de la ley, pero la foto se la harían ellos que son los que desde un principio por razones puramente políticas han tratado de bloquear la operación.
En las próximas semanas veremos hasta donde son capaces de llegar. Pero desde luego no hay ninguna razón de fuerza mayor que impida que esta operación salga adelante como no las hubo en otras muy parecidas que se han hecho hace bien poco. Además, probablemente desde el punto de vista del interés general, se trata de una operación que al contrario de lo que esgrimen, tiene todo el sentido. La integración de la banca en Europa tiene un solo camino. Anticiparse a ese movimiento mediante la creación de campeones nacionales resulta beneficioso para las propias instituciones y para el conjunto del Estado. Ahora, no es esto lo que les mueve. Va a resultar muy interesante como lo argumentan desde el ministerio de Economía.
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