A más de 10.000 kilómetros de Madrid, entre jets privados, un harén itinerante y una fortuna que humilla a cualquier otra corona del planeta, se encuentra la figura que podría decidir si Daniel Sancho (31 años) vuelve a pisar suelo español. En Tailandia, el rey no solo reina: ordena, firma y, cuando quiere, borra con un gesto condenas que pueden durar toda una vida.Maha Vajiralongkorn , Rama X, no es un monarca cualquiera. Su biografía parece sacada de una novela de excesos, superstición y poder absoluto: un rey que se proclama semidiós , pilota su Boeing cuando se aburre y gobierna desde un hotel bávaro mientras 70 millones de tailandeses debaten, en voz baja, hasta dónde puede llegar su silencio.TE RECOMENDAMOS Investigado por maltrato a su ex «Pirada, eres una incapaz»: los duros mensajes de Rodolfo Sancho Daniella Bejarano Victoria Federica ensalza la figura de la Reina Sofía: «La solidaridad es algo que he tenido muy presente desde pequeña» A.B. BuendíaAtrapado en una cárcel tailandesa tras ser condenado a cadena perpetua por asesinar al cirujano colombiano Edwin Arrieta , Daniel Sancho depende ahora de la diplomacia, los tratados bilaterales… y, sobre todo, del sello real de Rama X. Si hay una repatriación a España, si prospera una conmutación de pena, si el Gobierno tailandés da luz verde a cualquier gesto de clemencia, todo pasará por la mano del soberano más rico , y polémico, del mundo.Nada de esto es un mito. Desde que asumió el control directo del Crown Property Bureau, la oficina que gestiona los bienes de la Casa Real, Rama X maneja un patrimonio que medios como ‘Forbes’ o ‘Hindustan Times’ sitúan entre 30.000 y 40.000 millones de euros. Su fortuna incluye miles de propiedades en Bangkok, una flota de más de 300 coches de lujo , 38 jets privados y más de 50 embarcaciones . Muy lejos queda el estilo comedido de los Windsor o los Borbones.GTRESMientras Europa exhibe monarquías austeras para justificar su supervivencia, Tailandia convive con un soberano que se recluye en Alemania junto a sus cortesanos y concubinas , algunos medios alemanes aseguran que, durante la pandemia, llegó a cerrar un hotel entero para instalar a su séquito, y que, en pleno siglo XXI, aún exige que ningún súbdito eleve su cabeza por encima de la suya.Pero tras el oro y los caprichos se esconde un poder real muy tangible. En un país con leyes de lesa majestad que castigan cualquier crítica con décadas de cárcel, Rama X sostiene en sus manos resortes que ningún otro monarca europeo posee: su firma puede modificar sentencias , otorgar indultos o bloquear acuerdos internacionales.GTRESMientras la familia de Sancho y sus abogados abren todas las vías diplomáticas posibles para conseguir que cumpla condena en España, todas las miradas giran hacia un rey cuya palabra, o su silencio, puede cambiarlo todo .Y aunque Tailandia ha visto despertar protestas inéditas en su historia reciente, encabezadas por jóvenes que exigen reformas a la Corona, Rama X conserva un respaldo clave : las élites tradicionales, un Ejército leal y un ‘ejército privado’ de 5.000 soldados que responde solo ante él. A más de 10.000 kilómetros de Madrid, entre jets privados, un harén itinerante y una fortuna que humilla a cualquier otra corona del planeta, se encuentra la figura que podría decidir si Daniel Sancho (31 años) vuelve a pisar suelo español. En Tailandia, el rey no solo reina: ordena, firma y, cuando quiere, borra con un gesto condenas que pueden durar toda una vida.Maha Vajiralongkorn , Rama X, no es un monarca cualquiera. Su biografía parece sacada de una novela de excesos, superstición y poder absoluto: un rey que se proclama semidiós , pilota su Boeing cuando se aburre y gobierna desde un hotel bávaro mientras 70 millones de tailandeses debaten, en voz baja, hasta dónde puede llegar su silencio.TE RECOMENDAMOS Investigado por maltrato a su ex «Pirada, eres una incapaz»: los duros mensajes de Rodolfo Sancho Daniella Bejarano Victoria Federica ensalza la figura de la Reina Sofía: «La solidaridad es algo que he tenido muy presente desde pequeña» A.B. BuendíaAtrapado en una cárcel tailandesa tras ser condenado a cadena perpetua por asesinar al cirujano colombiano Edwin Arrieta , Daniel Sancho depende ahora de la diplomacia, los tratados bilaterales… y, sobre todo, del sello real de Rama X. Si hay una repatriación a España, si prospera una conmutación de pena, si el Gobierno tailandés da luz verde a cualquier gesto de clemencia, todo pasará por la mano del soberano más rico , y polémico, del mundo.Nada de esto es un mito. Desde que asumió el control directo del Crown Property Bureau, la oficina que gestiona los bienes de la Casa Real, Rama X maneja un patrimonio que medios como ‘Forbes’ o ‘Hindustan Times’ sitúan entre 30.000 y 40.000 millones de euros. Su fortuna incluye miles de propiedades en Bangkok, una flota de más de 300 coches de lujo , 38 jets privados y más de 50 embarcaciones . Muy lejos queda el estilo comedido de los Windsor o los Borbones.GTRESMientras Europa exhibe monarquías austeras para justificar su supervivencia, Tailandia convive con un soberano que se recluye en Alemania junto a sus cortesanos y concubinas , algunos medios alemanes aseguran que, durante la pandemia, llegó a cerrar un hotel entero para instalar a su séquito, y que, en pleno siglo XXI, aún exige que ningún súbdito eleve su cabeza por encima de la suya.Pero tras el oro y los caprichos se esconde un poder real muy tangible. En un país con leyes de lesa majestad que castigan cualquier crítica con décadas de cárcel, Rama X sostiene en sus manos resortes que ningún otro monarca europeo posee: su firma puede modificar sentencias , otorgar indultos o bloquear acuerdos internacionales.GTRESMientras la familia de Sancho y sus abogados abren todas las vías diplomáticas posibles para conseguir que cumpla condena en España, todas las miradas giran hacia un rey cuya palabra, o su silencio, puede cambiarlo todo .Y aunque Tailandia ha visto despertar protestas inéditas en su historia reciente, encabezadas por jóvenes que exigen reformas a la Corona, Rama X conserva un respaldo clave : las élites tradicionales, un Ejército leal y un ‘ejército privado’ de 5.000 soldados que responde solo ante él.
Su fortuna supera los 30.000 millones de euros, su vida es puro mito y su firma es la única vía para que el hijo de Rodolfo Sancho pueda volver a España
A más de 10.000 kilómetros de Madrid, entre jets privados, un harén itinerante y una fortuna que humilla a cualquier otra corona del planeta, se encuentra la figura que podría decidir si Daniel Sancho (31 años) vuelve a pisar suelo español. En Tailandia, el rey no solo reina: ordena, firma y, cuando quiere, borra con un gesto condenas que pueden durar toda una vida.
Maha Vajiralongkorn, Rama X, no es un monarca cualquiera. Su biografía parece sacada de una novela de excesos, superstición y poder absoluto: un rey que se proclama semidiós, pilota su Boeing cuando se aburre y gobierna desde un hotel bávaro mientras 70 millones de tailandeses debaten, en voz baja, hasta dónde puede llegar su silencio.
Atrapado en una cárcel tailandesa tras ser condenado a cadena perpetua por asesinar al cirujano colombiano Edwin Arrieta, Daniel Sancho depende ahora de la diplomacia, los tratados bilaterales… y, sobre todo, del sello real de Rama X. Si hay una repatriación a España, si prospera una conmutación de pena, si el Gobierno tailandés da luz verde a cualquier gesto de clemencia, todo pasará por la mano del soberano más rico, y polémico, del mundo.
Nada de esto es un mito. Desde que asumió el control directo del Crown Property Bureau, la oficina que gestiona los bienes de la Casa Real, Rama X maneja un patrimonio que medios como ‘Forbes’ o ‘Hindustan Times’ sitúan entre 30.000 y 40.000 millones de euros. Su fortuna incluye miles de propiedades en Bangkok, una flota de más de 300 coches de lujo, 38 jets privados y más de 50 embarcaciones. Muy lejos queda el estilo comedido de los Windsor o los Borbones.
Mientras Europa exhibe monarquías austeras para justificar su supervivencia, Tailandia convive con un soberano que se recluye en Alemania junto a sus cortesanos y concubinas, algunos medios alemanes aseguran que, durante la pandemia, llegó a cerrar un hotel entero para instalar a su séquito, y que, en pleno siglo XXI, aún exige que ningún súbdito eleve su cabeza por encima de la suya.
Pero tras el oro y los caprichos se esconde un poder real muy tangible. En un país con leyes de lesa majestad que castigan cualquier crítica con décadas de cárcel, Rama X sostiene en sus manos resortes que ningún otro monarca europeo posee: su firma puede modificar sentencias, otorgar indultos o bloquear acuerdos internacionales.
Mientras la familia de Sancho y sus abogados abren todas las vías diplomáticas posibles para conseguir que cumpla condena en España, todas las miradas giran hacia un rey cuya palabra, o su silencio, puede cambiarlo todo.
Y aunque Tailandia ha visto despertar protestas inéditas en su historia reciente, encabezadas por jóvenes que exigen reformas a la Corona, Rama X conserva un respaldo clave: las élites tradicionales, un Ejército leal y un ‘ejército privado’ de 5.000 soldados que responde solo ante él.
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