Cuca Gamarra da un paso atrás en la secretaría general del PP para facilitar a Feijóo el relevo

Era un secreto a voces en el PP que Cuca Gamarra dejaría de ser secretaria general después del congreso de este fin de semana. La diputada riojana había asumido el cargo en 2022, como figura de transición después de la caída abrupta de Pablo Casado de la dirección del PP, de cuya cúpula ella también formó parte. Alberto Núñez Feijóo la aupó a ese puesto para dar imagen de apertura tras aterrizar en Madrid con su grupo de colaboradores procedente de la Xunta de Galicia. Pero en el PP era vox populi que Gamarra no había logrado entrar en el círculo de confianza más estrecho del líder del PP, y le pesaba haber sido de todos y de ninguno. Ante su más que esperado relevo, ella se ha adelantado a la noticia anunciando de forma discreta una salida pactada con Feijóo. Llegó sin hacer ruido y sin ruido ha dado un paso atrás.

La todavía secretaria general seguirá en el comité de dirección de Feijóo, pero degradada en rango, y asumirá el área de Justicia que actualmente llevaba Esteban González Pons. Su destitución confirma que el líder del PP planea una remodelación profunda de su cúpula, en la que ascenderán los perfiles duros, como publicó EL PAÍS, para cercar a Pedro Sánchez en la batalla final por el poder.

Gamarra ha explicado este lunes que Feijóo y ella han coincidido en que “toca una etapa distinta” tras el congreso y, según ha contado, ella le ha pedido dar un paso atrás, y él lo ha aceptado. No obstante, otras fuentes populares afirman que Gamarra en realidad se ha retirado antes de que le pidieran que se fuera, porque todo el PP sabía que Feijóo estaba pensando en dar los galones orgánicos a quien ya ejerce de facto como su número dos, el portavoz parlamentario Miguel Tellado. “Soy una mujer de partido, de equipos”, ha subrayado la dirigente riojana este lunes en una comparecencia en la sede del PP en la calle Génova. “En política hay que estar para servir, y no para servirse”, ha reflexionado, antes de mostrarse “a disposición del partido” para las nuevas tareas que se le encomienden.

Gamarra ha aceptado un movimiento muy poco habitual, continuar en el comité de dirección de Feijóo en un puesto por debajo del que ocupaba, todavía por definir, aunque podría ser una vicesecretaría rasa. La todavía secretaria general es una superviviente en el PP, porque apoyó a Casado hasta el último momento y luego giró rápido a dar apoyo a Feijóo. “Ha sido de todos y eso genera desconfianza”, razona un diputado sobre las razones por las que no continuará como número dos. Gamarra no logró nunca tener sintonía con Tellado, que la relevó como portavoz en el Congreso, y esa batalla también le ha pesado internamente. Tellado pertenece al primer anillo de poder de Feijóo, al que no logró penetrar la riojana.

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Hace un año, el líder del PP ya valoró la opción de relevar a Gamarra y sustituirla por Tellado, pero al final desistió. La secretaría general solo puede ser renovada en un congreso del partido, así que ahora ha llegado el momento.

El relevo de Gamarra se daba casi por hecho en el PP, aunque su encaje suscitaba dudas, porque no es fácil recolocar a un secretario general saliente. Sin embargo, ella no parece haber puesto problemas. Su paso atrás despeja al líder el camino para situar en ese puesto a un dirigente de su máxima confianza.

La mayoría en el PP apunta para esa tarea al actual portavoz parlamentario, Miguel Tellado, fiel escudero de Feijóo. Lleva junto a él desde hace más de una década, cuando fue aupado en 2014 a portavoz de los populares en el Parlamento de Galicia para hacer de látigo de la oposición. Además, Feijóo lo nombró secretario general del PP en Galicia, y es el artífice de negociaciones internas tan delicadas como la caída de Pablo Casado. Ahora seguía asumiendo las tareas más sensibles orgánicamente, pese a que su puesto es el de portavoz parlamentario. Por ejemplo, se ha ocupado de reunir los avales de Feijóo para este congreso, aunque el líder del PP se presenta sin rival.

Tellado asumirá más responsabilidades en Génova, según confirman fuentes de la cúpula. Algunos barones recelan de que se convierta en secretario general por la excesiva acumulación de poder de origen gallego en la cúpula del PP, y porque es hombre y no proyecta hacia fuera una imagen de renovación. Pero Feijóo sabe que tiene manos libres para hacer su equipo porque el PP se las ha concedido con el objetivo de que, esta vez sí, llegue a La Moncloa. El líder del PP prepara una dirección sin cuotas ni equilibrios, y ya ha empezado derribando la primera torre.