Skip to content
VozUniversal | Periódico que le da voz a todo el universo
  • Portada
  • Internacional
  • Nacional
  • Sociedad
  • Economía
  • Deportes
  • Ciencia y Tecnología
  • Cultura
VozUniversal | Periódico que le da voz a todo el universo
VozUniversal | Periódico que le da voz a todo el universo
  • Portada
  • Internacional
  • Nacional
  • Sociedad
  • Economía
  • Deportes
  • Ciencia y Tecnología
  • Cultura
  • Entradas
  • Forums
  • Contacto
VozUniversal | Periódico que le da voz a todo el universo
  Cultura  David Bailey, el fotógrafo que puso el mundo patas arriba: «Me gusta el entusiasmo que tenía Picasso por todo»
Cultura

David Bailey, el fotógrafo que puso el mundo patas arriba: «Me gusta el entusiasmo que tenía Picasso por todo»

junio 27, 2025
FacebookX TwitterPinterestLinkedInTumblrRedditVKWhatsAppEmail

Seductor, atractivo, carismático, descarado, brillante, talentoso y divertido, pero también pícaro, muy sexual, arrogante, exasperante y «un poco cabrón». Así definen quienes le conocen al fotógrafo que puso el mundo patas arriba y se hizo tan famoso como sus retratados. Aquel niño disléxico de familia de clase obrera en el East End londinense acabó siendo amigo de las estrellas (a los 25 años ya era una celebridad) y amante –en cuatro ocasiones, marido– de alguna de sus musas, casi todas modelos. El fotógrafo británico David Bailey (Leytonstone, Londres, 1938) se convirtió en un icono, una leyenda . Apasionado de la ornitología (desde niño estaba obsesionado con los loros), tiene una innata e insaciable curiosidad visual, una necesidad de desafiar y una energía inagotable . Su mirada es provocadora, irreverente, pero también hermosa. Fue uno de los ‘inventores’ del Swinging London (o Swinging Sixties) , una revolución cultural en el Londres de los 60, que la convirtió en una ciudad vibrante y excitante gracias al arte, el pop, la moda… Carnaby Street, en el Soho; los mods, Mary Quant y la minifalda, Twiggy, los Beatles, los Stones, los Who, los Kinks… Y, por supuesto, David Bailey. Para celebrar los 50 años de Zara (el 9 de mayo de 1975 Amancio Ortega abrió la primera tienda en la calle Juan Flórez de La Coruña), el fotógrafo Steven Meisel dirigió ’50 years, 50 icons’ , una espectacular puesta en escena en colaboración con 50 de las mejores modelos del mundo. Y la Fundación Marta Ortega Pérez inaugura su segunda exposición del año en el Centro MOP de La Coruña (Muelle de Batería, s/n), dedicada a David Bailey, tras la espléndida muestra de Irving Penn . Antes, ya lo hicieron Peter Lindbergh , Helmut Newton y el propio Meisel. Noticias relacionadas reportaje Si Cindy Sherman, la mujer de las mil caras Natividad Pulido reportaje Si PhotoEspaña 2025, en diez disparos Natividad Pulido’Changing Fashion’ reúne, hasta el 14 de septiembre, más de 140 fotografías , algunas inéditas, centradas en el Londres de los años 60 y 70. Los comisarios de la muestra, Tim Marlow , director del Design Museum de Londres, y Fenton Bailey , hijo del fotógrafo y manager de Camera Eye, estudio de David Bailey, han buceado en su archivo y han escaneado más de 3.000 imágenes. A sus 87 años y, por motivos de salud (hace unos años le diagnosticaron demencia vascular ), el fotógrafo no ha podido viajar a La Coruña. Pero accedió a responder, escuetamente, a unas preguntas enviadas vía mail por ABC. Una de ellas, sobre los Stones y los Beatles. La música tiene un papel protagonista en la carrera de Bailey. Amante del jazz y el blues, de Willie Dixon y Bill Broonzy, le lanzamos la eterna pregunta: ¿Los Beatles o los Stones? . Lo tiene claro: «Para mí, Mick [Jagger] y los Stones simplemente lo hicieron todo bien, pero obviamente también se equivocaron en algunas cosas. Prefería su música a la de los Beatles». Eran más ‘cool’, más divertidos . Bailey mantiene una estrecha relación personal, y casi familiar, con Mick Jagger . Se conocieron a través de Chrissie, la hermana menor de la modelo Jean Shrimpton. David salía con esta y Jagger con aquella. «Me da pena su padre», cuentan que dijo Bailey. No es de extrañar que enfureciera: ¡menudas joyas de yernos!. Diseñó las portadas de dos álbumes de los Stones: ‘Out of Our Heads’ y ‘Goats Head Soup’. Para este último retrató a los miembros de la banda con el torso desnudo y unos velos sobre sus cabezas. También firmó portadas de discos para Marianne Faithfull, Elton John, Mike Oldfield, Queen… Fotografió a  Lennon y a McCartney : el primero con su barbilla apoyada en la cabeza del segundo. Dicen que se mascaba la tensión. Pero para tensión la que había entre los hermanos Gallagher (Oasis): pensó que se matarían entre ellos. Retrató a Alice Cooper (desnudo, con una serpiente), Patti Smith, Elton John, Bob Marley, David Bowie, Bruce Springsteen, Queen, Miles Davis, Rod Stewart… Estuvo presente en el mítico concierto Live Aid en el estadio de Wembley en Londres en 1985 y, según cuentan, Freddie Mercury le robó un beso . Música… y mujeres . Se casó cuatro veces: la última, con Catherine Dyer , su actual esposa. Una de ellas fue la actriz Catherine Deneuve , a quien retrató con un flamenco para ‘Vogue’. «Era como conducir un Ferrari cuando yo estaba preparado para un Ford», cuentan que dijo sobre ese matrimonio. Fue Roman Polanski quien los presentó en 1965 en el club Ad Lib. Bailey haría una sesión de fotos con la actriz para ‘Playboy’ como promoción de la película ‘Repulsión’. La boda se celebró el 18 de agosto de 1965 en Londres, en el registro de King’s Cross. «Siempre me caso allí. Deberían hacerme descuento», bromeaba Bailey. Mick Jagger fue su padrino de boda . Música y sus ‘Box of Pin-Ups’ Arriba, espacio dedicado a las fotografías de músicos y portadas de discos de David Bailey. Sobre estas líneas, a la izquierda, sus célebres ‘Box of Pin-Ups’. A la derecha, Marie Helvin para ‘Vogue’, 1976 EpMuchas celebridades han pasado ante su cámara: en 2014 logró sacarle una sonrisa a la mismísima Reina Isabel II de Inglaterra , que posa relajada y con naturalidad. Parece sentirse a gusto. Ella tenía 88 años; él, 76. «Era fácil hablar con ella. Era encantadora». ¿Cómo logró que sonriera a cámara? Annie Leibovitz no lo consiguió. «Con respeto y encanto, como trato a los demás», responde a ABC. Su hijo Fenton estuvo presente en aquella sesión y recuerda cómo fue: «Fue muy honesto con ella. Estaba gastando bromas sobre sus joyas . Preguntaba si eran buenas o no. Bromeó diciéndole a la Reina que tenía el síndrome de Tourette, que no podía no decir la verdad. Ella le dijo que era un ‘cheeky chappie’ ( un muchacho malote) . A Bailey le resulta imposible ser alguien que no sea él mismo. Y la Reina identificaba la autenticidad a kilómetros. Siempre ha hecho lo que le ha dado la gana, pero es la primera vez que le he visto portarse bien en una sesión de fotos». En su galería de celebridades, David Hockney, Francis Bacon, Rudolf Nureyev, Grace Jones, Michael Caine, Roman Polanski y Sharon Tate, Nelson Mandela, Salvador Dalí, Mia Farrow, Keira Knightley, Jack Nicholson, Damien Hirst, Jeff Koons, David Bowie, Jude Law, Paloma Picasso, Johnny Depp, Pharrell Williams, Eduardo Chillida, Joaquín Cortés… Para Damien Hirst , los retratos de Bailey «te hacen sentir como si no hubiera nada entre tú y la imagen, nada entre tú y la persona». Para Kate Moss , «trabajar con David Bailey era como atrapar un relámpago en una botella». «En las sesiones de fotos era divertido, encantador, se lo pasaban muy bien», dice Fenton. «A mí no me ha hecho una foto, pero cuando te hace una foto, David quiere provocar una reacción en el retratado. Intenta crear una relación entre fotógrafo y modelo divertida. Aunque te quiera provocar, acabas riéndote. A veces, llorando incluso», apostilla Marlow. «Estoy condenado al éxito» , decía David Bailey. «En el East End no había muchas opciones. O eras criminal o conductor de autobuses . Él quería salir del barrio básicamente». ¿No buscó esa fama? « No la buscó, pero sí la disfrutó . Estaba interesado en gente interesante, más que famosa. No le atraía ni la fama ni el éxito, su motor es la curiosidad. Es perpetuamente curioso. Quiere conocer más, viajar, hablar. Lee mucho. Si la gente le aburre, no le interesa ».Modelos, musas y amantes Tres fotografías de David Bailey. Arriba, Anjelica Huston y Manolo Blahnik. ‘Vogue’, Niza, 1973. Sobre estas líneas, a la izquierda, Penelope Tree como Mickey Mouse, 1970. A la derecha, Jean Shrimpton, 1965 David BaileySus grandes aficiones son las aves, los viajes y el cine. Admiraba a Fellini y a Buñuel , cuyos retratos cuelgan en la muestra. Ha dirigido documentales televisivos sobre Cecil Beaton, Visconti y Warhol (a quien entrevistó en la cama). Y Antonioni se basó en David Bailey para el protagonista de su película ‘Blow-Up’, el fotógrafo de moda David Hemming. El productor Carlo Ponti, marido de Sofia Loren, le había ofrecido protagonizarla. «Creo que no le gustaba mucho esa película. No es una representación justa de Bailey. Nadie juega al tenis en el East End. Él fue una de las inspiraciones de la película, pero Antonioni nunca dijo que fuera una película sobre Bailey», comenta su hijo. Siente adoración por Picasso, su ‘héroe’ : «La primera mitad del siglo XX perteneció a Picasso; la segunda, a la fotografía». ¿Qué le atrae del artista español? ¿Qué huella ha dejado en su trabajo? «Me gusta su entusiasmo por todo. En cuanto a la huella que ha dejado en mi obra, eso lo dirán otros». Dicen los comisarios que, al igual que Picasso, «él también hacía lo que le daba la gana . Admiraba su trabajo. Al ver libros de Picasso en casa de un amigo se dio cuenta de que había una forma diferente de representar, de ver o de reconstruir el mundo en Picasso. Fue algo fresco y nuevo para Bailey. De Picasso lo que le gustaba era la capacidad de reinventarse constantemente y su deseo de romper las reglas. Conoció a Dalí . Dijo que no admiraba mucho su obra, pero que era una persona fascinante. El hombre era la obra de arte». Pese a haber hecho más de 350 portadas de ‘Vogue’ (fue el fotógrafo más importante de esa revista), parece que nunca se ha considerado un fotógrafo de moda. Al menos, era secundaria para él. Entre sus musas, Jean Shrimpton (su primera gran musa y amante; «era mágica y la cámara la adoraba, tenía un don natural»), Penelope Tree (también mantuvo con ella una relación sentimental), Twiggy, Sue Murray, Marie Helvin, Kate Moss … «Él se considera a sí mismo un retratista. Lo que le interesa son los retratos de las personas. Le gusta simplificar todo, quitar todo lo que distraiga». De la Reina de Inglaterra a Catherine Deneuve Arriba, imagen de David Bailey para ‘Vogue’, años 70. Sobre estas líneas, a la izquierda, Fenton Bailey, con el retrato que su padre hijo a la Reina Isabel II en 2014. A la derecha, Catherine Deneuve con flamenco para ‘Vogue’, 1967 Efe y ABCLa parte central de la exposición la ocupan sus ‘Box of Pin-Ups’ :   portfolio de 1965 que incluye a 36 miembros de la escena londinense, un ensayo sobre la naturaleza transitoria de la fama y crónica incisiva del ‘Swinging London’: retratos crudos, audaces, con encuadres muy ajustados a la cabeza y los hombros contra un fondo blanco intensamente iluminado. Además, ejemplares de ‘Ritz’ , revista de moda, estilo y cotilleos que fundó Bailey en 1976 junto con David Litchfield, y una vitrina de curiosidades , similar a los gabinetes del XIX, con objetos de su estudio: máscaras tribales, animales disecados, libros, relojes de arena, gafas, una gorra de béisbol, soldaditos, cámaras de fotos… Diana Vreeland , editora de ‘Vogue’, decía que «el estudio de Irving Penn era una catedral; el de Bailey, un bar de copas, una discoteca». Y Francis Hodgson añadía: «Cuando vas al estudio de Bailey, te subes al cuadrilátero con él y él te buscará».Marta Ortega , presidenta no ejecutiva de Inditex y presidenta de la Fundación MOP, dice que David Bailey «cambió alegremente las rigideces del estudio por las calles de Nueva York y Londres y desarrolló un nuevo vocabulario de forma y gestualidad corporal. Es dueño de un lenguaje visual absolutamente propio . Nadie se movió con mayor soltura que él por los mundos de la música, la moda y el estilo de los años 60. Esta maravillosa exposición captura una fugaz época dorada que cambió por completo la historia del estilo, la fotografía y la cultura».En 2020, David Bailey publicó su autobiografía, ‘Look again’ , en la que no se muerde la lengua. ¿Está en el punto de mira del #MeToo por todas sus conquistas con las modelos con las que trabajó? Él asegura que tuvo muchas relaciones con modelos, pero que siempre fueron consentidas y jamás a cambio de favores o de contratos profesionales. «Es muy amigo de sus exmujeres. Nunca ha tenido ningún problema. Todo ha sido absolutamente consentido. Han sido felices. En los años 60 en Londres las relaciones eran mucho más abiertas, todas consentidas. Bailey formaba parte de la escena de la Movida londinense de esa época. Penelope Tree, una de las modelos, que vendrá el lunes a dar una charla, dice que las mujeres lo adoraban y que Bailey era la mejor compañía y el más encantador con el que trabajaron. No es que él fuese un seductor, sino que había muchas mujeres que querían ser fotografiadas por Bailey», dice Marlow. Un retrato hecho por él equivale a un sello en el pasaporte a la fama . Apunta su hijo Fenton que «él amó a todas sus parejas , él ha estado con mi madre (Catherine Dyer, presente este viernes en la exposición) durante los últimos 40 años». «Yo no conozco a muchos hombres que tengan varias exmujeres y ninguna de ellas tenga nada malo que decir sobre él», advierte Marlow.Una parte de la muestra está dedicada a los desnudos . «Él los trataba como una obra de arte, de forma elegante, no estaba tan sexualizado como ahora. Son fotografías que quieren narrar una historia. Hizo desnudos artísticos fantásticos. Juega bellamente con la idea del deseo . No hay nada de pornografía, hay un gran gusto y estilo. Estaba obsesionado con movimientos artísticos como el surrealismo , juega con conceptos como el fetiche, pero nada erótico», explican los comisarios. Tiene más de treinta libros publicados, es comandante de la Orden del Imperio Británico y en 2016 se le otorgó el premio Lifetime Achievement del Centro Internacional de Fotografía de Nueva York. Entre los hitos de su carrera de seis décadas , la primera portada de ‘Vogue’ protagonizada por una mujer negra, Donyale Luna , en 1966 y, dos décadas antes de que Annie Leibovitz retratara a una embarazadísima Demi Moore para ‘Vanity Fair’, ya hizo Bailey lo propio en 1969 con Marit Allen . Su obra se encuentra en las colecciones de la National Portrait Gallery y el Victoria & Albert Museum de Londres, ciudad donde vive. ¿Qué recuerda de aquel Londres vibrante de los 60? ¿Queda hoy algo de aquella revolución del ‘Swinging London’? «La emoción de todos. No puedo hablar por todos, pero para mí la revolución continúa ». Dice Fenton que su padre sigue haciendo fotos. En el catálogo de la exposición hay un retrato de Marta Ortega que ha hecho recientemente. «Pinta, hace fotografías callejeras en Regent’s Park… Todavía tiene el brillo, la chispa en los ojos ». Seductor, atractivo, carismático, descarado, brillante, talentoso y divertido, pero también pícaro, muy sexual, arrogante, exasperante y «un poco cabrón». Así definen quienes le conocen al fotógrafo que puso el mundo patas arriba y se hizo tan famoso como sus retratados. Aquel niño disléxico de familia de clase obrera en el East End londinense acabó siendo amigo de las estrellas (a los 25 años ya era una celebridad) y amante –en cuatro ocasiones, marido– de alguna de sus musas, casi todas modelos. El fotógrafo británico David Bailey (Leytonstone, Londres, 1938) se convirtió en un icono, una leyenda . Apasionado de la ornitología (desde niño estaba obsesionado con los loros), tiene una innata e insaciable curiosidad visual, una necesidad de desafiar y una energía inagotable . Su mirada es provocadora, irreverente, pero también hermosa. Fue uno de los ‘inventores’ del Swinging London (o Swinging Sixties) , una revolución cultural en el Londres de los 60, que la convirtió en una ciudad vibrante y excitante gracias al arte, el pop, la moda… Carnaby Street, en el Soho; los mods, Mary Quant y la minifalda, Twiggy, los Beatles, los Stones, los Who, los Kinks… Y, por supuesto, David Bailey. Para celebrar los 50 años de Zara (el 9 de mayo de 1975 Amancio Ortega abrió la primera tienda en la calle Juan Flórez de La Coruña), el fotógrafo Steven Meisel dirigió ’50 years, 50 icons’ , una espectacular puesta en escena en colaboración con 50 de las mejores modelos del mundo. Y la Fundación Marta Ortega Pérez inaugura su segunda exposición del año en el Centro MOP de La Coruña (Muelle de Batería, s/n), dedicada a David Bailey, tras la espléndida muestra de Irving Penn . Antes, ya lo hicieron Peter Lindbergh , Helmut Newton y el propio Meisel. Noticias relacionadas reportaje Si Cindy Sherman, la mujer de las mil caras Natividad Pulido reportaje Si PhotoEspaña 2025, en diez disparos Natividad Pulido’Changing Fashion’ reúne, hasta el 14 de septiembre, más de 140 fotografías , algunas inéditas, centradas en el Londres de los años 60 y 70. Los comisarios de la muestra, Tim Marlow , director del Design Museum de Londres, y Fenton Bailey , hijo del fotógrafo y manager de Camera Eye, estudio de David Bailey, han buceado en su archivo y han escaneado más de 3.000 imágenes. A sus 87 años y, por motivos de salud (hace unos años le diagnosticaron demencia vascular ), el fotógrafo no ha podido viajar a La Coruña. Pero accedió a responder, escuetamente, a unas preguntas enviadas vía mail por ABC. Una de ellas, sobre los Stones y los Beatles. La música tiene un papel protagonista en la carrera de Bailey. Amante del jazz y el blues, de Willie Dixon y Bill Broonzy, le lanzamos la eterna pregunta: ¿Los Beatles o los Stones? . Lo tiene claro: «Para mí, Mick [Jagger] y los Stones simplemente lo hicieron todo bien, pero obviamente también se equivocaron en algunas cosas. Prefería su música a la de los Beatles». Eran más ‘cool’, más divertidos . Bailey mantiene una estrecha relación personal, y casi familiar, con Mick Jagger . Se conocieron a través de Chrissie, la hermana menor de la modelo Jean Shrimpton. David salía con esta y Jagger con aquella. «Me da pena su padre», cuentan que dijo Bailey. No es de extrañar que enfureciera: ¡menudas joyas de yernos!. Diseñó las portadas de dos álbumes de los Stones: ‘Out of Our Heads’ y ‘Goats Head Soup’. Para este último retrató a los miembros de la banda con el torso desnudo y unos velos sobre sus cabezas. También firmó portadas de discos para Marianne Faithfull, Elton John, Mike Oldfield, Queen… Fotografió a  Lennon y a McCartney : el primero con su barbilla apoyada en la cabeza del segundo. Dicen que se mascaba la tensión. Pero para tensión la que había entre los hermanos Gallagher (Oasis): pensó que se matarían entre ellos. Retrató a Alice Cooper (desnudo, con una serpiente), Patti Smith, Elton John, Bob Marley, David Bowie, Bruce Springsteen, Queen, Miles Davis, Rod Stewart… Estuvo presente en el mítico concierto Live Aid en el estadio de Wembley en Londres en 1985 y, según cuentan, Freddie Mercury le robó un beso . Música… y mujeres . Se casó cuatro veces: la última, con Catherine Dyer , su actual esposa. Una de ellas fue la actriz Catherine Deneuve , a quien retrató con un flamenco para ‘Vogue’. «Era como conducir un Ferrari cuando yo estaba preparado para un Ford», cuentan que dijo sobre ese matrimonio. Fue Roman Polanski quien los presentó en 1965 en el club Ad Lib. Bailey haría una sesión de fotos con la actriz para ‘Playboy’ como promoción de la película ‘Repulsión’. La boda se celebró el 18 de agosto de 1965 en Londres, en el registro de King’s Cross. «Siempre me caso allí. Deberían hacerme descuento», bromeaba Bailey. Mick Jagger fue su padrino de boda . Música y sus ‘Box of Pin-Ups’ Arriba, espacio dedicado a las fotografías de músicos y portadas de discos de David Bailey. Sobre estas líneas, a la izquierda, sus célebres ‘Box of Pin-Ups’. A la derecha, Marie Helvin para ‘Vogue’, 1976 EpMuchas celebridades han pasado ante su cámara: en 2014 logró sacarle una sonrisa a la mismísima Reina Isabel II de Inglaterra , que posa relajada y con naturalidad. Parece sentirse a gusto. Ella tenía 88 años; él, 76. «Era fácil hablar con ella. Era encantadora». ¿Cómo logró que sonriera a cámara? Annie Leibovitz no lo consiguió. «Con respeto y encanto, como trato a los demás», responde a ABC. Su hijo Fenton estuvo presente en aquella sesión y recuerda cómo fue: «Fue muy honesto con ella. Estaba gastando bromas sobre sus joyas . Preguntaba si eran buenas o no. Bromeó diciéndole a la Reina que tenía el síndrome de Tourette, que no podía no decir la verdad. Ella le dijo que era un ‘cheeky chappie’ ( un muchacho malote) . A Bailey le resulta imposible ser alguien que no sea él mismo. Y la Reina identificaba la autenticidad a kilómetros. Siempre ha hecho lo que le ha dado la gana, pero es la primera vez que le he visto portarse bien en una sesión de fotos». En su galería de celebridades, David Hockney, Francis Bacon, Rudolf Nureyev, Grace Jones, Michael Caine, Roman Polanski y Sharon Tate, Nelson Mandela, Salvador Dalí, Mia Farrow, Keira Knightley, Jack Nicholson, Damien Hirst, Jeff Koons, David Bowie, Jude Law, Paloma Picasso, Johnny Depp, Pharrell Williams, Eduardo Chillida, Joaquín Cortés… Para Damien Hirst , los retratos de Bailey «te hacen sentir como si no hubiera nada entre tú y la imagen, nada entre tú y la persona». Para Kate Moss , «trabajar con David Bailey era como atrapar un relámpago en una botella». «En las sesiones de fotos era divertido, encantador, se lo pasaban muy bien», dice Fenton. «A mí no me ha hecho una foto, pero cuando te hace una foto, David quiere provocar una reacción en el retratado. Intenta crear una relación entre fotógrafo y modelo divertida. Aunque te quiera provocar, acabas riéndote. A veces, llorando incluso», apostilla Marlow. «Estoy condenado al éxito» , decía David Bailey. «En el East End no había muchas opciones. O eras criminal o conductor de autobuses . Él quería salir del barrio básicamente». ¿No buscó esa fama? « No la buscó, pero sí la disfrutó . Estaba interesado en gente interesante, más que famosa. No le atraía ni la fama ni el éxito, su motor es la curiosidad. Es perpetuamente curioso. Quiere conocer más, viajar, hablar. Lee mucho. Si la gente le aburre, no le interesa ».Modelos, musas y amantes Tres fotografías de David Bailey. Arriba, Anjelica Huston y Manolo Blahnik. ‘Vogue’, Niza, 1973. Sobre estas líneas, a la izquierda, Penelope Tree como Mickey Mouse, 1970. A la derecha, Jean Shrimpton, 1965 David BaileySus grandes aficiones son las aves, los viajes y el cine. Admiraba a Fellini y a Buñuel , cuyos retratos cuelgan en la muestra. Ha dirigido documentales televisivos sobre Cecil Beaton, Visconti y Warhol (a quien entrevistó en la cama). Y Antonioni se basó en David Bailey para el protagonista de su película ‘Blow-Up’, el fotógrafo de moda David Hemming. El productor Carlo Ponti, marido de Sofia Loren, le había ofrecido protagonizarla. «Creo que no le gustaba mucho esa película. No es una representación justa de Bailey. Nadie juega al tenis en el East End. Él fue una de las inspiraciones de la película, pero Antonioni nunca dijo que fuera una película sobre Bailey», comenta su hijo. Siente adoración por Picasso, su ‘héroe’ : «La primera mitad del siglo XX perteneció a Picasso; la segunda, a la fotografía». ¿Qué le atrae del artista español? ¿Qué huella ha dejado en su trabajo? «Me gusta su entusiasmo por todo. En cuanto a la huella que ha dejado en mi obra, eso lo dirán otros». Dicen los comisarios que, al igual que Picasso, «él también hacía lo que le daba la gana . Admiraba su trabajo. Al ver libros de Picasso en casa de un amigo se dio cuenta de que había una forma diferente de representar, de ver o de reconstruir el mundo en Picasso. Fue algo fresco y nuevo para Bailey. De Picasso lo que le gustaba era la capacidad de reinventarse constantemente y su deseo de romper las reglas. Conoció a Dalí . Dijo que no admiraba mucho su obra, pero que era una persona fascinante. El hombre era la obra de arte». Pese a haber hecho más de 350 portadas de ‘Vogue’ (fue el fotógrafo más importante de esa revista), parece que nunca se ha considerado un fotógrafo de moda. Al menos, era secundaria para él. Entre sus musas, Jean Shrimpton (su primera gran musa y amante; «era mágica y la cámara la adoraba, tenía un don natural»), Penelope Tree (también mantuvo con ella una relación sentimental), Twiggy, Sue Murray, Marie Helvin, Kate Moss … «Él se considera a sí mismo un retratista. Lo que le interesa son los retratos de las personas. Le gusta simplificar todo, quitar todo lo que distraiga». De la Reina de Inglaterra a Catherine Deneuve Arriba, imagen de David Bailey para ‘Vogue’, años 70. Sobre estas líneas, a la izquierda, Fenton Bailey, con el retrato que su padre hijo a la Reina Isabel II en 2014. A la derecha, Catherine Deneuve con flamenco para ‘Vogue’, 1967 Efe y ABCLa parte central de la exposición la ocupan sus ‘Box of Pin-Ups’ :   portfolio de 1965 que incluye a 36 miembros de la escena londinense, un ensayo sobre la naturaleza transitoria de la fama y crónica incisiva del ‘Swinging London’: retratos crudos, audaces, con encuadres muy ajustados a la cabeza y los hombros contra un fondo blanco intensamente iluminado. Además, ejemplares de ‘Ritz’ , revista de moda, estilo y cotilleos que fundó Bailey en 1976 junto con David Litchfield, y una vitrina de curiosidades , similar a los gabinetes del XIX, con objetos de su estudio: máscaras tribales, animales disecados, libros, relojes de arena, gafas, una gorra de béisbol, soldaditos, cámaras de fotos… Diana Vreeland , editora de ‘Vogue’, decía que «el estudio de Irving Penn era una catedral; el de Bailey, un bar de copas, una discoteca». Y Francis Hodgson añadía: «Cuando vas al estudio de Bailey, te subes al cuadrilátero con él y él te buscará».Marta Ortega , presidenta no ejecutiva de Inditex y presidenta de la Fundación MOP, dice que David Bailey «cambió alegremente las rigideces del estudio por las calles de Nueva York y Londres y desarrolló un nuevo vocabulario de forma y gestualidad corporal. Es dueño de un lenguaje visual absolutamente propio . Nadie se movió con mayor soltura que él por los mundos de la música, la moda y el estilo de los años 60. Esta maravillosa exposición captura una fugaz época dorada que cambió por completo la historia del estilo, la fotografía y la cultura».En 2020, David Bailey publicó su autobiografía, ‘Look again’ , en la que no se muerde la lengua. ¿Está en el punto de mira del #MeToo por todas sus conquistas con las modelos con las que trabajó? Él asegura que tuvo muchas relaciones con modelos, pero que siempre fueron consentidas y jamás a cambio de favores o de contratos profesionales. «Es muy amigo de sus exmujeres. Nunca ha tenido ningún problema. Todo ha sido absolutamente consentido. Han sido felices. En los años 60 en Londres las relaciones eran mucho más abiertas, todas consentidas. Bailey formaba parte de la escena de la Movida londinense de esa época. Penelope Tree, una de las modelos, que vendrá el lunes a dar una charla, dice que las mujeres lo adoraban y que Bailey era la mejor compañía y el más encantador con el que trabajaron. No es que él fuese un seductor, sino que había muchas mujeres que querían ser fotografiadas por Bailey», dice Marlow. Un retrato hecho por él equivale a un sello en el pasaporte a la fama . Apunta su hijo Fenton que «él amó a todas sus parejas , él ha estado con mi madre (Catherine Dyer, presente este viernes en la exposición) durante los últimos 40 años». «Yo no conozco a muchos hombres que tengan varias exmujeres y ninguna de ellas tenga nada malo que decir sobre él», advierte Marlow.Una parte de la muestra está dedicada a los desnudos . «Él los trataba como una obra de arte, de forma elegante, no estaba tan sexualizado como ahora. Son fotografías que quieren narrar una historia. Hizo desnudos artísticos fantásticos. Juega bellamente con la idea del deseo . No hay nada de pornografía, hay un gran gusto y estilo. Estaba obsesionado con movimientos artísticos como el surrealismo , juega con conceptos como el fetiche, pero nada erótico», explican los comisarios. Tiene más de treinta libros publicados, es comandante de la Orden del Imperio Británico y en 2016 se le otorgó el premio Lifetime Achievement del Centro Internacional de Fotografía de Nueva York. Entre los hitos de su carrera de seis décadas , la primera portada de ‘Vogue’ protagonizada por una mujer negra, Donyale Luna , en 1966 y, dos décadas antes de que Annie Leibovitz retratara a una embarazadísima Demi Moore para ‘Vanity Fair’, ya hizo Bailey lo propio en 1969 con Marit Allen . Su obra se encuentra en las colecciones de la National Portrait Gallery y el Victoria & Albert Museum de Londres, ciudad donde vive. ¿Qué recuerda de aquel Londres vibrante de los 60? ¿Queda hoy algo de aquella revolución del ‘Swinging London’? «La emoción de todos. No puedo hablar por todos, pero para mí la revolución continúa ». Dice Fenton que su padre sigue haciendo fotos. En el catálogo de la exposición hay un retrato de Marta Ortega que ha hecho recientemente. «Pinta, hace fotografías callejeras en Regent’s Park… Todavía tiene el brillo, la chispa en los ojos ».  

Seductor, atractivo, carismático, descarado, brillante, talentoso y divertido, pero también pícaro, muy sexual, arrogante, exasperante y «un poco cabrón». Así definen quienes le conocen al fotógrafo que puso el mundo patas arriba y se hizo tan famoso como sus retratados. Aquel niño disléxico … de familia de clase obrera en el East End londinense acabó siendo amigo de las estrellas (a los 25 años ya era una celebridad) y amante –en cuatro ocasiones, marido– de alguna de sus musas, casi todas modelos. El fotógrafo británico David Bailey (Leytonstone, Londres, 1938) se convirtió en un icono, una leyenda. Apasionado de la ornitología (desde niño estaba obsesionado con los loros), tiene una innata e insaciable curiosidad visual, una necesidad de desafiar y una energía inagotable.

Su mirada es provocadora, irreverente, pero también hermosa. Fue uno de los ‘inventores’ del ‘Swinging London’ (o ‘Swinging Sixties’), una revolución cultural en el Londres de los 60, que la convirtió en una ciudad vibrante y excitante gracias al arte, el pop, la moda… Carnaby Street, en el Soho; los mods, Mary Quant y la minifalda, Twiggy, los Beatles, los Stones, los Who, los Kinks… Y, por supuesto, David Bailey.

Para celebrar los 50 años de Zara (el 9 de mayo de 1975 Amancio Ortega abrió la primera tienda en la calle Juan Flórez de La Coruña), el fotógrafo Steven Meisel dirigió ’50 years, 50 icons’, una espectacular puesta en escena en colaboración con 50 de las mejores modelos del mundo. Y la Fundación Marta Ortega Pérez inaugura su segunda exposición del año en el Centro MOP de La Coruña (Muelle de Batería, s/n), dedicada a David Bailey, tras la espléndida muestra de Irving Penn. Antes, ya lo hicieron Peter Lindbergh, Helmut Newton y el propio Meisel.

‘Changing Fashion’ reúne, hasta el 14 de septiembre, más de 140 fotografías, algunas inéditas, centradas en el Londres de los años 60 y 70. Los comisarios de la muestra, Tim Marlow, director del Design Museum de Londres, y Fenton Bailey, hijo del fotógrafo y manager de Camera Eye, estudio de David Bailey, han buceado en su archivo y han escaneado más de 3.000 imágenes. A sus 87 años y, por motivos de salud (hace unos años le diagnosticaron demencia vascular), el fotógrafo no ha podido viajar a La Coruña. Pero accedió a responder, escuetamente, a unas preguntas enviadas vía mail por ABC. Una de ellas, sobre los Stones y los Beatles. La música tiene un papel protagonista en la carrera de Bailey. Amante del jazz y el blues, de Willie Dixon y Bill Broonzy, le lanzamos la eterna pregunta: ¿Los Beatles o los Stones?. Lo tiene claro: «Para mí, Mick [Jagger] y los Stones simplemente lo hicieron todo bien, pero obviamente también se equivocaron en algunas cosas. Prefería su música a la de los Beatles». Eran más ‘cool’, más divertidos.

Bailey mantiene una estrecha relación personal, y casi familiar, con Mick Jagger. Se conocieron a través de Chrissie, la hermana menor de la modelo Jean Shrimpton. David salía con esta y Jagger con aquella. «Me da pena su padre», cuentan que dijo Bailey. No es de extrañar que enfureciera: ¡menudas joyas de yernos!. Diseñó las portadas de dos álbumes de los Stones: ‘Out of Our Heads’ y ‘Goats Head Soup’. Para este último retrató a los miembros de la banda con el torso desnudo y unos velos sobre sus cabezas. También firmó portadas de discos para Marianne Faithfull, Elton John, Mike Oldfield, Queen… Fotografió a Lennon y a McCartney: el primero con su barbilla apoyada en la cabeza del segundo. Dicen que se mascaba la tensión. Pero para tensión la que había entre los hermanos Gallagher (Oasis): pensó que se matarían entre ellos. Retrató a Alice Cooper (desnudo, con una serpiente), Patti Smith, Elton John, Bob Marley, David Bowie, Bruce Springsteen, Queen, Miles Davis, Rod Stewart… Estuvo presente en el mítico concierto Live Aid en el estadio de Wembley en Londres en 1985 y, según cuentan, Freddie Mercury le robó un beso.

Música… y mujeres. Se casó cuatro veces: la última, con Catherine Dyer, su actual esposa. Una de ellas fue la actriz Catherine Deneuve, a quien retrató con un flamenco para ‘Vogue’. «Era como conducir un Ferrari cuando yo estaba preparado para un Ford», cuentan que dijo sobre ese matrimonio. Fue Roman Polanski quien los presentó en 1965 en el club Ad Lib. Bailey haría una sesión de fotos con la actriz para ‘Playboy’ como promoción de la película ‘Repulsión’. La boda se celebró el 18 de agosto de 1965 en Londres, en el registro de King’s Cross. «Siempre me caso allí. Deberían hacerme descuento», bromeaba Bailey. Mick Jagger fue su padrino de boda.

Imagen principal - Arriba, espacio dedicado a las fotografías de músicos y portadas de discos de David Bailey. Sobre estas líneas, a la izquierda, sus célebres 'Box of Pin-Ups'. A la derecha, Marie Helvin para 'Vogue', 1976
Imagen secundaria 1 - Arriba, espacio dedicado a las fotografías de músicos y portadas de discos de David Bailey. Sobre estas líneas, a la izquierda, sus célebres 'Box of Pin-Ups'. A la derecha, Marie Helvin para 'Vogue', 1976
Imagen secundaria 2 - Arriba, espacio dedicado a las fotografías de músicos y portadas de discos de David Bailey. Sobre estas líneas, a la izquierda, sus célebres 'Box of Pin-Ups'. A la derecha, Marie Helvin para 'Vogue', 1976
Música y sus ‘Box of Pin-Ups’
Arriba, espacio dedicado a las fotografías de músicos y portadas de discos de David Bailey. Sobre estas líneas, a la izquierda, sus célebres ‘Box of Pin-Ups’. A la derecha, Marie Helvin para ‘Vogue’, 1976
Ep

Muchas celebridades han pasado ante su cámara: en 2014 logró sacarle una sonrisa a la mismísima Reina Isabel II de Inglaterra, que posa relajada y con naturalidad. Parece sentirse a gusto. Ella tenía 88 años; él, 76. «Era fácil hablar con ella. Era encantadora». ¿Cómo logró que sonriera a cámara? Annie Leibovitz no lo consiguió. «Con respeto y encanto, como trato a los demás», responde a ABC. Su hijo Fenton estuvo presente en aquella sesión y recuerda cómo fue: «Fue muy honesto con ella. Estaba gastando bromas sobre sus joyas. Preguntaba si eran buenas o no. Bromeó diciéndole a la Reina que tenía el síndrome de Tourette, que no podía no decir la verdad. Ella le dijo que era un ‘cheeky chappie’ (un muchacho malote). A Bailey le resulta imposible ser alguien que no sea él mismo. Y la Reina identificaba la autenticidad a kilómetros. Siempre ha hecho lo que le ha dado la gana, pero es la primera vez que le he visto portarse bien en una sesión de fotos».

En su galería de celebridades, David Hockney, Francis Bacon, Rudolf Nureyev, Grace Jones, Michael Caine, Roman Polanski y Sharon Tate, Nelson Mandela, Salvador Dalí, Mia Farrow, Keira Knightley, Jack Nicholson, Damien Hirst, Jeff Koons, David Bowie, Jude Law, Paloma Picasso, Johnny Depp, Pharrell Williams, Eduardo Chillida, Joaquín Cortés… Para Damien Hirst, los retratos de Bailey «te hacen sentir como si no hubiera nada entre tú y la imagen, nada entre tú y la persona». Para Kate Moss, «trabajar con David Bailey era como atrapar un relámpago en una botella». «En las sesiones de fotos era divertido, encantador, se lo pasaban muy bien», dice Fenton. «A mí no me ha hecho una foto, pero cuando te hace una foto, David quiere provocar una reacción en el retratado. Intenta crear una relación entre fotógrafo y modelo divertida. Aunque te quiera provocar, acabas riéndote. A veces, llorando incluso», apostilla Marlow.

«Estoy condenado al éxito», decía David Bailey. «En el East End no había muchas opciones. O eras criminal o conductor de autobuses. Él quería salir del barrio básicamente». ¿No buscó esa fama? «No la buscó, pero sí la disfrutó. Estaba interesado en gente interesante, más que famosa. No le atraía ni la fama ni el éxito, su motor es la curiosidad. Es perpetuamente curioso. Quiere conocer más, viajar, hablar. Lee mucho. Si la gente le aburre, no le interesa».

Imagen principal - Tres fotografías de David Bailey. Arriba, Anjelica Huston y Manolo Blahnik. 'Vogue', Niza, 1973. Sobre estas líneas, a la izquierda, Penelope Tree como Mickey Mouse, 1970. A la derecha, Jean Shrimpton, 1965
Imagen secundaria 1 - Tres fotografías de David Bailey. Arriba, Anjelica Huston y Manolo Blahnik. 'Vogue', Niza, 1973. Sobre estas líneas, a la izquierda, Penelope Tree como Mickey Mouse, 1970. A la derecha, Jean Shrimpton, 1965
Imagen secundaria 2 - Tres fotografías de David Bailey. Arriba, Anjelica Huston y Manolo Blahnik. 'Vogue', Niza, 1973. Sobre estas líneas, a la izquierda, Penelope Tree como Mickey Mouse, 1970. A la derecha, Jean Shrimpton, 1965
Modelos, musas y amantes
Tres fotografías de David Bailey. Arriba, Anjelica Huston y Manolo Blahnik. ‘Vogue’, Niza, 1973. Sobre estas líneas, a la izquierda, Penelope Tree como Mickey Mouse, 1970. A la derecha, Jean Shrimpton, 1965
David Bailey
Más noticias

Farruquito: «El flamenco no ha cambiado, los que hemos cambiado somos nosotros»

junio 25, 2025

Herbie Hancock: «Con 85 años aún me quedan aventuras que correr, especialmente hacer música con la IA»

julio 4, 2025

39 visitantes en una semana: los escraches a las puertas del Museo del Arte Prohibido en Barcelona provocan su cierre indefinido

junio 27, 2025

Manuel Escribano sale por la puerta grande en una tarde total de toros en Alicante

junio 28, 2025

Sus grandes aficiones son las aves, los viajes y el cine. Admiraba a Fellini y a Buñuel, cuyos retratos cuelgan en la muestra. Ha dirigido documentales televisivos sobre Cecil Beaton, Visconti y Warhol (a quien entrevistó en la cama). Y Antonioni se basó en David Bailey para el protagonista de su película ‘Blow-Up’, el fotógrafo de moda David Hemming. El productor Carlo Ponti, marido de Sofia Loren, le había ofrecido protagonizarla. «Creo que no le gustaba mucho esa película. No es una representación justa de Bailey. Nadie juega al tenis en el East End. Él fue una de las inspiraciones de la película, pero Antonioni nunca dijo que fuera una película sobre Bailey», comenta su hijo.

Siente adoración por Picasso, su ‘héroe’: «La primera mitad del siglo XX perteneció a Picasso; la segunda, a la fotografía». ¿Qué le atrae del artista español? ¿Qué huella ha dejado en su trabajo? «Me gusta su entusiasmo por todo. En cuanto a la huella que ha dejado en mi obra, eso lo dirán otros». Dicen los comisarios que, al igual que Picasso, «él también hacía lo que le daba la gana. Admiraba su trabajo. Al ver libros de Picasso en casa de un amigo se dio cuenta de que había una forma diferente de representar, de ver o de reconstruir el mundo en Picasso. Fue algo fresco y nuevo para Bailey. De Picasso lo que le gustaba era la capacidad de reinventarse constantemente y su deseo de romper las reglas. Conoció a Dalí. Dijo que no admiraba mucho su obra, pero que era una persona fascinante. El hombre era la obra de arte».

Pese a haber hecho más de 350 portadas de ‘Vogue’ (fue el fotógrafo más importante de esa revista), parece que nunca se ha considerado un fotógrafo de moda. Al menos, era secundaria para él. Entre sus musas, Jean Shrimpton (su primera gran musa y amante; «era mágica y la cámara la adoraba, tenía un don natural»), Penelope Tree (también mantuvo con ella una relación sentimental), Twiggy, Sue Murray, Marie Helvin, Kate Moss… «Él se considera a sí mismo un retratista. Lo que le interesa son los retratos de las personas. Le gusta simplificar todo, quitar todo lo que distraiga».

Imagen principal - Arriba, imagen de David Bailey para 'Vogue', años 70. Sobre estas líneas, a la izquierda, Fenton Bailey, con el retrato que su padre hijo a la Reina Isabel II en 2014. A la derecha, Catherine Deneuve con flamenco para 'Vogue', 1967
Imagen secundaria 1 - Arriba, imagen de David Bailey para 'Vogue', años 70. Sobre estas líneas, a la izquierda, Fenton Bailey, con el retrato que su padre hijo a la Reina Isabel II en 2014. A la derecha, Catherine Deneuve con flamenco para 'Vogue', 1967
Imagen secundaria 2 - Arriba, imagen de David Bailey para 'Vogue', años 70. Sobre estas líneas, a la izquierda, Fenton Bailey, con el retrato que su padre hijo a la Reina Isabel II en 2014. A la derecha, Catherine Deneuve con flamenco para 'Vogue', 1967
De la Reina de Inglaterra a Catherine Deneuve
Arriba, imagen de David Bailey para ‘Vogue’, años 70. Sobre estas líneas, a la izquierda, Fenton Bailey, con el retrato que su padre hijo a la Reina Isabel II en 2014. A la derecha, Catherine Deneuve con flamenco para ‘Vogue’, 1967
Efe y ABC

La parte central de la exposición la ocupan sus ‘Box of Pin-Ups’: portfolio de 1965 que incluye a 36 miembros de la escena londinense, un ensayo sobre la naturaleza transitoria de la fama y crónica incisiva del ‘Swinging London’: retratos crudos, audaces, con encuadres muy ajustados a la cabeza y los hombros contra un fondo blanco intensamente iluminado. Además, ejemplares de ‘Ritz’, revista de moda, estilo y cotilleos que fundó Bailey en 1976 junto con David Litchfield, y una vitrina de curiosidades, similar a los gabinetes del XIX, con objetos de su estudio: máscaras tribales, animales disecados, libros, relojes de arena, gafas, una gorra de béisbol, soldaditos, cámaras de fotos… Diana Vreeland, editora de ‘Vogue’, decía que «el estudio de Irving Penn era una catedral; el de Bailey, un bar de copas, una discoteca». Y Francis Hodgson añadía: «Cuando vas al estudio de Bailey, te subes al cuadrilátero con él y él te buscará».

Marta Ortega, presidenta no ejecutiva de Inditex y presidenta de la Fundación MOP, dice que David Bailey «cambió alegremente las rigideces del estudio por las calles de Nueva York y Londres y desarrolló un nuevo vocabulario de forma y gestualidad corporal. Es dueño de un lenguaje visual absolutamente propio. Nadie se movió con mayor soltura que él por los mundos de la música, la moda y el estilo de los años 60. Esta maravillosa exposición captura una fugaz época dorada que cambió por completo la historia del estilo, la fotografía y la cultura».

En 2020, David Bailey publicó su autobiografía, ‘Look again’, en la que no se muerde la lengua. ¿Está en el punto de mira del #MeToo por todas sus conquistas con las modelos con las que trabajó? Él asegura que tuvo muchas relaciones con modelos, pero que siempre fueron consentidas y jamás a cambio de favores o de contratos profesionales. «Es muy amigo de sus exmujeres. Nunca ha tenido ningún problema. Todo ha sido absolutamente consentido. Han sido felices. En los años 60 en Londres las relaciones eran mucho más abiertas, todas consentidas. Bailey formaba parte de la escena de la Movida londinense de esa época. Penelope Tree, una de las modelos, que vendrá el lunes a dar una charla, dice que las mujeres lo adoraban y que Bailey era la mejor compañía y el más encantador con el que trabajaron. No es que él fuese un seductor, sino que había muchas mujeres que querían ser fotografiadas por Bailey», dice Marlow. Un retrato hecho por él equivale a un sello en el pasaporte a la fama. Apunta su hijo Fenton que «él amó a todas sus parejas, él ha estado con mi madre (Catherine Dyer, presente este viernes en la exposición) durante los últimos 40 años». «Yo no conozco a muchos hombres que tengan varias exmujeres y ninguna de ellas tenga nada malo que decir sobre él», advierte Marlow.

Una parte de la muestra está dedicada a los desnudos. «Él los trataba como una obra de arte, de forma elegante, no estaba tan sexualizado como ahora. Son fotografías que quieren narrar una historia. Hizo desnudos artísticos fantásticos. Juega bellamente con la idea del deseo. No hay nada de pornografía, hay un gran gusto y estilo. Estaba obsesionado con movimientos artísticos como el surrealismo, juega con conceptos como el fetiche, pero nada erótico», explican los comisarios.

Tiene más de treinta libros publicados, es comandante de la Orden del Imperio Británico y en 2016 se le otorgó el premio Lifetime Achievement del Centro Internacional de Fotografía de Nueva York. Entre los hitos de su carrera de seis décadas, la primera portada de ‘Vogue’ protagonizada por una mujer negra, Donyale Luna, en 1966 y, dos décadas antes de que Annie Leibovitz retratara a una embarazadísima Demi Moore para ‘Vanity Fair’, ya hizo Bailey lo propio en 1969 con Marit Allen. Su obra se encuentra en las colecciones de la National Portrait Gallery y el Victoria & Albert Museum de Londres, ciudad donde vive.

¿Qué recuerda de aquel Londres vibrante de los 60? ¿Queda hoy algo de aquella revolución del ‘Swinging London’? «La emoción de todos. No puedo hablar por todos, pero para mí la revolución continúa». Dice Fenton que su padre sigue haciendo fotos. En el catálogo de la exposición hay un retrato de Marta Ortega que ha hecho recientemente. «Pinta, hace fotografías callejeras en Regent’s Park… Todavía tiene el brillo, la chispa en los ojos».

ABC Premium

Límite de sesiones alcanzadas

  • El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.

Volver a intentarABC Premium

Has superado el límite de sesiones

  • Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.

Sigue navegando

Artículo solo para suscriptores

 RSS de noticias de cultura

FacebookX TwitterPinterestLinkedInTumblrRedditVKWhatsAppEmail
Trump anuncia el fin de las negociaciones con Canadá en respuesta a la imposición de un “impuesto digital”
Cuerpo peleará por presidir el Eurogrupo en pleno choque de Sánchez con la UE
Leer también
Cultura

El Rey elogia el periodismo frente al «ruido» y la «simplificación»

julio 8, 2025
Internacional

El Supremo de Estados Unidos permite a Trump reanudar los despidos masivos en agencias federales

julio 8, 2025
Deportes

El brasileño João Pedro acaba con su Fluminense y con el fútbol sudamericano en el Mundial de Clubes

julio 8, 2025
Cultura

Pepe Moral hace el camino con Lioso

julio 8, 2025
Cultura

La entrega de los premios Cavia 2025: Jorge Fernández Díaz, Carlos Alsina y Txema Rodríguez, los galardonados

julio 8, 2025
Nacional

Un millar de personas clama contra los cortes de luz en Sevilla, que se extienden a nuevos barrios

julio 8, 2025
Cargar más
Novedades

El Rey elogia el periodismo frente al «ruido» y la «simplificación»

julio 8, 2025

El Supremo de Estados Unidos permite a Trump reanudar los despidos masivos en agencias federales

julio 8, 2025

El brasileño João Pedro acaba con su Fluminense y con el fútbol sudamericano en el Mundial de Clubes

julio 8, 2025

Pepe Moral hace el camino con Lioso

julio 8, 2025

La entrega de los premios Cavia 2025: Jorge Fernández Díaz, Carlos Alsina y Txema Rodríguez, los galardonados

julio 8, 2025

Un millar de personas clama contra los cortes de luz en Sevilla, que se extienden a nuevos barrios

julio 8, 2025

Fallece Suso Díaz, padre de Yolanda Díaz, histórico sindicalista gallego

julio 8, 2025

Txema Rodríguez, premio Mingote: «La honestidad de una imagen puede llevar esperanza a quienes la necesitan»

julio 8, 2025

Carlos Alsina, premio Luca de Tena: «Cambié la prensa por la radio y desde entonces no he parado de escribir»

julio 8, 2025

Jorge Fernández Díaz, premio Cavia: «En un mundo donde la mentira es ley, la verdad seguirá siendo un negocio noble»

julio 8, 2025

    VozUniversal

    © 2024 VozUniversal. Todos los derechos reservados.
    • Aviso Legal
    • Política de Cookies
    • Política de Privacidad
    • Contacto