Las celebraciones del Orgullo Vallekano en Madrid, previstas para las próximas semanas, penden de un hilo. Los organizadores denuncian que la Junta Municipal del distrito de Puente de Vallecas ha retirado el apoyo técnico y el material previamente confirmado para la celebración de algunas de sus actividades. Una decisión de “última hora” que los impulsores del proyecto vinculan directamente con una represalia por la cacerolada convocada por el colectivo el 18 de mayo, en la que interrumpieron la Feria del Libro de Vallecas en protesta de la participación de una autora “conocida por sus discursos contra la población trans”. “Es represión encubierta”, critican.
La Junta de Puente de Vallecas deja el evento sin escenario, sonido, iluminación y técnicos a solo una semana de la cita
Las celebraciones del Orgullo Vallekano en Madrid, previstas para las próximas semanas, penden de un hilo. Los organizadores denuncian que la Junta Municipal del distrito de Puente de Vallecas ha retirado el apoyo técnico y el material previamente confirmado para la celebración de algunas de sus actividades. Una decisión de “última hora” que los impulsores del proyecto vinculan directamente con una represalia por la cacerolada convocada por el colectivo el 18 de mayo, en la que interrumpieron la Feria del Libro de Vallecas en protesta de la participación de una autora “conocida por sus discursos contra la población trans”. “Es represión encubierta”, critican.
Los festejos afectados son el TETAfest, un evento cultural que se realiza desde 2017 y que está previsto para el 6, 7 y 8 de junio, que reúne arte, música y que “representa un punto de encuentro comunitario basado en los valores de la igualdad, el feminismo, el antirracismo y la diversidad”. Y también los conciertos con los que se planeaba cerrar la marcha reivindicativa del sábado 21 de junio.
El Consistorio les comunicó la decisión mediante un correo electrónico el 20 de mayo y, según han asegurado los organizadores, no iba acompañada por un informe técnico que la justifique, pese a que el evento fue aprobado en febrero en el calendario oficial.
“Se nos comunicó que no se nos facilitaría el escenario, el sonido, la iluminación, los técnicos ni los baños químicos. La infraestructura básica para el desarrollo del evento”, detalla Ana Magab, portavoz de la organización.
Magab relaciona la decisión directamente con una cacerolada “pacífica” que realizaron el 18 de mayo durante la Feria del Libro de Vallecas en protesta por la participación de una autora a la que acusan de hacer discursos de odio contra la población trans.
“La junta no quería que la realizáramos, nos insistió para que no la hiciéramos y casualmente dos días después no llegó la notificación”, agrega Magab. “Podemos creer que esta decisión arbitraria tiene mucho que ver con esto”.
Además, el 29 de mayo también les llegó la negativa de los permisos para los conciertos, una actividad que se realizaría por primera vez en esta edición en las canchas deportivas de calle de la Diligencia. El año pasado también solicitaron el permiso correspondiente, pero reconocen que no lo hicieron en el plazo debido. “Este año la documentación se envió a tiempo”, insisten.
Esto contrapone un portavoz municipal. “Las fiestas del TetaFest, promovidas por Orgullo Vallekano tienen reconocimiento como festejo popular por parte del Pleno de la Junta Municipal del Distrito de Puente de Vallecas, sin que dicho reconocimiento conlleve la obligación de la Administración de suministrar apoyo material o técnico para su celebración como así se desprende de la Ordenanza Reguladora de la Gestión de Recintos de Ferias y Festejos Populares de las Juntas Municipales de Distrito, de 30 de julio de 1998″, argumenta.
A lo que añade: “La gestión y el suministro de dichos apoyos materiales, que tiene carácter discrecional, se realiza por parte de la junta municipal de distrito atendiendo a criterios de disponibilidad, gestión presupuestaria e interés público, no pudiendo atenderse en muchos casos todas las demandas que se plantean por parte de entidades y colectivos”.
En cualquier caso, las trabas han llevado a los organizadores a solicitar ayuda a través de las redes sociales. “¡Te necesitamos! Están en grave riesgo los conciertos autogestionados del Orgullo 2025. Juntes podemos hacerlo posible. Colabora en nuestro goteo”, dice una de las publicaciones de la organización.
En la web de la recaudación se puede ver que la organización ya ha llegado al monto óptimo para realizar las actividades y, de momento, al menos el TETAfest se mantendrá. “Es un colectivo que no se va a callar, vamos a seguir luchando por los derechos de todos los colectivos que sufren represión. Al final los que queremos es transmitir es que la Junta lo que está haciendo reprimir sin decir que está reprimiendo. Es una represión en cubierta”, insiste la portavoz.
El colectivo denuncia que en Vallecas no es la primera vez que se revocan permisos o se obstaculiza el trabajo que sostiene la vida cotidiana y la cultura popular. “Desde bibliotecas hasta ferias, pasando por eventos comunitarios y celebraciones barriales, vemos con preocupación cómo se intenta vaciar de contenido político, afectivo y vecinal estos espacios, especialmente cuando provienen de organizaciones autoorganizadas y con años de trabajo a sus espaldas”, critican.