El Barcelona sigue persiguiendo regresar a la norma del 1:1 que exige el fair play financiero. Se muestra optimista con la evolución y situación financiera, a pesar de que los plazos son ajustados. El club azulgrana prevé equilibrar sus cuentas y su gasto salarial a mediados de agosto una vez se valide el informe de sus auditores. Solo entonces tendrá el club capacidad para operar libremente e inscribir jugadores en LaLiga. Para ello, Crowe Global, el auditor, debe certificar en su informe los 100 millones de euros por la explotación de los 475 asientos VIP del nuevo estadio. Se espera que el auditor confirme la operación a finales de julio o principios de agosto, y que entonces se entregue a LaLiga para que lo valide a mediados de mes. Pero también será necesaria otra operación: la venta de algún jugador importante, como podría ser, Marc-André Ter Stegen, sin hueco en la portería tras el fichaje de Joan García, así como la salida de algún central. De esta manera, el Barcelona regularizaría su situación económica y tendría capacidad para inscribir a Joan García, Wojciech Szczęsny —recientemente renovado hasta 2027—, algún posible fichaje aún por llegar, probablemente un delantero, y el nuevo contrato de Frenkie de Jong. Pero el tiempo apremia: el Barcelona debutará en Liga el próximo 16 de agosto.
El club azulgrana necesita certificar los 100 millones de euros de los 475 asientos VIP y vender algún futbolista importante
El Barcelona sigue persiguiendo regresar a la norma del 1:1 que exige el fair play financiero. Se muestra optimista con la evolución y situación financiera, a pesar de que los plazos son ajustados. El club azulgrana prevé equilibrar sus cuentas y su gasto salarial a mediados de agosto una vez se valide el informe de sus auditores. Solo entonces tendrá el club capacidad para operar libremente e inscribir jugadores en LaLiga. Para ello, Crowe Global, el auditor, debe certificar en su informe los 100 millones de euros por la explotación de los 475 asientos VIP del nuevo estadio. Se espera que el auditor confirme la operación a finales de julio o principios de agosto, y que entonces se entregue a LaLiga para que lo valide a mediados de mes. Pero también será necesaria otra operación: la venta de algún jugador importante, como podría ser, Marc-André Ter Stegen, sin hueco en la portería tras el fichaje de Joan García, así como la salida de algún central. De esta manera, el Barcelona regularizaría su situación económica y tendría capacidad para inscribir a Joan García, Wojciech Szczęsny —recientemente renovado hasta 2027—, algún posible fichaje aún por llegar, probablemente un delantero, y el nuevo contrato de Frenkie de Jong. Pero el tiempo apremia: el Barcelona debutará en Liga el próximo 16 de agosto.
Será crucial que Crowe Global certifique los 100 millones procedentes de los asientos VIP del nuevo Spotify Camp Nou de la empresa catarí Fortia Advisor Limited (30 millones) y de New Era Visionary Group (70 millones). La primera compañía ya abonó su parte al completo, pero la segunda, de los Emiratos Árabes, pagó 28 millones. También será necesario que los auditores certifiquen que esos 42 millones restantes —previstos en dos tandas, una en septiembre y otra a finales de este año o a principios del próximo— como comprometidos.
La cesión de explotación de dichos asientos se dio para inscribir a Dani Olmo y a Pau Víctor, aunque se necesitó pasar por el Consejo Superior de Deportes (CSD) para poder lograrlo. Entonces el Barcelona operó con normalidad bajo la norma 1:1, renovando también a parte de sus jugadores, como Pedri o Gavi. Pero el pasado 2 de abril la situación volvió a torcerse. En un informe periódico que el Barcelona presentó a la patronal, el auditor no aceptaba esos 100 millones como un activo por no estar construidos, y volvió a estar fuera de la norma 1:1. Ahora esperan que el auditor lo certifique.
También será necesario cerrar una venta importante para acabar de regularizar el fair play financiero. La que más resuena es la de Ter Stegen, que este jueves adelantó su regreso a los entrenamientos en la Ciudad Deportiva, y que tenía una conversación pendiente con Hansi Flick: el técnico es el encargado de comunicarle que el primer portero será Joan García, y el segundo Szczęsny. Flick regresó el jueves a Barcelona, y este viernes ya ha aparecido en la Ciudad Deportiva. Pero Ter Stegen, con un elevado sueldo, tiene contrato en vigor hasta 2028 y su intención es, hasta el momento, continuar en el club y luchar por su puesto. Otra carpeta que el técnico alemán tendrá que abrir —y que podría liberar masa salarial— es la de los centrales: el Barcelona cuenta con cinco en su plantilla, y uno quizás debe que marcharse.
La refinanciación del Espai Barça también da oxígeno a las cuentas azulgranas. El Barcelona ha refinanciado a largo plazo más del 40% de la deuda, reconvirtiendo un total de “424 millones de deuda —que vencía en 2028— hacia una nueva estructura que empezará a devolverse en 2033 y se terminará de pagar en 2050”, aseguró la entidad presidida por Joan Laporta. Manel del Río, director corporativo azulgrana, ha explicado que “el riesgo al que podría estar expuesto en 2028 era grande”, por lo que la estrategia pasaba por minimizarlos.
Además de los problemas económicos, el Barça tiene otros frentes abiertos para llegar a tiempo a celebrar el trofeo Joan Gamper el 10 de agosto ante el Como —a falta del anuncio oficial— en el Camp Nou. El club azulgrana ya ha recibido la licencia de actividades y de obras que le permite jugar, pero ahora necesita obtener la licencia de primera ocupación que autoriza la entrada de público, y que espera recibir a finales de julio. Pero el Ayuntamiento de Barcelona lo ha dejado claro: hasta que no terminen las obras en el subsuelo y en la primera y segunda gradería, no otorgará la licencia. Se espera una capacidad reducida, alrededor de unos 30.000 espectadores, la mitad de los 60.000 que, según las previsiones, acogería al empezar LaLiga. Esto ocurriría en la cuarta jornada, contra el Valencia, tras haber solicitado el Barcelona jugar los primeros tres partidos fuera de casa.
Habría que esperar, si no hay retrasos, hasta inicios de la temporada 2026-2027 para que las obras estén finalizadas, con cubierta y un aforo total de 105.000 espectadores. Para entonces, el Barcelona trabaja en una inauguración con Leo Messi como protagonista en un acto que sirva de homenaje al 10, ya que no pudo despedirse de la afición en el estadio tras su salida en verano de 2021. Pero para eso aún queda mucho camino por recorrer y muchas carpetas por cerrar.
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