El plante de Sánchez en la OTAN acerca a la coalición en un momento crítico por la corrupción en el PSOE

Pedro Sánchez no marca los tiempos de la OTAN: no fija las cumbres ni el momento en el que Mark Rutte, su secretario general, decidió poner encima de la mesa formalmente la propuesta de aumentar el gasto en defensa y seguridad al 5% del PIB, un salto enorme desde el 2% comprometido en 2014. Sin embargo, el presidente español sí está aprovechando el momento, que no ha marcado él, para tratar de poner todo el foco en esta gran batalla política frente a Donald Trump y recoser la coalición y la mayoría de investidura en un momento crítico por los escándalos de corrupción en el PSOE. Y el presidente de EEUU además refuerza esta estrategia al entrar directamente al choque con el Gobierno español. “España tiene que pagar lo mismo que todo el mundo. España ha sido famosa por su poca contribución”, sentenció en la noche del viernes.

Con su plante, con una dura carta en la que dice que España no puede asumir ese aumento porque supondría asumir recortes importantes en el gasto social, en sanidad y educación —España ni siquiera llega al 5% del PIB en esta última, por lo que la OTAN está planteando que el presupuesto en defensa sea superior al educativo—, Sánchez también intenta atraerse el apoyo del votante progresista, ahora en un momento muy bajo por el escándalo, pero que según las encuestas rechaza ese gran aumento del gasto en defensa hasta el 5%.

Distintas fuentes del Gobierno venían planteando en privado la posibilidad de este plante desde hace semanas, mucho antes del informe de la UCO que implicaba a Santos Cerdán. Esto es, no parece una decisión tomada como consecuencia del escándalo. Era algo que ya estaba encima de la mesa y que se había hablado mucho dentro de la coalición del PSOE y Sumar, especialmente entre Sánchez y Yolanda Díaz, porque es un tema estratégico y el grupo minoritario rechaza incluso el aumento al 2% este año y mucho más al 5%. Sin embargo, el presidente es especialista, como suele decir a menudo, en “hacer de la necesidad virtud”, y por tanto piensa aprovechar al máximo esta oportunidad en un momento muy delicado en el que está en juego su supervivencia política y la de su Gobierno, según coinciden diversas fuentes.

Sumar no considera que esta cuestión resuelva todos los problemas, y sigue exigiendo a Sánchez que dé más explicaciones y tome más medidas para recuperar la confianza de los votantes progresistas y de la sociedad en general. También otros socios, como ERC o el PNV, que están exigiendo a Sánchez, por ejemplo, que haga una comparecencia específica sobre la corrupción y no la mezcle el 9 de julio con la OTAN, el Consejo Europeo y la cumbre de la ONU en Sevilla. Sin embargo, esta decisión del plantón a la OTAN sí sirve para engrasar un poco las relaciones dentro de la mayoría porque es probable que tenga el apoyo de la mayoría de los grupos, aunque algunos aún no se han pronunciado.

Una buena muestra es lzquierda Unida, que tiene este asunto como central, porque nació precisamente de la movilización por el no en el referéndum sobre la OTAN de 1986 y ha llegado a amagar con que un gran aumento del gasto en defensa podría hacer que se replantearan su salida del Gobierno. El coordinador general de IU, Antonio Maíllo, dijo este jueves que el plante de Sánchez va “por la línea de la no bunkerización” y de tomar decisiones para defender el gasto social y destacó que su partido va a apoyar al Gobierno “en esa clave”. Maíllo dijo que esta decisión va en línea con lo que exigen unos ciudadanos “desmoralizados” por los escándalos de corrupción en el PSOE y que supone “una posibilidad de reconexión” con ellos.

Por el contrario, Podemos, también muy crítico con el aumento del gasto en defensa que ya había decidido Sánchez, de 10.400 millones de euros para llegar al 2% este año, cree que al final Sánchez se plegará a lo que le diga Donald Trump. En declaraciones a TV3, la eurodiputada Irene Montero dijo que la carta se hace para lograr “un titular grandilocuente” en un momento de dificultad por el caso Koldo, pero en realidad, en cuestiones de defensa, “las decisiones las está tomando EEUU, el fascista de Donald Trump, y España se someterá a Washington y al final será el 5%”.