El Paris Saint-Germain, la máquina de fútbol que trituró al Inter de Milán en la final de la Champions (5-0), devolvió al Real Madrid a su realidad de equipo a medias entre la falta de cocción y el punto demasiado pasado. El equipo recién asumido por Xabi Alonso se encuentra todavía lejísimos de la cumbre que ocupa ahora el equipo de Luis Enrique, que hizo lo que quiso con un Madrid que comenzó tirándose él solo por el barranco con dos errores gravísimos de Asencio y Rüdiger. El batacazo empezó en eso, pero continuó luego con un desarrollo en el que el Real no emitió señal alguna de poder acercarse a un PSG que disputará este domingo en Nueva Jersey contra el Chelsea la primera final del nuevo formato del Mundial de Clubes (21.00, Dazn y Telecinco). Luis Enrique devolvió al Madrid al pasado de hace unas semanas, cuando parecía un equipo en desintegración, absoluto fin de ciclo.
El equipo de Luis Enrique jugará la final contra el Chelsea tras golear al de Xabi Alonso, que empezó con dos errores muy graves de Asencio y Rüdiger y siempre estuvo muy lejos del gran fútbol de los franceses

PSG
PSG
4
Fabián 5′, 23′,
Ousmane Dembélé 8′,
Goncalo Ramos 87′

Real Madrid
RMA
El equipo de Luis Enrique jugará la final contra el Chelsea tras golear al de Xabi Alonso, que empezó con dos errores muy graves de Asencio y Rüdiger y siempre estuvo muy lejos del gran fútbol de los franceses

El Paris Saint-Germain, la máquina de fútbol que trituró al Inter de Milán en la final de la Champions (5-0), devolvió al Real Madrid a su realidad de equipo a medias entre la falta de cocción y el punto demasiado pasado. El equipo recién asumido por Xabi Alonso se encuentra todavía lejísimos de la cumbre que ocupa ahora el equipo de Luis Enrique, que hizo lo que quiso con un Madrid que comenzó tirándose él solo por el barranco con dos errores gravísimos de Asencio y Rüdiger. El batacazo empezó en eso, pero continuó luego con un desarrollo en el que el Real no emitió señal alguna de poder acercarse a un PSG que disputará este domingo en Nueva Jersey contra el Chelsea la primera final del nuevo formato del Mundial de Clubes (21.00, Dazn y Telecinco). Luis Enrique devolvió al Madrid al pasado de hace unas semanas, cuando parecía un equipo en desintegración, absoluto fin de ciclo.
PSGPSG

4
Gianluigi Donnarumma, Nuno Mendes (Lee Kang-In, min. 78), Beraldo, Marquinhos, Achraf Hakimi, Vitinha, João Neves, Fabián Ruiz (Warren Zaïre-Emery, min. 65), Khvicha Kvaratskhelia (Bradley Barcola, min. 58), Désiré Doué (Senny Mayulu, min. 65) y Ousmane Dembélé (Gonçalo Ramos, min. 58)
RMAReal Madrid

Thibaut Courtois, Raúl Asencio (Éder Militão, min. 63), Antonio Rüdiger, Federico Valverde, Fran García, Gonzalo García (Dani Carvajal, min. 70), Aurélien Tchouaméni, Jude Bellingham (Luka Modric, min. 63), Arda Güler (Lucas Vázquez, min. 82), Kylian Mbappé y Vinícius Júnior (Brahim Díaz, min. 64)
Goles
1-0 min. 5: Fabián. 2-0 min. 8: Ousmane Dembélé. 3-0 min. 23: Fabián. 4-0 min. 87: Goncalo Ramos
Arbitro Szymon Marciniak
Tarjetas amarillas
Aurelien Tchouameni (min. 27), João Neves (min. 46), Dani Carvajal (min. 72)
La semifinal se retrasó diez minutos porque el autobús de los blancos sufrió un problema en un túnel camino al estadio y llegó tarde. Como había llegado tarde la noche antes a Nueva York por el efecto de las tormentas en el despegue de su avión en Palm Beach y después en el aterrizaje, que solo pudieron completar después de más de una hora volando en círculo. Al partido con el PSG también llegó tardísimo. En realidad pareció no haberse presentado. En solo nueve minutos ya había recibido dos goles. Y eso que Courtois había realizado dos paradas de gran dificultad. El Madrid era la nada. Y una nada desorientada.
Asencio sumó otro despropósito a un Mundial lleno de desaciertos. Se lió con un despeje en el área con Dembélé a su lado. El francés se llevó la pelota y Courtois le derribó cuando iba a marcar, pero el balón le cayó a Fabián y el español empezó a decidir el encuentro cuando apenas había empezado. El error de Asencio se produjo casi en el mismo minuto en el que le expulsaron contra el Pachuca por agarrar a Rondón, su segundo gran fallo después del penalti con el que Al Hilal les empató en el primer partido.
El canario no era el único central que no había llegado al estadio pese a que se le veía allí. Menos de cuatro minutos después Rüdiger intentó un pase y le salió una patada al aire. Dembélé aprovechó y anotó el segundo solo ante Courtois.
El Madrid era transparente, de nuevo aquella versión desganada e inane de los últimos meses, precisamente en un día en que Xabi no contaba con los dos fichajes que le hicieron para el Mundial: no estaba Huijsen por otra roja innecesaria y faltaba Trent por molestias musculares. Pero esta vez la languidez del Madrid se encontró con un equipo con un dominio extraordinario del juego en todas sus suertes, a todas las velocidades.
El partido era todo lo que se le antojaba al PSG en todas partes, bajo la dirección de Vitinha, escoltado por Fabián y João Neves. El trío manejaba la pelota y con ella al Real. El equipo de Xabi se encontraba siempre lejos de todo lo que sucedía. Porque los franceses los mantenían alejados. También porque al Madrid se le había evaporado toda energía. Ni rastro de posibilidad de reacción, cuando el PSG aceleró de nuevo y Fabián marcó el tercero. El Madrid había recibido tres goles y Courtois ya llevaba tres paradas.
Eso era el partido: aguardar a que el equipo de Luis Enrique decidiera activar a Doué, Dembélé y Kvaratskhelia para ir a por otro. Porque enfrente no tenía nada: un tiro en los primeros 70 minutos. Habían perdido hasta la precisión de pases sencillos. No acertaba Vinicius, no acertaba Mbappé. Lo poco que emprendía el Madrid se diluía enseguida.
Solo entrevió la luz cuando el equipo de Luis Enrique levantó algo el pie, pero la distancia en el marcador y en el campo era tanta que ese respiro apenas les permitió levantarse. Los franceses no necesitaban más y el Madrid no tenía más. La tarde quedó para las despedidas y los regresos. Luka Modrić y Lucas Vázquez tuvieron sus últimos minutos con la camiseta del Madrid en ese paisaje posnuclear vacío de esperanzas.
Tampoco quedaba ya apenas pelea, lo que dejaba un escenario propicio para que volvieran a jugar después de tanto tiempo Dani Carvajal y Eder Militão. Pero en esa especie de tregua desolada el PSG todavía tuvo otro fogonazo a la carrera y un cuarto gol después de una fantasía de Gonçalo Ramos en el área. Al Madrid aún le falta mucho para regresar al espacio de excelencia que ahora domina el equipo de Luis Enrique.
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Sobre la firma

Sigue la información del Real Madrid y la selección española en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de la sección de Deportes. Ha cubierto los Juegos Olímpicos, el Mundial de fútbol y la Eurocopa. Antes trabajó en ABC, El Español, ADN, Telemadrid, y La Gaceta de los Negocios. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra.
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