Cuando en el pasado los bancos buscaban operaciones corporativas lo hacían ante la mala situación económica, crisis en el sector y bajos tipos de interés. El gran proceso de concentración, casi obligado, llegó con la crisis financiera y luego en el Covid volvió a ganar peso. Ahora, en un momento radicalmente opuesto de buena salud en las entidades financieras y la economía, el sector español enfoca de nuevo las fusiones y adquisiciones , pero con objetivos distintos. Los movimientos son un hecho, y muy variados. BBVA lleva más de un año intentando hacerse con el Banco Sabadell en una opa eterna que, ahora sí, parece que apunta ya a su final en los dos-tres próximos meses; el propio Sabadell se acercó en diferentes momentos a Abanca y Unicaja, como trascendió en medios; el Santander ha adquirido recientemente la filial británica del Sabadell , TSB, a cambio de más de 3.000 millones de euros; Caixabank probó a intentar comprar Novo Banco en Portugal pero se le adelantó una entidad francesa; y ahora Bankinter, según señaló su consejera delegada a Bloomberg, piensa en operaciones para expandirse por Europa.Noticia Relacionada estandar Si Banco Sabadell vende su filial británica por más de 3.000 millones y dará un dividendo histórico para repeler a BBVA Daniel Caballero Banco Santander adquiere TSB, aunque la operación primero tendrá que ser autorizada por la junta de accionistas de los catalanesEl objetivo de todos ellos no es afrontar una crisis sectorial sino ganar tamaño, eficiencia, rentabilidad. Marta Alberni, consultora de Afi, destaca que los movimientos que se están viendo o intentando están alineados «con un mensaje favorable desde Europa de la necesidad de crear entidades bancarias de gran tamaño. Entidades más fuertes, resilientes y con capacidad de competir con otras entidades a nivel global. Con mayor tamaño tienen una capacidad mayor de financiar grandes proyectos». «Se buscan entidades de mayor tamaño, más competitivas. Y la vía más clara y rápida son las operaciones corporativas», añade. Este es uno de los principales argumentos que esgrime BBVA en su opa, la necesidad de tener tamaño para mirar de tú a tú a los americanos. Fuentes financieras sostienen que el mensaje que han machacado los vascos desde que iniciaron esta operación puede haber contagiado en parte al resto del sector, en el sentido de haber servido como un aliciente para que otras entidades busquen hacerse también más grandes.Fernando Rojas, profesor asociado de Banking & Finance de Cunef, hace hincapié en que con la situación actual de tipos y la economía estabilizada, «parece que ya hay menos incertidumbre de cara a los próximos años, lo que ha permitido que la banca española se fije otros objetivos de crecimiento, como el inorgánico». Y apunta a que la banca nacional está teniendo una fuerte generación de capital orgánico a través de los beneficios principalmente que les permite, por un lado, dar más remuneración a sus accionistas y, por otro, apostar por el crecimiento inorgánico.Las claves Operaciones Los ejemplos son varios. BBVA lleva más de un año intentando hacerse con el Sabadell; el propio Sabadell se acercó en diferentes momentos a Abanca y Unicaja; el Santander ha adquirido TSB; Caixabank probó a intentar comprar Novo Banco; y ahora Bankinter busca expandirse más por Europa. Objetivos Aupados por la Unión Europea, y con BBVA a la cabeza, en el sector cala la idea de que se necesitan bancos más grandes, rentables y competitivos, en comparación a Estados Unidos. Nuevos mercados Otra opción de crecimiento es entrar de cero en nuevos mercados, como hace BBVA en Italia y Alemania, o el Santander a través por ejemplo de Openbank. Esta opción no es sencilla, ni rápida. En este sentido, este último experto sostiene que las operaciones nacionales lo que buscan son sinergias de costes principalmente, pero que en tanto en cuanto «uno de los objetivos de la banca es la remuneración al accionista, la búsqueda de rentabilidad es el fin último». Cabe destacar que todo el sector financiero español ha disparado sus dividendos estos años y ha hecho un uso muy intensivo de las recompras de acciones como fórmula de remuneración al accionista. Arturo Derteano, socio del sector financiero en la consultora BIP Iberia, confirma que en la estrategia de los bancos siempre están tres palabras: «Crecimiento, rentabilidad y sostenibilidad». Se refiere a que las entidades lo que buscan es un crecimiento rentable y sostenible en el tiempo, pero «de forma orgánica cada vez es más difícil porque el sector cada vez es más competido, se ha concentrado mucho y el país está muy bancarizado. Es difícil encontrar núcleos de población que no estén explotados». De ahí que buscar operaciones sea una opción para ganar tamaño y expandirse, ya sea dentro o fuera de España. Así las cosas, los movimientos que se ven en el sector financiero son tanto de crecimiento en España como fuera. El último en apuntar hacia el extranjero para expandirse ha sido Bankinter , que lleva una década sin hacer este tipo de andanzas. Cosa distinta son las fusiones transfronterizas, «las cuales al final presentan dificultades. La generación de sinergias sobre todo en costes puede estar más limitada y hay falta de homogeneidad a nivel europeo, falta un marco común con una unión bancaria», recoge Alberni. Derteano, por su parte, también recuerda que las concentraciones transfronterizas en Europa tienen sentido desde un punto de vista de política económica, pero no siempre lo tienen desde el lado empresarial. Más allá de ello, otra manera de crecer está en abrirse a nuevos mercados desde cero. Rojas destaca esta posibilidad gracias a la generación de capital que están teniendo las entidades, que les permite lanzarse a invertir en nuevos mercados a través de filiales. Aunque esto no es una solución fácil tampoco ni rápida. Ejemplo de la búsqueda de tamaño con nuevos mercados es precisamente BBVA, que acaba de abrir en Alemania y desde hace pocos años está en Italia también, a través de entidades digitales. Asimismo, el Santander, a través de su filial digital Openbank , también está abriéndose a más mercados para expandir esta marca, como en México y Estados Unidos.Oposición públicaPese a todo, la voluntad de las entidades financieras de hacerse grande también choca con el posicionamiento político, y no solo en España sino en el conjunto del Viejo Continente. El caso que más nos toca de cerca es la opa de BBVA sobre Sabadell, que ha generado el rechazo del Gobierno de Pedro Sánchez, el cual ha vetado la fusión posterior por al menos tres años. Fuera de España, en Portugal mostraron su rechazo a la posible compra de Novo Banco por parte de Caixabank dada la posición que alcanzaría en ese país. En Italia, el Ejecutivo también se ha mostrado en contra de la operación de UniCredit sobre BPM y ha fijado condiciones. En Alemania ha ocurrido igual con las adquisiciones de UniCredit en Commerzbank, que han despertado la oposición del Gobierno germano. Múltiples ejemplos de que los deseos de la banca se topan con las autoridades. Cuando en el pasado los bancos buscaban operaciones corporativas lo hacían ante la mala situación económica, crisis en el sector y bajos tipos de interés. El gran proceso de concentración, casi obligado, llegó con la crisis financiera y luego en el Covid volvió a ganar peso. Ahora, en un momento radicalmente opuesto de buena salud en las entidades financieras y la economía, el sector español enfoca de nuevo las fusiones y adquisiciones , pero con objetivos distintos. Los movimientos son un hecho, y muy variados. BBVA lleva más de un año intentando hacerse con el Banco Sabadell en una opa eterna que, ahora sí, parece que apunta ya a su final en los dos-tres próximos meses; el propio Sabadell se acercó en diferentes momentos a Abanca y Unicaja, como trascendió en medios; el Santander ha adquirido recientemente la filial británica del Sabadell , TSB, a cambio de más de 3.000 millones de euros; Caixabank probó a intentar comprar Novo Banco en Portugal pero se le adelantó una entidad francesa; y ahora Bankinter, según señaló su consejera delegada a Bloomberg, piensa en operaciones para expandirse por Europa.Noticia Relacionada estandar Si Banco Sabadell vende su filial británica por más de 3.000 millones y dará un dividendo histórico para repeler a BBVA Daniel Caballero Banco Santander adquiere TSB, aunque la operación primero tendrá que ser autorizada por la junta de accionistas de los catalanesEl objetivo de todos ellos no es afrontar una crisis sectorial sino ganar tamaño, eficiencia, rentabilidad. Marta Alberni, consultora de Afi, destaca que los movimientos que se están viendo o intentando están alineados «con un mensaje favorable desde Europa de la necesidad de crear entidades bancarias de gran tamaño. Entidades más fuertes, resilientes y con capacidad de competir con otras entidades a nivel global. Con mayor tamaño tienen una capacidad mayor de financiar grandes proyectos». «Se buscan entidades de mayor tamaño, más competitivas. Y la vía más clara y rápida son las operaciones corporativas», añade. Este es uno de los principales argumentos que esgrime BBVA en su opa, la necesidad de tener tamaño para mirar de tú a tú a los americanos. Fuentes financieras sostienen que el mensaje que han machacado los vascos desde que iniciaron esta operación puede haber contagiado en parte al resto del sector, en el sentido de haber servido como un aliciente para que otras entidades busquen hacerse también más grandes.Fernando Rojas, profesor asociado de Banking & Finance de Cunef, hace hincapié en que con la situación actual de tipos y la economía estabilizada, «parece que ya hay menos incertidumbre de cara a los próximos años, lo que ha permitido que la banca española se fije otros objetivos de crecimiento, como el inorgánico». Y apunta a que la banca nacional está teniendo una fuerte generación de capital orgánico a través de los beneficios principalmente que les permite, por un lado, dar más remuneración a sus accionistas y, por otro, apostar por el crecimiento inorgánico.Las claves Operaciones Los ejemplos son varios. BBVA lleva más de un año intentando hacerse con el Sabadell; el propio Sabadell se acercó en diferentes momentos a Abanca y Unicaja; el Santander ha adquirido TSB; Caixabank probó a intentar comprar Novo Banco; y ahora Bankinter busca expandirse más por Europa. Objetivos Aupados por la Unión Europea, y con BBVA a la cabeza, en el sector cala la idea de que se necesitan bancos más grandes, rentables y competitivos, en comparación a Estados Unidos. Nuevos mercados Otra opción de crecimiento es entrar de cero en nuevos mercados, como hace BBVA en Italia y Alemania, o el Santander a través por ejemplo de Openbank. Esta opción no es sencilla, ni rápida. En este sentido, este último experto sostiene que las operaciones nacionales lo que buscan son sinergias de costes principalmente, pero que en tanto en cuanto «uno de los objetivos de la banca es la remuneración al accionista, la búsqueda de rentabilidad es el fin último». Cabe destacar que todo el sector financiero español ha disparado sus dividendos estos años y ha hecho un uso muy intensivo de las recompras de acciones como fórmula de remuneración al accionista. Arturo Derteano, socio del sector financiero en la consultora BIP Iberia, confirma que en la estrategia de los bancos siempre están tres palabras: «Crecimiento, rentabilidad y sostenibilidad». Se refiere a que las entidades lo que buscan es un crecimiento rentable y sostenible en el tiempo, pero «de forma orgánica cada vez es más difícil porque el sector cada vez es más competido, se ha concentrado mucho y el país está muy bancarizado. Es difícil encontrar núcleos de población que no estén explotados». De ahí que buscar operaciones sea una opción para ganar tamaño y expandirse, ya sea dentro o fuera de España. Así las cosas, los movimientos que se ven en el sector financiero son tanto de crecimiento en España como fuera. El último en apuntar hacia el extranjero para expandirse ha sido Bankinter , que lleva una década sin hacer este tipo de andanzas. Cosa distinta son las fusiones transfronterizas, «las cuales al final presentan dificultades. La generación de sinergias sobre todo en costes puede estar más limitada y hay falta de homogeneidad a nivel europeo, falta un marco común con una unión bancaria», recoge Alberni. Derteano, por su parte, también recuerda que las concentraciones transfronterizas en Europa tienen sentido desde un punto de vista de política económica, pero no siempre lo tienen desde el lado empresarial. Más allá de ello, otra manera de crecer está en abrirse a nuevos mercados desde cero. Rojas destaca esta posibilidad gracias a la generación de capital que están teniendo las entidades, que les permite lanzarse a invertir en nuevos mercados a través de filiales. Aunque esto no es una solución fácil tampoco ni rápida. Ejemplo de la búsqueda de tamaño con nuevos mercados es precisamente BBVA, que acaba de abrir en Alemania y desde hace pocos años está en Italia también, a través de entidades digitales. Asimismo, el Santander, a través de su filial digital Openbank , también está abriéndose a más mercados para expandir esta marca, como en México y Estados Unidos.Oposición públicaPese a todo, la voluntad de las entidades financieras de hacerse grande también choca con el posicionamiento político, y no solo en España sino en el conjunto del Viejo Continente. El caso que más nos toca de cerca es la opa de BBVA sobre Sabadell, que ha generado el rechazo del Gobierno de Pedro Sánchez, el cual ha vetado la fusión posterior por al menos tres años. Fuera de España, en Portugal mostraron su rechazo a la posible compra de Novo Banco por parte de Caixabank dada la posición que alcanzaría en ese país. En Italia, el Ejecutivo también se ha mostrado en contra de la operación de UniCredit sobre BPM y ha fijado condiciones. En Alemania ha ocurrido igual con las adquisiciones de UniCredit en Commerzbank, que han despertado la oposición del Gobierno germano. Múltiples ejemplos de que los deseos de la banca se topan con las autoridades.
Cuando en el pasado los bancos buscaban operaciones corporativas lo hacían ante la mala situación económica, crisis en el sector y bajos tipos de interés. El gran proceso de concentración, casi obligado, llegó con la crisis financiera y luego en el Covid volvió a ganar … peso. Ahora, en un momento radicalmente opuesto de buena salud en las entidades financieras y la economía, el sector español enfoca de nuevo las fusiones y adquisiciones, pero con objetivos distintos.
Los movimientos son un hecho, y muy variados. BBVA lleva más de un año intentando hacerse con el Banco Sabadell en una opa eterna que, ahora sí, parece que apunta ya a su final en los dos-tres próximos meses; el propio Sabadell se acercó en diferentes momentos a Abanca y Unicaja, como trascendió en medios; el Santander ha adquirido recientemente la filial británica del Sabadell, TSB, a cambio de más de 3.000 millones de euros; Caixabank probó a intentar comprar Novo Banco en Portugal pero se le adelantó una entidad francesa; y ahora Bankinter, según señaló su consejera delegada a Bloomberg, piensa en operaciones para expandirse por Europa.
El objetivo de todos ellos no es afrontar una crisis sectorial sino ganar tamaño, eficiencia, rentabilidad. Marta Alberni, consultora de Afi, destaca que los movimientos que se están viendo o intentando están alineados «con un mensaje favorable desde Europa de la necesidad de crear entidades bancarias de gran tamaño. Entidades más fuertes, resilientes y con capacidad de competir con otras entidades a nivel global. Con mayor tamaño tienen una capacidad mayor de financiar grandes proyectos». «Se buscan entidades de mayor tamaño, más competitivas. Y la vía más clara y rápida son las operaciones corporativas», añade.
Este es uno de los principales argumentos que esgrime BBVA en su opa, la necesidad de tener tamaño para mirar de tú a tú a los americanos. Fuentes financieras sostienen que el mensaje que han machacado los vascos desde que iniciaron esta operación puede haber contagiado en parte al resto del sector, en el sentido de haber servido como un aliciente para que otras entidades busquen hacerse también más grandes.
Fernando Rojas, profesor asociado de Banking & Finance de Cunef, hace hincapié en que con la situación actual de tipos y la economía estabilizada, «parece que ya hay menos incertidumbre de cara a los próximos años, lo que ha permitido que la banca española se fije otros objetivos de crecimiento, como el inorgánico». Y apunta a que la banca nacional está teniendo una fuerte generación de capital orgánico a través de los beneficios principalmente que les permite, por un lado, dar más remuneración a sus accionistas y, por otro, apostar por el crecimiento inorgánico.
Operaciones
Los ejemplos son varios. BBVA lleva más de un año intentando hacerse con el Sabadell; el propio Sabadell se acercó en diferentes momentos a Abanca y Unicaja; el Santander ha adquirido TSB; Caixabank probó a intentar comprar Novo Banco; y ahora Bankinter busca expandirse más por Europa.
Objetivos
Aupados por la Unión Europea, y con BBVA a la cabeza, en el sector cala la idea de que se necesitan bancos más grandes, rentables y competitivos, en comparación a Estados Unidos.
Nuevos mercados
Otra opción de crecimiento es entrar de cero en nuevos mercados, como hace BBVA en Italia y Alemania, o el Santander a través por ejemplo de Openbank. Esta opción no es sencilla, ni rápida.
En este sentido, este último experto sostiene que las operaciones nacionales lo que buscan son sinergias de costes principalmente, pero que en tanto en cuanto «uno de los objetivos de la banca es la remuneración al accionista, la búsqueda de rentabilidad es el fin último». Cabe destacar que todo el sector financiero español ha disparado sus dividendos estos años y ha hecho un uso muy intensivo de las recompras de acciones como fórmula de remuneración al accionista.
Arturo Derteano, socio del sector financiero en la consultora BIP Iberia, confirma que en la estrategia de los bancos siempre están tres palabras: «Crecimiento, rentabilidad y sostenibilidad». Se refiere a que las entidades lo que buscan es un crecimiento rentable y sostenible en el tiempo, pero «de forma orgánica cada vez es más difícil porque el sector cada vez es más competido, se ha concentrado mucho y el país está muy bancarizado. Es difícil encontrar núcleos de población que no estén explotados». De ahí que buscar operaciones sea una opción para ganar tamaño y expandirse, ya sea dentro o fuera de España.
Así las cosas, los movimientos que se ven en el sector financiero son tanto de crecimiento en España como fuera. El último en apuntar hacia el extranjero para expandirse ha sido Bankinter, que lleva una década sin hacer este tipo de andanzas. Cosa distinta son las fusiones transfronterizas, «las cuales al final presentan dificultades. La generación de sinergias sobre todo en costes puede estar más limitada y hay falta de homogeneidad a nivel europeo, falta un marco común con una unión bancaria», recoge Alberni. Derteano, por su parte, también recuerda que las concentraciones transfronterizas en Europa tienen sentido desde un punto de vista de política económica, pero no siempre lo tienen desde el lado empresarial.
Más allá de ello, otra manera de crecer está en abrirse a nuevos mercados desde cero. Rojas destaca esta posibilidad gracias a la generación de capital que están teniendo las entidades, que les permite lanzarse a invertir en nuevos mercados a través de filiales. Aunque esto no es una solución fácil tampoco ni rápida.
Ejemplo de la búsqueda de tamaño con nuevos mercados es precisamente BBVA, que acaba de abrir en Alemania y desde hace pocos años está en Italia también, a través de entidades digitales. Asimismo, el Santander, a través de su filial digital Openbank, también está abriéndose a más mercados para expandir esta marca, como en México y Estados Unidos.
Oposición pública
Pese a todo, la voluntad de las entidades financieras de hacerse grande también choca con el posicionamiento político, y no solo en España sino en el conjunto del Viejo Continente. El caso que más nos toca de cerca es la opa de BBVA sobre Sabadell, que ha generado el rechazo del Gobierno de Pedro Sánchez, el cual ha vetado la fusión posterior por al menos tres años.
Fuera de España, en Portugal mostraron su rechazo a la posible compra de Novo Banco por parte de Caixabank dada la posición que alcanzaría en ese país. En Italia, el Ejecutivo también se ha mostrado en contra de la operación de UniCredit sobre BPM y ha fijado condiciones. En Alemania ha ocurrido igual con las adquisiciones de UniCredit en Commerzbank, que han despertado la oposición del Gobierno germano. Múltiples ejemplos de que los deseos de la banca se topan con las autoridades.
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