La industria navideña trabaja a destajo desde julio para hacer su agosto a partir de octubre, cuando se inaugura oficialmente la campaña. Este juego de palabras mensual se completa con que de noviembre a enero, la mayoría de las empresas jugueteras y del turrón de este país concentran el 70% de su facturación anual, así que comienzan a prepararse mucho antes, incluso de un año para otro con diseños y patrones de muñecas, por ejemplo. Lo mismo confirman las grandes distribuidoras: «La campaña festiva se planifica desde la Navidad anterior», dice a ABC Inés Vílchez , directora de Operaciones, cadena de Suministro y Logística de Dia España. En Confectionary Holding , empresa familiar que fabrica turrones y chocolates de autor como El Lobo, Doña Jimena y 1880, su CEO , Rubén López, señala que en Jijona se ponen a fuego sus ‘boixets’ (morteros para mezclar la masa del turrón con artesanía) cuando se superan los 35 y 40 grados en Alicante. «Nuestro periodo de producción se extiende de julio a diciembre. A principios de octubre nuestros productos comienzan a llegar a los supermercados de toda España», afirma. Ahí están ya. Los tradicionales boixets o morteros para mezclar artesanalmente la masa del turrón funcionan a pleno rendimiento desde julio en Jijona. Abajo, estampas de Käthe Wohlfahrt Barcelona CEDIDA A ABC / INÉS BAUCELLS«Yo me resisto, no voy a caer», dice en un local de Dia ubicado en el centro de Zaragoza Paquita, consumidora sexagenaria que mira con el rabillo del ojo el repleto surtido que se ha ubicado frente a la línea de cajas. Rosa, la dependienta, confiesa que es una «tortura» y que al final «caerá en la tentación» cualquier día. Todo el surtido de snacks, turrones y chocolates está en su campo de visión. Noticia Relacionada estandar Si El lujo de comer chocolate: España registra subidas de precio por encima del 20% Raúl Masa La crisis de producción de cacao en Ghana y Costa de Marfil, y el aumento de demanda elevan los costesSu conversación resume lo que para este diario concitan dos catedráticos, Cristina Fente Sampayo (de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Santiago de Compostela) y X avier Medina, de Antropología de la Alimentación en la UOC catalana. «Verlos te pone ya en modo festivo. Se anima a las compras, a que te prepares con tiempo, el producto navideño va acompañado de una puesta en ambiente y sí que dispara el consumo. Es como las luces de Vigo. Aunque esa decoración aún no toque, en cuanto se encienden, la gente se siente dispuesta a entrar ya en esa atmósfera de fiesta», asocia Medina. En tiempos de estrésEs algo así como una alegría en tiempos de ansiedad: «Se da una mezcla de marketing y emociones. Las marcas adelantan los productos para aumentar sus ventas y los consumidores respondemos porque los dulces navideños evocan momentos felices. En un contexto de estrés o rutina, comerlos antes nos da sensación de bienestar y anticipa la alegría de las fiestas», alega Fente. Visualizas que son las próximas vacaciones y esos chocolates trasladan risas, momentos compartidos con la familia, en suma. Pero, como todo, tiene una cara B, que apunta la catedrática: « Esa búsqueda de placer inmediato diluye el sentido original de la tradición y favorece un consumo excesivo que puede pasar factura a la salud». Ambos recomiendan: «Los dulces navideños mejor dejarlos para las fiestas». 35-40% Es el precio aumentado de la almendra, por la inflación, lo que encarece los productos navideños con el ingrediente este añoLos datos demuestran que los españoles desoímos ese consejo y sí hay un mayor consumo en pretemporada. «En general los clientes prueban desde el inicio todo el surtido», ratifica Vílchez, y este año hay 50 novedades (praliné, pistacho…) entre las 300 referencias que conforman el banquete en Dia. Otras cadenas esperan a reservar sus mejores corners a que pase Halloween, aunque, indican, no cala tanto y la Navidad sigue siendo «algo más nuestro». «Empieza a consumirse todo el año»Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) remarcan que, en realidad, empieza a haber «productos navideños como el roscón o el pannetone todo el año ». En Carrefour ratifican que sus clientes sí demandan turrón todo el año, aunque los meses álgidos sigan siendo noviembre y, sobre todo, diciembre. En cuanto a los precios, amén del del cacao , el de la almendra se ha disparado por la inflación; puede aumentar en un 35-40% algunos productos, avisa el sector. Y, sin embargo, se aventura que será un gran año de ventas pre y navideñas, lo que ha motivado un refuerzo de 300 personas en plantillas como la de Almendra y Miel, del holding empresarial de Jijona. La industria navideña trabaja a destajo desde julio para hacer su agosto a partir de octubre, cuando se inaugura oficialmente la campaña. Este juego de palabras mensual se completa con que de noviembre a enero, la mayoría de las empresas jugueteras y del turrón de este país concentran el 70% de su facturación anual, así que comienzan a prepararse mucho antes, incluso de un año para otro con diseños y patrones de muñecas, por ejemplo. Lo mismo confirman las grandes distribuidoras: «La campaña festiva se planifica desde la Navidad anterior», dice a ABC Inés Vílchez , directora de Operaciones, cadena de Suministro y Logística de Dia España. En Confectionary Holding , empresa familiar que fabrica turrones y chocolates de autor como El Lobo, Doña Jimena y 1880, su CEO , Rubén López, señala que en Jijona se ponen a fuego sus ‘boixets’ (morteros para mezclar la masa del turrón con artesanía) cuando se superan los 35 y 40 grados en Alicante. «Nuestro periodo de producción se extiende de julio a diciembre. A principios de octubre nuestros productos comienzan a llegar a los supermercados de toda España», afirma. Ahí están ya. Los tradicionales boixets o morteros para mezclar artesanalmente la masa del turrón funcionan a pleno rendimiento desde julio en Jijona. Abajo, estampas de Käthe Wohlfahrt Barcelona CEDIDA A ABC / INÉS BAUCELLS«Yo me resisto, no voy a caer», dice en un local de Dia ubicado en el centro de Zaragoza Paquita, consumidora sexagenaria que mira con el rabillo del ojo el repleto surtido que se ha ubicado frente a la línea de cajas. Rosa, la dependienta, confiesa que es una «tortura» y que al final «caerá en la tentación» cualquier día. Todo el surtido de snacks, turrones y chocolates está en su campo de visión. Noticia Relacionada estandar Si El lujo de comer chocolate: España registra subidas de precio por encima del 20% Raúl Masa La crisis de producción de cacao en Ghana y Costa de Marfil, y el aumento de demanda elevan los costesSu conversación resume lo que para este diario concitan dos catedráticos, Cristina Fente Sampayo (de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Santiago de Compostela) y X avier Medina, de Antropología de la Alimentación en la UOC catalana. «Verlos te pone ya en modo festivo. Se anima a las compras, a que te prepares con tiempo, el producto navideño va acompañado de una puesta en ambiente y sí que dispara el consumo. Es como las luces de Vigo. Aunque esa decoración aún no toque, en cuanto se encienden, la gente se siente dispuesta a entrar ya en esa atmósfera de fiesta», asocia Medina. En tiempos de estrésEs algo así como una alegría en tiempos de ansiedad: «Se da una mezcla de marketing y emociones. Las marcas adelantan los productos para aumentar sus ventas y los consumidores respondemos porque los dulces navideños evocan momentos felices. En un contexto de estrés o rutina, comerlos antes nos da sensación de bienestar y anticipa la alegría de las fiestas», alega Fente. Visualizas que son las próximas vacaciones y esos chocolates trasladan risas, momentos compartidos con la familia, en suma. Pero, como todo, tiene una cara B, que apunta la catedrática: « Esa búsqueda de placer inmediato diluye el sentido original de la tradición y favorece un consumo excesivo que puede pasar factura a la salud». Ambos recomiendan: «Los dulces navideños mejor dejarlos para las fiestas». 35-40% Es el precio aumentado de la almendra, por la inflación, lo que encarece los productos navideños con el ingrediente este añoLos datos demuestran que los españoles desoímos ese consejo y sí hay un mayor consumo en pretemporada. «En general los clientes prueban desde el inicio todo el surtido», ratifica Vílchez, y este año hay 50 novedades (praliné, pistacho…) entre las 300 referencias que conforman el banquete en Dia. Otras cadenas esperan a reservar sus mejores corners a que pase Halloween, aunque, indican, no cala tanto y la Navidad sigue siendo «algo más nuestro». «Empieza a consumirse todo el año»Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) remarcan que, en realidad, empieza a haber «productos navideños como el roscón o el pannetone todo el año ». En Carrefour ratifican que sus clientes sí demandan turrón todo el año, aunque los meses álgidos sigan siendo noviembre y, sobre todo, diciembre. En cuanto a los precios, amén del del cacao , el de la almendra se ha disparado por la inflación; puede aumentar en un 35-40% algunos productos, avisa el sector. Y, sin embargo, se aventura que será un gran año de ventas pre y navideñas, lo que ha motivado un refuerzo de 300 personas en plantillas como la de Almendra y Miel, del holding empresarial de Jijona.
La industria navideña trabaja a destajo desde julio para hacer su agosto a partir de octubre, cuando se inaugura oficialmente la campaña. Este juego de palabras mensual se completa con que de noviembre a enero, la mayoría de las empresas jugueteras y del turrón … de este país concentran el 70% de su facturación anual, así que comienzan a prepararse mucho antes, incluso de un año para otro con diseños y patrones de muñecas, por ejemplo. Lo mismo confirman las grandes distribuidoras: «La campaña festiva se planifica desde la Navidad anterior», dice a ABC Inés Vílchez, directora de Operaciones, cadena de Suministro y Logística de Dia España. En Confectionary Holding, empresa familiar que fabrica turrones y chocolates de autor como El Lobo, Doña Jimena y 1880, su CEO, Rubén López, señala que en Jijona se ponen a fuego sus ‘boixets’ (morteros para mezclar la masa del turrón con artesanía) cuando se superan los 35 y 40 grados en Alicante. «Nuestro periodo de producción se extiende de julio a diciembre. A principios de octubre nuestros productos comienzan a llegar a los supermercados de toda España», afirma. Ahí están ya.

CEDIDA A ABC / INÉS BAUCELLS
«Yo me resisto, no voy a caer», dice en un local de Dia ubicado en el centro de Zaragoza Paquita, consumidora sexagenaria que mira con el rabillo del ojo el repleto surtido que se ha ubicado frente a la línea de cajas. Rosa, la dependienta, confiesa que es una «tortura» y que al final «caerá en la tentación» cualquier día. Todo el surtido de snacks, turrones y chocolates está en su campo de visión.
Su conversación resume lo que para este diario concitan dos catedráticos, Cristina Fente Sampayo (de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Santiago de Compostela) y Xavier Medina, de Antropología de la Alimentación en la UOC catalana. «Verlos te pone ya en modo festivo. Se anima a las compras, a que te prepares con tiempo, el producto navideño va acompañado de una puesta en ambiente y sí que dispara el consumo. Es como las luces de Vigo. Aunque esa decoración aún no toque, en cuanto se encienden, la gente se siente dispuesta a entrar ya en esa atmósfera de fiesta», asocia Medina.
En tiempos de estrés
Es algo así como una alegría en tiempos de ansiedad: «Se da una mezcla de marketing y emociones. Las marcas adelantan los productos para aumentar sus ventas y los consumidores respondemos porque los dulces navideños evocan momentos felices. En un contexto de estrés o rutina, comerlos antes nos da sensación de bienestar y anticipa la alegría de las fiestas», alega Fente. Visualizas que son las próximas vacaciones y esos chocolates trasladan risas, momentos compartidos con la familia, en suma. Pero, como todo, tiene una cara B, que apunta la catedrática: «Esa búsqueda de placer inmediato diluye el sentido original de la tradición y favorece un consumo excesivo que puede pasar factura a la salud». Ambos recomiendan: «Los dulces navideños mejor dejarlos para las fiestas».
35-40%
Es el precio aumentado de la almendra, por la inflación, lo que encarece los productos navideños con el ingrediente este año
Los datos demuestran que los españoles desoímos ese consejo y sí hay un mayor consumo en pretemporada. «En general los clientes prueban desde el inicio todo el surtido», ratifica Vílchez, y este año hay 50 novedades (praliné, pistacho…) entre las 300 referencias que conforman el banquete en Dia. Otras cadenas esperan a reservar sus mejores corners a que pase Halloween, aunque, indican, no cala tanto y la Navidad sigue siendo «algo más nuestro».
«Empieza a consumirse todo el año»
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) remarcan que, en realidad, empieza a haber «productos navideños como el roscón o el pannetone todo el año». En Carrefour ratifican que sus clientes sí demandan turrón todo el año, aunque los meses álgidos sigan siendo noviembre y, sobre todo, diciembre.
En cuanto a los precios, amén del del cacao, el de la almendra se ha disparado por la inflación; puede aumentar en un 35-40% algunos productos, avisa el sector. Y, sin embargo, se aventura que será un gran año de ventas pre y navideñas, lo que ha motivado un refuerzo de 300 personas en plantillas como la de Almendra y Miel, del holding empresarial de Jijona.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Volver a intentar
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Sigue navegando
Artículo solo para suscriptores
RSS de noticias de economia
