Mini, pelotazo, chato… la riqueza del castellano en materia alcohólica ha sido siempre muy profusa. Sin embargo, los últimos datos sectoriales apuntan a un retroceso generalizado en su consumo . Y afecta a todos por igual, nadie escapa. Una situación que obliga a las empresas a reinventarse. Los factores son múltiples. Desde el cambio de hábitos en la ingesta; sobre todo entre los jóvenes, al propio impacto de la situación económica —a la que se suma la incertidumbre comercial—.Antes de que el verano se eche encima, las principales organizaciones sectoriales relacionadas con el negocio del alcohol han rendido cuentas de forma pública. El balance es demoledor. Y lo peor es que nadie tiene claro cómo dar la vuelta a la situación.Noticia Relacionada estandar Si La venta de vino español a EE.UU. cae un 20% por los aranceles de Trump Desde el sector piden que se negocie de manera urgente para encontrar una soluciónLa primera en poner en negro sobre blanco la situación fue Cerveceros de España hace unas semanas. Las ventas de cerveza han registrado un descenso del 0,2% en 2024 con respecto al ejercicio anterior. Se trata del segundo año de caídas, según refleja el ‘Informe socioeconómico del sector de la cerveza’. La situación económica estaría entre los principales factores para este descenso de las ventas que, además, se acompaña de una caída en el consumo cercano al 5% en todos los grupos de edad.Que se beba menos cerveza con respecto a un periodo anterior, ya haría saltar las alarmas. Pero el problema continúa. La venta de bebidas alcohólicas espirituosas ha descendido hasta los 180 millones de litros en España durante 2024. Este es el segundo año consecutivo en que se registra una caída en el sector (3,7%), según el informe anual de Espirituosos España , la organización que representa los intereses de las empresas que tienen negocios relacionados con las bebidas de alta graduación de alcohol.Para sentenciar la situación, esta semana la Interprofesional del Vino ( OIVE ) ha confirmado que su sector también está en caída. Con los últimos datos disponibles, el consumo de vino en España cerró el último año móvil (marzo 2024-febrero 2025) con un consumo aparente de 9,73 millones de hectolitros, según los últimos datos del Infovi analizados por la interprofesional. Esta cifra representa una ligera caída del 0,2%. Desde la asociación estiman que se trata de «una tendencia de estabilidad tras años de fuerte volatilidad marcada por la pandemia y la inflación», pero no deja de ser una caída.Lo paradójico en estos datos, pese al contexto negativo, es que llegan con un turismo al alza, con récord tras récord en la llegada de viajeros; así como un aumento de la población en todos los rangos de edad. Es decir, se dan las circunstancias perfectas para que el consumo del alcohol tuviera una senda positiva, pero no se materializa.Qué hay detrásLa contención económica, la inflación y un contexto internacional volátil son los factores que marcan desde Cerveceros de España como los responsables de ese frenado en el ritmo de ventas de la cerveza.Los hábitos de consumo también son esenciales, y en realidad son los que de verdad más están influyendo. Según refleja el documento, la cerveza ‘sin’ se ha convertido en una de las estrellas de este producto . De hecho, España es líder europeo en la ingesta de esta modalidad de cerveza. En este sentido, un estilo de vida más saludable es fundamental en la elección de los consumidores. Esto, a su vez, se asocia con la comida. Todo representa un ‘pack’ de vivir en un modo más sano.Además, hay datos llamativos: el 90% de las personas que consumen ‘sin’, en un momento determinado han consumido cerveza con alcohol. Luego, no se trata de un modo de entrada, sino de una elección alternativa.Entre otros factores, el director ejecutivo de Espirituosos España, Bosco Torremocha, apunta a la inestabilidad económica y las tensiones arancelarias. «En este contexto, el consumidor es más racional y limita su gasto, por lo que reduce las ocasiones de consumo al tener menor renta disponible. Afortunadamente, desde el sector vemos que se reduce la frecuencia y la intensidad de consumo, pero no la base de consumidores», destacó en la presentación del informe a los medios de comunicación.El factor saludAunque detrás de la caída del consumo, al menos en el sector del vino, creen que puede haber factores externos que no sabrían explicar muy bien —pero todos relacionados con la salud—. «Reclamamos que las políticas públicas no castiguen al sector , que sean conscientes de lo que es para la economía, que aplicar las recetas de otros países, a lo mejor no es lo adecuada para España», señaló la directora de la interprofesional, Susana García, durante la presentación del informe económico del sector.La cadena de valor del vino quiere trasladar tanto a las autoridades como a los legisladores, nacionales y europeos, que el vino consumido con moderación es perfectamente viable. «Creemos que es necesario que hay que distinguir entre abuso y moderación en el consumo de vino. Somos un sector responsable», señaló.En la misma línea se mostró el presidente de OIVE, Fernando Ezquerro, que reiteró que el «vino sólo se disfruta con moderación y con una buena alimentación». «Se está demonizando demasiado a un sector que demuestra que consumido de forma moderada te ayuda a vivir y que no es enemigo de la salud, pero hay legisladores que piensan otras cosas», lamentó.Además, Ezquerro advirtió del impacto que tiene en la economía. «Muchos pueblos de España desaparecerían si desaparece el vino, también desaparece el paisaje rural sin los viñedos», reiteró, recordando que los pueblos con viñedo en España no pierden población. García reconoció que la tendencia antialcohol es «global» y ha mostrado la «preocupación» del sector del vino con medidas que se están tramitando en España. Mini, pelotazo, chato… la riqueza del castellano en materia alcohólica ha sido siempre muy profusa. Sin embargo, los últimos datos sectoriales apuntan a un retroceso generalizado en su consumo . Y afecta a todos por igual, nadie escapa. Una situación que obliga a las empresas a reinventarse. Los factores son múltiples. Desde el cambio de hábitos en la ingesta; sobre todo entre los jóvenes, al propio impacto de la situación económica —a la que se suma la incertidumbre comercial—.Antes de que el verano se eche encima, las principales organizaciones sectoriales relacionadas con el negocio del alcohol han rendido cuentas de forma pública. El balance es demoledor. Y lo peor es que nadie tiene claro cómo dar la vuelta a la situación.Noticia Relacionada estandar Si La venta de vino español a EE.UU. cae un 20% por los aranceles de Trump Desde el sector piden que se negocie de manera urgente para encontrar una soluciónLa primera en poner en negro sobre blanco la situación fue Cerveceros de España hace unas semanas. Las ventas de cerveza han registrado un descenso del 0,2% en 2024 con respecto al ejercicio anterior. Se trata del segundo año de caídas, según refleja el ‘Informe socioeconómico del sector de la cerveza’. La situación económica estaría entre los principales factores para este descenso de las ventas que, además, se acompaña de una caída en el consumo cercano al 5% en todos los grupos de edad.Que se beba menos cerveza con respecto a un periodo anterior, ya haría saltar las alarmas. Pero el problema continúa. La venta de bebidas alcohólicas espirituosas ha descendido hasta los 180 millones de litros en España durante 2024. Este es el segundo año consecutivo en que se registra una caída en el sector (3,7%), según el informe anual de Espirituosos España , la organización que representa los intereses de las empresas que tienen negocios relacionados con las bebidas de alta graduación de alcohol.Para sentenciar la situación, esta semana la Interprofesional del Vino ( OIVE ) ha confirmado que su sector también está en caída. Con los últimos datos disponibles, el consumo de vino en España cerró el último año móvil (marzo 2024-febrero 2025) con un consumo aparente de 9,73 millones de hectolitros, según los últimos datos del Infovi analizados por la interprofesional. Esta cifra representa una ligera caída del 0,2%. Desde la asociación estiman que se trata de «una tendencia de estabilidad tras años de fuerte volatilidad marcada por la pandemia y la inflación», pero no deja de ser una caída.Lo paradójico en estos datos, pese al contexto negativo, es que llegan con un turismo al alza, con récord tras récord en la llegada de viajeros; así como un aumento de la población en todos los rangos de edad. Es decir, se dan las circunstancias perfectas para que el consumo del alcohol tuviera una senda positiva, pero no se materializa.Qué hay detrásLa contención económica, la inflación y un contexto internacional volátil son los factores que marcan desde Cerveceros de España como los responsables de ese frenado en el ritmo de ventas de la cerveza.Los hábitos de consumo también son esenciales, y en realidad son los que de verdad más están influyendo. Según refleja el documento, la cerveza ‘sin’ se ha convertido en una de las estrellas de este producto . De hecho, España es líder europeo en la ingesta de esta modalidad de cerveza. En este sentido, un estilo de vida más saludable es fundamental en la elección de los consumidores. Esto, a su vez, se asocia con la comida. Todo representa un ‘pack’ de vivir en un modo más sano.Además, hay datos llamativos: el 90% de las personas que consumen ‘sin’, en un momento determinado han consumido cerveza con alcohol. Luego, no se trata de un modo de entrada, sino de una elección alternativa.Entre otros factores, el director ejecutivo de Espirituosos España, Bosco Torremocha, apunta a la inestabilidad económica y las tensiones arancelarias. «En este contexto, el consumidor es más racional y limita su gasto, por lo que reduce las ocasiones de consumo al tener menor renta disponible. Afortunadamente, desde el sector vemos que se reduce la frecuencia y la intensidad de consumo, pero no la base de consumidores», destacó en la presentación del informe a los medios de comunicación.El factor saludAunque detrás de la caída del consumo, al menos en el sector del vino, creen que puede haber factores externos que no sabrían explicar muy bien —pero todos relacionados con la salud—. «Reclamamos que las políticas públicas no castiguen al sector , que sean conscientes de lo que es para la economía, que aplicar las recetas de otros países, a lo mejor no es lo adecuada para España», señaló la directora de la interprofesional, Susana García, durante la presentación del informe económico del sector.La cadena de valor del vino quiere trasladar tanto a las autoridades como a los legisladores, nacionales y europeos, que el vino consumido con moderación es perfectamente viable. «Creemos que es necesario que hay que distinguir entre abuso y moderación en el consumo de vino. Somos un sector responsable», señaló.En la misma línea se mostró el presidente de OIVE, Fernando Ezquerro, que reiteró que el «vino sólo se disfruta con moderación y con una buena alimentación». «Se está demonizando demasiado a un sector que demuestra que consumido de forma moderada te ayuda a vivir y que no es enemigo de la salud, pero hay legisladores que piensan otras cosas», lamentó.Además, Ezquerro advirtió del impacto que tiene en la economía. «Muchos pueblos de España desaparecerían si desaparece el vino, también desaparece el paisaje rural sin los viñedos», reiteró, recordando que los pueblos con viñedo en España no pierden población. García reconoció que la tendencia antialcohol es «global» y ha mostrado la «preocupación» del sector del vino con medidas que se están tramitando en España.
Mini, pelotazo, chato… la riqueza del castellano en materia alcohólica ha sido siempre muy profusa. Sin embargo, los últimos datos sectoriales apuntan a un retroceso generalizado en su consumo. Y afecta a todos por igual, nadie escapa. Una situación que obliga a las … empresas a reinventarse. Los factores son múltiples. Desde el cambio de hábitos en la ingesta; sobre todo entre los jóvenes, al propio impacto de la situación económica —a la que se suma la incertidumbre comercial—.
Antes de que el verano se eche encima, las principales organizaciones sectoriales relacionadas con el negocio del alcohol han rendido cuentas de forma pública. El balance es demoledor. Y lo peor es que nadie tiene claro cómo dar la vuelta a la situación.
La primera en poner en negro sobre blanco la situación fue Cerveceros de España hace unas semanas. Las ventas de cerveza han registrado un descenso del 0,2% en 2024 con respecto al ejercicio anterior. Se trata del segundo año de caídas, según refleja el ‘Informe socioeconómico del sector de la cerveza’. La situación económica estaría entre los principales factores para este descenso de las ventas que, además, se acompaña de una caída en el consumo cercano al 5% en todos los grupos de edad.
Que se beba menos cerveza con respecto a un periodo anterior, ya haría saltar las alarmas. Pero el problema continúa. La venta de bebidas alcohólicas espirituosas ha descendido hasta los 180 millones de litros en España durante 2024. Este es el segundo año consecutivo en que se registra una caída en el sector (3,7%), según el informe anual de Espirituosos España, la organización que representa los intereses de las empresas que tienen negocios relacionados con las bebidas de alta graduación de alcohol.
Para sentenciar la situación, esta semana la Interprofesional del Vino (OIVE) ha confirmado que su sector también está en caída. Con los últimos datos disponibles, el consumo de vino en España cerró el último año móvil (marzo 2024-febrero 2025) con un consumo aparente de 9,73 millones de hectolitros, según los últimos datos del Infovi analizados por la interprofesional. Esta cifra representa una ligera caída del 0,2%. Desde la asociación estiman que se trata de «una tendencia de estabilidad tras años de fuerte volatilidad marcada por la pandemia y la inflación», pero no deja de ser una caída.
Lo paradójico en estos datos, pese al contexto negativo, es que llegan con un turismo al alza, con récord tras récord en la llegada de viajeros; así como un aumento de la población en todos los rangos de edad. Es decir, se dan las circunstancias perfectas para que el consumo del alcohol tuviera una senda positiva, pero no se materializa.
Qué hay detrás
La contención económica, la inflación y un contexto internacional volátil son los factores que marcan desde Cerveceros de España como los responsables de ese frenado en el ritmo de ventas de la cerveza.
Los hábitos de consumo también son esenciales, y en realidad son los que de verdad más están influyendo. Según refleja el documento, la cerveza ‘sin’ se ha convertido en una de las estrellas de este producto. De hecho, España es líder europeo en la ingesta de esta modalidad de cerveza. En este sentido, un estilo de vida más saludable es fundamental en la elección de los consumidores. Esto, a su vez, se asocia con la comida. Todo representa un ‘pack’ de vivir en un modo más sano.
Además, hay datos llamativos: el 90% de las personas que consumen ‘sin’, en un momento determinado han consumido cerveza con alcohol. Luego, no se trata de un modo de entrada, sino de una elección alternativa.
Entre otros factores, el director ejecutivo de Espirituosos España, Bosco Torremocha, apunta a la inestabilidad económica y las tensiones arancelarias. «En este contexto, el consumidor es más racional y limita su gasto, por lo que reduce las ocasiones de consumo al tener menor renta disponible. Afortunadamente, desde el sector vemos que se reduce la frecuencia y la intensidad de consumo, pero no la base de consumidores», destacó en la presentación del informe a los medios de comunicación.
El factor salud
Aunque detrás de la caída del consumo, al menos en el sector del vino, creen que puede haber factores externos que no sabrían explicar muy bien —pero todos relacionados con la salud—. «Reclamamos que las políticas públicas no castiguen al sector, que sean conscientes de lo que es para la economía, que aplicar las recetas de otros países, a lo mejor no es lo adecuada para España», señaló la directora de la interprofesional, Susana García, durante la presentación del informe económico del sector.
La cadena de valor del vino quiere trasladar tanto a las autoridades como a los legisladores, nacionales y europeos, que el vino consumido con moderación es perfectamente viable. «Creemos que es necesario que hay que distinguir entre abuso y moderación en el consumo de vino. Somos un sector responsable», señaló.
En la misma línea se mostró el presidente de OIVE, Fernando Ezquerro, que reiteró que el «vino sólo se disfruta con moderación y con una buena alimentación». «Se está demonizando demasiado a un sector que demuestra que consumido de forma moderada te ayuda a vivir y que no es enemigo de la salud, pero hay legisladores que piensan otras cosas», lamentó.
Además, Ezquerro advirtió del impacto que tiene en la economía. «Muchos pueblos de España desaparecerían si desaparece el vino, también desaparece el paisaje rural sin los viñedos», reiteró, recordando que los pueblos con viñedo en España no pierden población. García reconoció que la tendencia antialcohol es «global» y ha mostrado la «preocupación» del sector del vino con medidas que se están tramitando en España.
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