La Unión Europea (UE) ha asegurado este lunes que sus revolucionarias normas tecnológicas, la Ley de Servicios Digitales (DSA) y el Reglamento de Mercados Digitales (DMA), que sirven para limitar los actos considerados como ilegales que provengan de las grandes tecnológicas, no se convertirán en una moneda de cambio en las negociaciones comerciales con Estados Unidos .La UE se encuentra en la actualidad negociando un acuerdo comercial con Estados Unidos, con el fin de regularizar las relaciones de comercio entre los bloques ante el terremoto arancelario iniciado por su presidente, Donald Trump . Tras la Cumbre de la OTAN, en la que todos los países de la eurozona se desvivieron por contentar a Trump, a excepción de Pedro Sánchez , el tono de las negociaciones por el acuerdo parece haberse suavizado considerablemente. La fecha límite para rubricar el acuerdo entre bloques es el 9 de julio , y las sensaciones internas son positivas, ya que ambos bloques confían en llegar a un acuerdo con respecto a las medidas económicas mutuas, con el objetivo de evitar una escalada que pueda resultar altamente perjudicial no solo para los bloques, sino para el orden económico mundialNoticia Relacionada estandar No China avisa a EE.UU. de que no aceptará ningún acuerdo comercial contrario a sus intereses ABC El Ministerio de Comercio también ha querido recalcar que «da la bienvenida a los esfuerzos» que se están efectuando para resolver las diferenciasEn cuanto al acuerdo, se espera que Estados Unidos imponga un arancel de casi el 50% a casi todos los productos de la UE, y la Unión, por su parte, que proponga una serie de contramedidas. Tal y como ha afirmado este lunes el portavoz de la Comisión Thomas Reigner , en declaraciones recogidas por Reuters, las dos regulaciones tecnológicas que tanto molestan a Estados Unidos no se encuentran entre los elementos discutidos en el acuerdo.Sanciones simbólicas para Apple y MetaEE.UU considera que las regulaciones europeas perjudican duramente a las empresas tecnológicas estadounidenses, como Apple o Meta, pues estas ya han recibido sanciones por parte de la Unión. Estas dos compañías, precisamente, ya han recibido multas de 500 y 200 millones de euros , respectivamente. Sin embargo, estas sanciones han sido leves, pues la DMA establece que las multas pueden llegar al 10% de su facturación anual.Esta disposición arroja cifras elevadísimas: 40.000 millones en caso de Apple o 16.000 para Meta . Sin embargo, la Comisión optó por sanciones « simbólicas «, con el fin de no tirar demasiado de la cuerda con la administración Trump. Estas multas, según la investigación de la Comisión, llegan por dificultar que empresas más pequeñas puedan acceder a los mercados tecnológicos . A pesar de su escasa cuantía, las sanciones no sentaron bien en la administración Trump , que las calificó como «una nueva forma de extorsión económica « a las grandes compañías norteamericanas.Sin embargo, Estados Unidos no es el único damnificado por las leyes tecnológicas de la Unión Europea. Las compañías de venta digital chinas, entre las que destacan Aliexpress, Temu y Shein , también se han visto gravemente afectadas por la ley. En este caso, la Comisión las acusa de permitir, entre otras cosas, la venta de productos ilegales en sus plataformas, por lo que podrían llegar a enfrentar multas que ascienden hasta el 4% de su facturación anual .Debido al malestar que generan estas normas entre el Gobierno estadounidense, cualquiera podría esperar que Trump pretendiese que la Unión Europea dejase sin aplicación estas regulaciones. Sin embargo, la Unión, a través de las declaraciones de Reigner, ha sido meridiana: «No vamos a ajustar la implementación de nuestra legislación en función de terceros países», declaró el portavoz.El precedente de Canadá y su vasallaje a TrumpYa existe un precedente, de extraordinaria actualidad, sobre un país que deroga una ley tecnológica para contentar a Trump. Se trata de Canadá , cuyo primer ministro, Mark Carney, ha decidido derogar su impuesto de servicios digitales , más conocido como ‘tasa Google’, para evitar la ruptura de las negociaciones entre ambos países, con la que Estados Unidos ya amenazó unos días atrás debido a la insistencia de Canadá de mantener la tasa.El funcionamiento de esta tasa es simple: gravaría un 3% de los ingresos en el país de las tecnológicas con ingresos superiores a 15 millones de dólares, entre las que se incluirían la totalidad de los gigantes tecnológicos estadounidenses, Meta, Apple, Google y compañía. Sin embargo, dicho impuesto nunca entrará en vigor, pues Canadá se ha visto obligado a desecharlo para mantener la esperanza de alcanzar un acuerdo comercial con Estados Unidos.Sin embargo, la Unión Europea ha adoptado una actitud más desafiante, garantizando que la DSA y la DMA seguirán aplicándose exactamente de la misma manera, en igualdad de condiciones para todas las empresas tecnológicas, al margen de que a Estados Unidos le parezca bien o no. Habrá que permanecer alerta con respecto al acuerdo comercial entre bloques para ver si los compromisos adoptados por la UE permanecen o si, por contrario, Trump puede tumbarlos de un plumazo . La Unión Europea (UE) ha asegurado este lunes que sus revolucionarias normas tecnológicas, la Ley de Servicios Digitales (DSA) y el Reglamento de Mercados Digitales (DMA), que sirven para limitar los actos considerados como ilegales que provengan de las grandes tecnológicas, no se convertirán en una moneda de cambio en las negociaciones comerciales con Estados Unidos .La UE se encuentra en la actualidad negociando un acuerdo comercial con Estados Unidos, con el fin de regularizar las relaciones de comercio entre los bloques ante el terremoto arancelario iniciado por su presidente, Donald Trump . Tras la Cumbre de la OTAN, en la que todos los países de la eurozona se desvivieron por contentar a Trump, a excepción de Pedro Sánchez , el tono de las negociaciones por el acuerdo parece haberse suavizado considerablemente. La fecha límite para rubricar el acuerdo entre bloques es el 9 de julio , y las sensaciones internas son positivas, ya que ambos bloques confían en llegar a un acuerdo con respecto a las medidas económicas mutuas, con el objetivo de evitar una escalada que pueda resultar altamente perjudicial no solo para los bloques, sino para el orden económico mundialNoticia Relacionada estandar No China avisa a EE.UU. de que no aceptará ningún acuerdo comercial contrario a sus intereses ABC El Ministerio de Comercio también ha querido recalcar que «da la bienvenida a los esfuerzos» que se están efectuando para resolver las diferenciasEn cuanto al acuerdo, se espera que Estados Unidos imponga un arancel de casi el 50% a casi todos los productos de la UE, y la Unión, por su parte, que proponga una serie de contramedidas. Tal y como ha afirmado este lunes el portavoz de la Comisión Thomas Reigner , en declaraciones recogidas por Reuters, las dos regulaciones tecnológicas que tanto molestan a Estados Unidos no se encuentran entre los elementos discutidos en el acuerdo.Sanciones simbólicas para Apple y MetaEE.UU considera que las regulaciones europeas perjudican duramente a las empresas tecnológicas estadounidenses, como Apple o Meta, pues estas ya han recibido sanciones por parte de la Unión. Estas dos compañías, precisamente, ya han recibido multas de 500 y 200 millones de euros , respectivamente. Sin embargo, estas sanciones han sido leves, pues la DMA establece que las multas pueden llegar al 10% de su facturación anual.Esta disposición arroja cifras elevadísimas: 40.000 millones en caso de Apple o 16.000 para Meta . Sin embargo, la Comisión optó por sanciones « simbólicas «, con el fin de no tirar demasiado de la cuerda con la administración Trump. Estas multas, según la investigación de la Comisión, llegan por dificultar que empresas más pequeñas puedan acceder a los mercados tecnológicos . A pesar de su escasa cuantía, las sanciones no sentaron bien en la administración Trump , que las calificó como «una nueva forma de extorsión económica « a las grandes compañías norteamericanas.Sin embargo, Estados Unidos no es el único damnificado por las leyes tecnológicas de la Unión Europea. Las compañías de venta digital chinas, entre las que destacan Aliexpress, Temu y Shein , también se han visto gravemente afectadas por la ley. En este caso, la Comisión las acusa de permitir, entre otras cosas, la venta de productos ilegales en sus plataformas, por lo que podrían llegar a enfrentar multas que ascienden hasta el 4% de su facturación anual .Debido al malestar que generan estas normas entre el Gobierno estadounidense, cualquiera podría esperar que Trump pretendiese que la Unión Europea dejase sin aplicación estas regulaciones. Sin embargo, la Unión, a través de las declaraciones de Reigner, ha sido meridiana: «No vamos a ajustar la implementación de nuestra legislación en función de terceros países», declaró el portavoz.El precedente de Canadá y su vasallaje a TrumpYa existe un precedente, de extraordinaria actualidad, sobre un país que deroga una ley tecnológica para contentar a Trump. Se trata de Canadá , cuyo primer ministro, Mark Carney, ha decidido derogar su impuesto de servicios digitales , más conocido como ‘tasa Google’, para evitar la ruptura de las negociaciones entre ambos países, con la que Estados Unidos ya amenazó unos días atrás debido a la insistencia de Canadá de mantener la tasa.El funcionamiento de esta tasa es simple: gravaría un 3% de los ingresos en el país de las tecnológicas con ingresos superiores a 15 millones de dólares, entre las que se incluirían la totalidad de los gigantes tecnológicos estadounidenses, Meta, Apple, Google y compañía. Sin embargo, dicho impuesto nunca entrará en vigor, pues Canadá se ha visto obligado a desecharlo para mantener la esperanza de alcanzar un acuerdo comercial con Estados Unidos.Sin embargo, la Unión Europea ha adoptado una actitud más desafiante, garantizando que la DSA y la DMA seguirán aplicándose exactamente de la misma manera, en igualdad de condiciones para todas las empresas tecnológicas, al margen de que a Estados Unidos le parezca bien o no. Habrá que permanecer alerta con respecto al acuerdo comercial entre bloques para ver si los compromisos adoptados por la UE permanecen o si, por contrario, Trump puede tumbarlos de un plumazo .
La Unión Europea (UE) ha asegurado este lunes que sus revolucionarias normas tecnológicas, la Ley de Servicios Digitales (DSA) y el Reglamento de Mercados Digitales (DMA), que sirven para limitar los actos considerados como ilegales que provengan de las grandes tecnológicas, no … se convertirán en una moneda de cambio en las negociaciones comerciales con Estados Unidos.
La UE se encuentra en la actualidad negociando un acuerdo comercial con Estados Unidos, con el fin de regularizar las relaciones de comercio entre los bloques ante el terremoto arancelario iniciado por su presidente, Donald Trump. Tras la Cumbre de la OTAN, en la que todos los países de la eurozona se desvivieron por contentar a Trump, a excepción de Pedro Sánchez, el tono de las negociaciones por el acuerdo parece haberse suavizado considerablemente.
La fecha límite para rubricar el acuerdo entre bloques es el 9 de julio, y las sensaciones internas son positivas, ya que ambos bloques confían en llegar a un acuerdo con respecto a las medidas económicas mutuas, con el objetivo de evitar una escalada que pueda resultar altamente perjudicial no solo para los bloques, sino para el orden económico mundial
En cuanto al acuerdo, se espera que Estados Unidos imponga un arancel de casi el 50% a casi todos los productos de la UE, y la Unión, por su parte, que proponga una serie de contramedidas. Tal y como ha afirmado este lunes el portavoz de la Comisión Thomas Reigner, en declaraciones recogidas por Reuters, las dos regulaciones tecnológicas que tanto molestan a Estados Unidos no se encuentran entre los elementos discutidos en el acuerdo.
Sanciones simbólicas para Apple y Meta
EE.UU considera que las regulaciones europeas perjudican duramente a las empresas tecnológicas estadounidenses, como Apple o Meta, pues estas ya han recibido sanciones por parte de la Unión. Estas dos compañías, precisamente, ya han recibido multas de 500 y 200 millones de euros, respectivamente. Sin embargo, estas sanciones han sido leves, pues la DMA establece que las multas pueden llegar al 10% de su facturación anual.
Esta disposición arroja cifras elevadísimas: 40.000 millones en caso de Apple o 16.000 para Meta. Sin embargo, la Comisión optó por sanciones «simbólicas«, con el fin de no tirar demasiado de la cuerda con la administración Trump. Estas multas, según la investigación de la Comisión, llegan por dificultar que empresas más pequeñas puedan acceder a los mercados tecnológicos. A pesar de su escasa cuantía, las sanciones no sentaron bien en la administración Trump, que las calificó como «una nueva forma de extorsión económica« a las grandes compañías norteamericanas.
Sin embargo, Estados Unidos no es el único damnificado por las leyes tecnológicas de la Unión Europea. Las compañías de venta digital chinas, entre las que destacan Aliexpress, Temu y Shein, también se han visto gravemente afectadas por la ley. En este caso, la Comisión las acusa de permitir, entre otras cosas, la venta de productos ilegales en sus plataformas, por lo que podrían llegar a enfrentar multas que ascienden hasta el 4% de su facturación anual.
Debido al malestar que generan estas normas entre el Gobierno estadounidense, cualquiera podría esperar que Trump pretendiese que la Unión Europea dejase sin aplicación estas regulaciones. Sin embargo, la Unión, a través de las declaraciones de Reigner, ha sido meridiana: «No vamos a ajustar la implementación de nuestra legislación en función de terceros países», declaró el portavoz.
El precedente de Canadá y su vasallaje a Trump
Ya existe un precedente, de extraordinaria actualidad, sobre un país que deroga una ley tecnológica para contentar a Trump. Se trata de Canadá, cuyo primer ministro, Mark Carney, ha decidido derogar su impuesto de servicios digitales, más conocido como ‘tasa Google’, para evitar la ruptura de las negociaciones entre ambos países, con la que Estados Unidos ya amenazó unos días atrás debido a la insistencia de Canadá de mantener la tasa.
El funcionamiento de esta tasa es simple: gravaría un 3% de los ingresos en el país de las tecnológicas con ingresos superiores a 15 millones de dólares, entre las que se incluirían la totalidad de los gigantes tecnológicos estadounidenses, Meta, Apple, Google y compañía. Sin embargo, dicho impuesto nunca entrará en vigor, pues Canadá se ha visto obligado a desecharlo para mantener la esperanza de alcanzar un acuerdo comercial con Estados Unidos.
Sin embargo, la Unión Europea ha adoptado una actitud más desafiante, garantizando que la DSA y la DMA seguirán aplicándose exactamente de la misma manera, en igualdad de condiciones para todas las empresas tecnológicas, al margen de que a Estados Unidos le parezca bien o no. Habrá que permanecer alerta con respecto al acuerdo comercial entre bloques para ver si los compromisos adoptados por la UE permanecen o si, por contrario, Trump puede tumbarlos de un plumazo.
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