El Madrid y el PSG se miden este miércoles en la semifinal del Mundial de Clubes (21.00, Dazn y Telecinco) con Kylian Mbappé aún en medio de su rivalidad. Desde que el francés escogió París en 2017 hasta que aterrizó en España tras varios intentos fallidos, pararon siete años que Nasser Al-Khelaifi trató de alargar con un último contrato de 535,5 millones de euros brutos por tres años, de los que el futbolista solo consumió dos: no activó la extensión para esta temporada que termina el domingo en la final, por lo que este miércoles se enfrentará por primera vez a su exequipo.
El francés juega con el Madrid por primera vez contra su exequipo, que trató de retenerle con un último contrato por tres años, y con el que intenta rebajar la tensión de sus disputas judiciales
El Madrid y el PSG se miden este miércoles en la semifinal del Mundial de Clubes (21.00, Dazn y Telecinco) con Kylian Mbappé aún en medio de su rivalidad. Desde que el francés escogió París en 2017 hasta que aterrizó en España tras varios intentos fallidos, pararon siete años que Nasser Al-Khelaifi trató de alargar con un último contrato de 535,5 millones de euros brutos por tres años, de los que el futbolista solo consumió dos: no activó la extensión para esta temporada que termina el domingo en la final, por lo que este miércoles se enfrentará por primera vez a su exequipo.
La primera vez en el campo. En los últimos meses se han cruzado a través de sus abogados en diversas instancias administrativas y judiciales ante las que el futbolista ha denunciado al club por el impago de 55 millones de euros y por acoso moral y extorsión. Aunque la tensión se ha enfriado a medida que se acercaba un partido en el que Mbappé apunta a titular después de su hospitalización al principio de la competición.
El torneo ha propiciado el deshielo. El 29 de junio el padre del futbolista estuvo con el presidente del PSG en su palco del estadio de Atlanta donde el equipo francés derrotó al Inter Miami en los octavos (4-0). Además, el lunes por la mañana el futbolista retiró la denuncia por acoso moral y extorsión que había presentado contra el club por la vía penal el pasado 16 de mayo. Según un comunicado difundido por sus portavoces, “esta decisión refleja un deseo de desescalada, en un momento en que comienza un nuevo capítulo”. También con Al-Khelaifi: “En las últimas semanas, las relaciones entre Kylian Mbappé y el presidente del club han mejorado de manera significativa”.
Sigue viva sin embargo la causa abierta hace unos días en un tribunal laboral francés en la que el futbolista reclama al club 55 millones de euros. Antes de ir al juzgado, Mbappé acudió a la Liga francesa, a la federación francesa, al comité olímpico francés y a la UEFA. Trató de que le impidieran participar en la Champions y consiguió congelar brevemente algunas de las cuentas del club. Del otro lado, el PSG, que siempre ha mantenido que desea llegar a un acuerdo fuera de los tribunales, admite que dejó de pagarle ese dinero, pero asegura que es el futbolista el que todavía les debe unos 24 millones, ya que se había comprometido a no irse gratis, sino renunciando a 79 millones de sus primas. Si el proceso continúa por la vía laboral, el club tiene redactada y lista para presentar una reclamación de 100 millones al futbolista.
El camino que ha conducido a esta situación puede reconstruirse a partir de documentación aportada al proceso judicial a la que ha tenido acceso EL PAÍS.
Mbappé llegó al PSG procedente el Mónaco en 2017 después de una pugna por el jugador con el Madrid. Firmó hasta junio de 2022, cuando Florentino Pérez confiaba en hacerse gratis con el francés. El jugador le envió señales positivas hasta finales de abril de ese año, pero el 21 de mayo firmó una sustanciosa ampliación por dos temporadas con opción a una tercera que le habría supuesto unos ingresos totales de 535,5 millones de euros brutos por tres años. El Barcelona pagó a Messi por sus últimas cuatro temporadas 555,2 millones brutos, según desveló El Mundo.
En los dos primeros cursos, el PSG se comprometió a pagarle un montante total de 336 millones de euros brutos en concepto de salario y primas diversas (ética, de renovación, de fidelidad y otros). Es decir, 74,6 millones de euros netos por temporada.
Además, el contrato incluía las condiciones de una ampliación opcional por una temporada extra, a elección del jugador, hasta el 30 de junio de 2025: le ofrecían por erse año 199,5 millones de euros brutos, 88,5 millones netos, entre salario y primas varias.
El PSG sostiene que la operación llevaba aparejado el compromiso del futbolista de no irse gratis. Había dos opciones para su salida: si no activaba la ampliación hasta 2025 sería traspasado en el verano de 2023 por al menos 180 millones, el precio que el club abonó al Mónaco. Si activaba la cláusula, lo venderían en el verano de 2024 por el mismo importe.
Tenía hasta el 31 de julio de 2023 para anunciar su decisión. El 12 de junio envió una carta datada el verano del año anterior en la que renunciaba al año extra. El PSG le ofreció reunirse para negociar esa ampliación hasta 2025, pero Mbappé tenía su decisión tomada. Entonces el club decidió excluirle de la expedición de pretemporada del equipo a Japón en julio e incluirle en la lista de futbolistas transferibles, apartado de las actividades del grupo.
Los siguientes días se produjo un intenso intercambio de cartas entre el secretario general del PSG y los abogados del futbolista, hasta que Mbappé y Al-Khelaifi hablaron por teléfono entre el 10 y el 11 de agosto. El futbolista le dijo que estaba dispuesto a buscar un acuerdo que les permitiera rebajar la tensión y el 11 por la tarde sus abogados enviaron por email una propuesta al club. Accedía a “reducir en 55 millones brutos las primas que se le deben pagar en la temporada 23/24 (correspondientes a 30 millones de prima de fidelidad de los dos primeros años del contrato y 25 millones de la prima de renovación), lo que representa un ahorro de más de 68 millones para las cuentas del club”. Además, reabría la puerta a la renovación al incluir en la propuesta que sí recibiría esos 55 millones si seguía en el club en la temporada 24/25. La propuesta caducaba el 14 de agosto a medianoche.
El 12 de agosto, poco antes del primer partido de Liga, se reunieron en el Parque de los Príncipes Al-Khelaifi, Mbappé, Luis Enrique y Luis Campos, el director deportivo. Según el PSG, acordaron que no se iría ese verano y que si lo hacía en el de 2024, como finalmente sucedió, sería renunciando a 79 millones de euros brutos en primas, lo que para el club supondría un ahorro de 98 millones. La cifra propuesta por Al-Khelaifi proviene de restar de los 180 millones que pagó por él los 82 de la última prima que le correspondería recibir en febrero de 2024 por renovar hasta 2025.
Al día siguiente enviaron este acuerdo redactado a los abogados de Mbappé, pero ni ellos firmaron eso ni el PSG la propuesta inicial del futbolista. Y así transcurrió el tiempo hasta que en febrero de 2024 el jugador le dijo a Al-Khelaifi que se iría en verano y el club cortó los pagos. De ahí los 55 millones que reclama el futbolista. De ahí también los 24 que dice el PSG que les debe él. Ha comenzado el deshielo, pero no tanto.
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