Nadie duda de la importancia de la Copa Chenel . Ayuda a los toreros jóvenes a ser conocidos por el gran público, además de rescatar a buenos toreros del ostracismo . De ahí han salido triunfadores de estas últimas temporadas, como Fernando Adrián o Borja Jiménez, y ha puesto en órbita a toreros como David Galván, Juan de Castilla, Rafael de Julia o Isaac Fonseca estas pasadas ediciones. Toreros con los que ya cuentan en las ferias, o deberían contar más, pero que salieron del banquillo gracias al certamen . Sin olvidar al último triunfador, Víctor Hernández, nueva revelación de este San Isidro.Pero siempre hay cosas que se pueden mejorar, porque el toreo no son puntuaciones . En la tercera edición, se lió con el tema de los avisos, ya que entonces restaban. Un aviso sacado antes de tiempo penalizó a Borja Jiménez, y le dejó fuera de la final que tanto se merecía. A partir del revuelo, se decidió que los avisos no supondrían sanción alguna, como era lógico. De alguna manera hay que elegir al triunfador, pero unas calificaciones tan estrictas en el toreo, que dos y dos no suman cuatro, no terminan de encajar .Esta edición el problema ha venido con el voto del público . Las corridas que no fueron retrasmitidas por Telemadrid no dieron opción, al considerar que también deben votar los televidentes, y habría sido más justo, porque sólo deberían votar los que hayan visto el festejo. Pero claro, esto puede llevar a cierta ‘corruptela’, en la que gente ajena al festejo puede votar por conocidos o amigos, como ha dicho el mayor perjudicado de esta situación: Jorge Molina.Noticia Relacionada estandar Si Víctor Hernández: «No me obsesionan los triunfos, le doy más importancia a calar en el aficionado» Alicia P. Velarde El madrileño recibe a ABC en su habitación del hospital tras el percance de Torrejón, que le ha hecho parar unos días lo que está siendo una interesante temporada, marcada por el triunfo de MadridEl de Torrijos estaba en las quinielas de ser finalista, y así lo ha explicado a través de un comunicado: «En la práctica, muchos compañeros, y yo mismo, hemos comprobado cómo este voto acaba convirtiéndose en un simple reenvío de enlaces a amigos y conocidos, quienes, sin haber visto siquiera el festejo, emiten su voto por compromiso o simpatía. Y esto, en ocasiones, t ermina alterando de manera significativa la clasificación final ».El toledano se ha quedado fuera por unas décimas: «No me mueve la queja personal, sino la convicción de que hay aspectos que deben revisarse para que el certamen siga siendo un ejemplo de justicia y seriedad». Lo preocupante no es la décima que se gana o se pierde, «lo preocupante es que esta votación popular puede desvirtuar el criterio de un jurado profesional que sí ha estado presente , que sí ha seguido cada faena con conocimiento y sentido crítico, y cuya opinión debería tener un peso que no se vea diluido por un mecanismo popular fácilmente manipulable», continúa explicando.Se muestra agradecido a la Fundación Toro de Lidia , así como al certamen, por haberle dado tan importante oportunidad, y «mi intención al exponer esto no es otra que contribuir, con humildad y desde la experiencia, a que la Copa Chenel siga creciendo con el prestigio que merece, y por eso les invito a replantear el sistema del voto del público de cara a futuras ediciones, b uscando fórmulas que garanticen una participación más informada , más justa, más acorde con la realidad de lo que se vive en el ruedo», dice.Lo hecho, hecho está. Los finalistas son Daniel Crespo, Sergio Rodríguez y Álvaro Burdiel . Los tres se lo han ganado. Pero el voto del jurado puso a Jorge antes que a Álvaro, un gran torero que posee una tauromaquia de una bella fragilidad que recuerda a la de Juan Ortega (ahí es nada), pero que no tuvo suerte con el lote que tuvo en Moralzarzal, y en un certamen donde la suerte también juega , debería haber pasado Molina. Pero seguro que a Jorge va a ver lo que consigue este certamen, y oportunidades no le faltarán . Y sin la necesidad de que vaya voto del público en sus próximos compromisos. Nadie duda de la importancia de la Copa Chenel . Ayuda a los toreros jóvenes a ser conocidos por el gran público, además de rescatar a buenos toreros del ostracismo . De ahí han salido triunfadores de estas últimas temporadas, como Fernando Adrián o Borja Jiménez, y ha puesto en órbita a toreros como David Galván, Juan de Castilla, Rafael de Julia o Isaac Fonseca estas pasadas ediciones. Toreros con los que ya cuentan en las ferias, o deberían contar más, pero que salieron del banquillo gracias al certamen . Sin olvidar al último triunfador, Víctor Hernández, nueva revelación de este San Isidro.Pero siempre hay cosas que se pueden mejorar, porque el toreo no son puntuaciones . En la tercera edición, se lió con el tema de los avisos, ya que entonces restaban. Un aviso sacado antes de tiempo penalizó a Borja Jiménez, y le dejó fuera de la final que tanto se merecía. A partir del revuelo, se decidió que los avisos no supondrían sanción alguna, como era lógico. De alguna manera hay que elegir al triunfador, pero unas calificaciones tan estrictas en el toreo, que dos y dos no suman cuatro, no terminan de encajar .Esta edición el problema ha venido con el voto del público . Las corridas que no fueron retrasmitidas por Telemadrid no dieron opción, al considerar que también deben votar los televidentes, y habría sido más justo, porque sólo deberían votar los que hayan visto el festejo. Pero claro, esto puede llevar a cierta ‘corruptela’, en la que gente ajena al festejo puede votar por conocidos o amigos, como ha dicho el mayor perjudicado de esta situación: Jorge Molina.Noticia Relacionada estandar Si Víctor Hernández: «No me obsesionan los triunfos, le doy más importancia a calar en el aficionado» Alicia P. Velarde El madrileño recibe a ABC en su habitación del hospital tras el percance de Torrejón, que le ha hecho parar unos días lo que está siendo una interesante temporada, marcada por el triunfo de MadridEl de Torrijos estaba en las quinielas de ser finalista, y así lo ha explicado a través de un comunicado: «En la práctica, muchos compañeros, y yo mismo, hemos comprobado cómo este voto acaba convirtiéndose en un simple reenvío de enlaces a amigos y conocidos, quienes, sin haber visto siquiera el festejo, emiten su voto por compromiso o simpatía. Y esto, en ocasiones, t ermina alterando de manera significativa la clasificación final ».El toledano se ha quedado fuera por unas décimas: «No me mueve la queja personal, sino la convicción de que hay aspectos que deben revisarse para que el certamen siga siendo un ejemplo de justicia y seriedad». Lo preocupante no es la décima que se gana o se pierde, «lo preocupante es que esta votación popular puede desvirtuar el criterio de un jurado profesional que sí ha estado presente , que sí ha seguido cada faena con conocimiento y sentido crítico, y cuya opinión debería tener un peso que no se vea diluido por un mecanismo popular fácilmente manipulable», continúa explicando.Se muestra agradecido a la Fundación Toro de Lidia , así como al certamen, por haberle dado tan importante oportunidad, y «mi intención al exponer esto no es otra que contribuir, con humildad y desde la experiencia, a que la Copa Chenel siga creciendo con el prestigio que merece, y por eso les invito a replantear el sistema del voto del público de cara a futuras ediciones, b uscando fórmulas que garanticen una participación más informada , más justa, más acorde con la realidad de lo que se vive en el ruedo», dice.Lo hecho, hecho está. Los finalistas son Daniel Crespo, Sergio Rodríguez y Álvaro Burdiel . Los tres se lo han ganado. Pero el voto del jurado puso a Jorge antes que a Álvaro, un gran torero que posee una tauromaquia de una bella fragilidad que recuerda a la de Juan Ortega (ahí es nada), pero que no tuvo suerte con el lote que tuvo en Moralzarzal, y en un certamen donde la suerte también juega , debería haber pasado Molina. Pero seguro que a Jorge va a ver lo que consigue este certamen, y oportunidades no le faltarán . Y sin la necesidad de que vaya voto del público en sus próximos compromisos.
Nadie duda de la importancia de la Copa Chenel. Ayuda a los toreros jóvenes a ser conocidos por el gran público, además de rescatar a buenos toreros del ostracismo. De ahí han salido triunfadores de estas últimas temporadas, como Fernando Adrián o Borja Jiménez, y ha puesto en órbita a toreros como David Galván, Juan de Castilla, Rafael de Julia o Isaac Fonseca estas pasadas ediciones. Toreros con los que ya cuentan en las ferias, o deberían contar más, pero que salieron del banquillo gracias al certamen. Sin olvidar al último triunfador, Víctor Hernández, nueva revelación de este San Isidro.
Pero siempre hay cosas que se pueden mejorar, porque el toreo no son puntuaciones. En la tercera edición, se lió con el tema de los avisos, ya que entonces restaban. Un aviso sacado antes de tiempo penalizó a Borja Jiménez, y le dejó fuera de la final que tanto se merecía. A partir del revuelo, se decidió que los avisos no supondrían sanción alguna, como era lógico. De alguna manera hay que elegir al triunfador, pero unas calificaciones tan estrictas en el toreo, que dos y dos no suman cuatro, no terminan de encajar.
Esta edición el problema ha venido con el voto del público. Las corridas que no fueron retrasmitidas por Telemadrid no dieron opción, al considerar que también deben votar los televidentes, y habría sido más justo, porque sólo deberían votar los que hayan visto el festejo. Pero claro, esto puede llevar a cierta ‘corruptela’, en la que gente ajena al festejo puede votar por conocidos o amigos, como ha dicho el mayor perjudicado de esta situación: Jorge Molina.
El de Torrijos estaba en las quinielas de ser finalista, y así lo ha explicado a través de un comunicado: «En la práctica, muchos compañeros, y yo mismo, hemos comprobado cómo este voto acaba convirtiéndose en un simple reenvío de enlaces a amigos y conocidos, quienes, sin haber visto siquiera el festejo, emiten su voto por compromiso o simpatía. Y esto, en ocasiones, termina alterando de manera significativa la clasificación final».
El toledano se ha quedado fuera por unas décimas: «No me mueve la queja personal, sino la convicción de que hay aspectos que deben revisarse para que el certamen siga siendo un ejemplo de justicia y seriedad». Lo preocupante no es la décima que se gana o se pierde, «lo preocupante es que esta votación popular puede desvirtuar el criterio de un jurado profesional que sí ha estado presente, que sí ha seguido cada faena con conocimiento y sentido crítico, y cuya opinión debería tener un peso que no se vea diluido por un mecanismo popular fácilmente manipulable», continúa explicando.
Se muestra agradecido a la Fundación Toro de Lidia, así como al certamen, por haberle dado tan importante oportunidad, y «mi intención al exponer esto no es otra que contribuir, con humildad y desde la experiencia, a que la Copa Chenel siga creciendo con el prestigio que merece, y por eso les invito a replantear el sistema del voto del público de cara a futuras ediciones, buscando fórmulas que garanticen una participación más informada, más justa, más acorde con la realidad de lo que se vive en el ruedo», dice.
Lo hecho, hecho está. Los finalistas son Daniel Crespo, Sergio Rodríguez y Álvaro Burdiel. Los tres se lo han ganado. Pero el voto del jurado puso a Jorge antes que a Álvaro, un gran torero que posee una tauromaquia de una bella fragilidad que recuerda a la de Juan Ortega (ahí es nada), pero que no tuvo suerte con el lote que tuvo en Moralzarzal, y en un certamen donde la suerte también juega, debería haber pasado Molina. Pero seguro que a Jorge va a ver lo que consigue este certamen, y oportunidades no le faltarán. Y sin la necesidad de que vaya voto del público en sus próximos compromisos.
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