Skip to content
VozUniversal | Periódico que le da voz a todo el universo
  • Portada
  • Internacional
  • Nacional
  • Sociedad
  • Economía
  • Deportes
  • Ciencia y Tecnología
  • Cultura
VozUniversal | Periódico que le da voz a todo el universo
VozUniversal | Periódico que le da voz a todo el universo
  • Portada
  • Internacional
  • Nacional
  • Sociedad
  • Economía
  • Deportes
  • Ciencia y Tecnología
  • Cultura
  • Entradas
  • Forums
  • Contacto
VozUniversal | Periódico que le da voz a todo el universo
  Cultura  Sorayda Peguero: «Temo más al perverso que al malvado»
Cultura

Sorayda Peguero: «Temo más al perverso que al malvado»

julio 3, 2025
FacebookX TwitterPinterestLinkedInTumblrRedditVKWhatsAppEmail

Sorayda Peguero , escritora y columnista, autora del delicioso libro de relatos «Doce encuentros y una despedida», vive (y escribe) a caballo entre República Dominicana y España. Dos orillas que entretejen su obra de nostalgia, memoria y olvido. Ha sido una de las autoras destacadas de Mar de Palabras, primer festival internacional de literatura en la región del Caribe, y hemos hablado, dónde mejor que en el paraíso, de pecados capitales:–Le perdono un pecado.–La gula, sin duda. Me gusta mucho comer, y comer cosas que no tendría que comer tanto. Me gustan los fritos, los dulces de mi país, la cerveza Presidente, los refrescos que tomaba a escondidas cuando niña… Tengo que hacer un esfuerzo por controlarme.–¿Lo sacamos de la lista?–No debería ser pecado, es uno de los más inofensivos, ¿verdad? Junto con la pereza, que debería ser virtud. Y más en estos tiempos en que somos convocados a estar permanentemente haciendo algo productivo, que todo tenga una utilidad. A mí me encantan los placeres inútiles, tú sabes. Me encantaría tener más tiempo así para leer, escuchar música, tumbarme en una hamaca cuando estoy acá, en República Dominicana, y mirar el cielo.– Dos minutos y ya hemos reducido a cinco los pecados capitales.–Imagínate. Y yo quitaría también la lujuria. Nos quedan cuatro. –Y de esos… ¿cuál sería el peor?–Dudo entre la envidia y la ira, porque conozco bien los efectos devastadores de la ira. Y aunque después la persona que lo comete se arrepienta, al ver el desastre devastador que dejó a su alrededor, eso ya está hecho. Las consecuencias son irrevocables. Con la envidia pasa que quizá, no siempre y no todas las personas que sienten envidia, llegan a ser perversos, pero hay muchas perversidades en la envidia. Y yo temo más al perverso que al malvado.–Explíqueme eso.–El malvado es más frontal. A veces, incluso, se harta de su maldad. Lo ves venir. Pero el perverso es estratega, va dando pequeños toquecitos para desestabilizar y que si fue sin querer, y que si con la sonrisa. Aquí decimos una frase: «como la gatica de María Ramos, que tira la piedra y esconde la mano». Un día te dan el beso y al otro día te dan el pinchazo. Mira, creo que la envidia. Definitivamente, me cuesta más perdonar la envidia.–¿La envidia abre la puerta de la perversidad?–Totalmente. Y, además, envenena. Ni siquiera para el que la padece tiene nada bueno. Muchas veces sufre más, incluso, que el objeto de su envidia. Me parece que, el envidioso siente el impulso de querer dañar al objeto de su envidia. Se alimentan del conflicto.–Nos quedarían, entonces, la soberbia y la avaricia. ¿Está quizá su oficio más expuesto a la primera?–Sí, desde luego. No creo que sea el único, pero definitivamente es uno de los oficios en los que te puedes ver más tentado a caer en la soberbia. Recuerdo una anécdota de Joyce, que a él el divertía que su esposa se refieriese a él como un inútil. Porque todo el mundo a su alrededor se la pasaba adulándolo. Y esa mujer venía y como que lo bajaba de ese trono. La tentación es bastante fuerte e, incluso el que menos cree que puede caer ahí, dependiendo de el nivel de exposición que tenga ese ambiente, puede hacerlo. Sorayda Peguero , escritora y columnista, autora del delicioso libro de relatos «Doce encuentros y una despedida», vive (y escribe) a caballo entre República Dominicana y España. Dos orillas que entretejen su obra de nostalgia, memoria y olvido. Ha sido una de las autoras destacadas de Mar de Palabras, primer festival internacional de literatura en la región del Caribe, y hemos hablado, dónde mejor que en el paraíso, de pecados capitales:–Le perdono un pecado.–La gula, sin duda. Me gusta mucho comer, y comer cosas que no tendría que comer tanto. Me gustan los fritos, los dulces de mi país, la cerveza Presidente, los refrescos que tomaba a escondidas cuando niña… Tengo que hacer un esfuerzo por controlarme.–¿Lo sacamos de la lista?–No debería ser pecado, es uno de los más inofensivos, ¿verdad? Junto con la pereza, que debería ser virtud. Y más en estos tiempos en que somos convocados a estar permanentemente haciendo algo productivo, que todo tenga una utilidad. A mí me encantan los placeres inútiles, tú sabes. Me encantaría tener más tiempo así para leer, escuchar música, tumbarme en una hamaca cuando estoy acá, en República Dominicana, y mirar el cielo.– Dos minutos y ya hemos reducido a cinco los pecados capitales.–Imagínate. Y yo quitaría también la lujuria. Nos quedan cuatro. –Y de esos… ¿cuál sería el peor?–Dudo entre la envidia y la ira, porque conozco bien los efectos devastadores de la ira. Y aunque después la persona que lo comete se arrepienta, al ver el desastre devastador que dejó a su alrededor, eso ya está hecho. Las consecuencias son irrevocables. Con la envidia pasa que quizá, no siempre y no todas las personas que sienten envidia, llegan a ser perversos, pero hay muchas perversidades en la envidia. Y yo temo más al perverso que al malvado.–Explíqueme eso.–El malvado es más frontal. A veces, incluso, se harta de su maldad. Lo ves venir. Pero el perverso es estratega, va dando pequeños toquecitos para desestabilizar y que si fue sin querer, y que si con la sonrisa. Aquí decimos una frase: «como la gatica de María Ramos, que tira la piedra y esconde la mano». Un día te dan el beso y al otro día te dan el pinchazo. Mira, creo que la envidia. Definitivamente, me cuesta más perdonar la envidia.–¿La envidia abre la puerta de la perversidad?–Totalmente. Y, además, envenena. Ni siquiera para el que la padece tiene nada bueno. Muchas veces sufre más, incluso, que el objeto de su envidia. Me parece que, el envidioso siente el impulso de querer dañar al objeto de su envidia. Se alimentan del conflicto.–Nos quedarían, entonces, la soberbia y la avaricia. ¿Está quizá su oficio más expuesto a la primera?–Sí, desde luego. No creo que sea el único, pero definitivamente es uno de los oficios en los que te puedes ver más tentado a caer en la soberbia. Recuerdo una anécdota de Joyce, que a él el divertía que su esposa se refieriese a él como un inútil. Porque todo el mundo a su alrededor se la pasaba adulándolo. Y esa mujer venía y como que lo bajaba de ese trono. La tentación es bastante fuerte e, incluso el que menos cree que puede caer ahí, dependiendo de el nivel de exposición que tenga ese ambiente, puede hacerlo.  

Sorayda Peguero, escritora y columnista, autora del delicioso libro de relatos «Doce encuentros y una despedida», vive (y escribe) a caballo entre República Dominicana y España. Dos orillas que entretejen su obra de nostalgia, memoria y olvido. Ha sido una de las autoras destacadas de Mar de Palabras, primer festival internacional de literatura en la región del Caribe, y hemos hablado, dónde mejor que en el paraíso, de pecados capitales:

–Le perdono un pecado.

–La gula, sin duda. Me gusta mucho comer, y comer cosas que no tendría que comer tanto. Me gustan los fritos, los dulces de mi país, la cerveza Presidente, los refrescos que tomaba a escondidas cuando niña… Tengo que hacer un esfuerzo por controlarme.

–¿Lo sacamos de la lista?

–No debería ser pecado, es uno de los más inofensivos, ¿verdad? Junto con la pereza, que debería ser virtud. Y más en estos tiempos en que somos convocados a estar permanentemente haciendo algo productivo, que todo tenga una utilidad. A mí me encantan los placeres inútiles, tú sabes. Me encantaría tener más tiempo así para leer, escuchar música, tumbarme en una hamaca cuando estoy acá, en República Dominicana, y mirar el cielo.

Más noticias

Presentados los carteles de Linares, Jódar y Navas de San Juan del XXXI Ciclo de Novilladas Sin Picadores

julio 4, 2025

Homenaje musical a Goyeneche en Nuevo Baztán

junio 25, 2025

Chanel, una estrella menguante por las malas decisiones

junio 26, 2025

Cerrados los carteles de verano de Las Ventas: la corrida del 15 de agosto será nocturna

julio 5, 2025

–Dos minutos y ya hemos reducido a cinco los pecados capitales.

–Imagínate. Y yo quitaría también la lujuria. Nos quedan cuatro.

–Y de esos… ¿cuál sería el peor?

–Dudo entre la envidia y la ira, porque conozco bien los efectos devastadores de la ira. Y aunque después la persona que lo comete se arrepienta, al ver el desastre devastador que dejó a su alrededor, eso ya está hecho. Las consecuencias son irrevocables. Con la envidia pasa que quizá, no siempre y no todas las personas que sienten envidia, llegan a ser perversos, pero hay muchas perversidades en la envidia. Y yo temo más al perverso que al malvado.

–Explíqueme eso.

–El malvado es más frontal. A veces, incluso, se harta de su maldad. Lo ves venir. Pero el perverso es estratega, va dando pequeños toquecitos para desestabilizar y que si fue sin querer, y que si con la sonrisa. Aquí decimos una frase: «como la gatica de María Ramos, que tira la piedra y esconde la mano». Un día te dan el beso y al otro día te dan el pinchazo. Mira, creo que la envidia. Definitivamente, me cuesta más perdonar la envidia.

–¿La envidia abre la puerta de la perversidad?

–Totalmente. Y, además, envenena. Ni siquiera para el que la padece tiene nada bueno. Muchas veces sufre más, incluso, que el objeto de su envidia. Me parece que, el envidioso siente el impulso de querer dañar al objeto de su envidia. Se alimentan del conflicto.

–Nos quedarían, entonces, la soberbia y la avaricia. ¿Está quizá su oficio más expuesto a la primera?

–Sí, desde luego. No creo que sea el único, pero definitivamente es uno de los oficios en los que te puedes ver más tentado a caer en la soberbia. Recuerdo una anécdota de Joyce, que a él el divertía que su esposa se refieriese a él como un inútil. Porque todo el mundo a su alrededor se la pasaba adulándolo. Y esa mujer venía y como que lo bajaba de ese trono. La tentación es bastante fuerte e, incluso el que menos cree que puede caer ahí, dependiendo de el nivel de exposición que tenga ese ambiente, puede hacerlo.

 RSS de noticias de cultura

FacebookX TwitterPinterestLinkedInTumblrRedditVKWhatsAppEmail
Manuel Escribano gana el premio a mayor triunfador de la Feria de Hogueras de Alicante
Detenido en Santa Coloma un fugitivo buscado por Pakistán por terrorismo y asesinatos
Leer también
David Aranda Campin reinterpreta el mito del unicornio con una propuesta literaria sorprendente
Cultura

David Aranda Campin reinterpreta el mito del unicornio con una propuesta literaria sorprendente

julio 9, 2025
Nacional

PP y Vox pactan la elección del nuevo director Antifraude, con la abstención de la izquierda

julio 9, 2025
Internacional

Última hora del conflicto en Oriente Próximo, en directo | La ONU acusa a Israel de promover “campos de concentración” con su plan de encerrar a 600.000 palestinos en Rafah

julio 9, 2025
Marco Antonio Fondevila debuta en la novela policíaca con una historia que atrapa desde la primera página
Destacados

Marco Antonio Fondevila debuta en la novela policíaca con una historia que atrapa desde la primera página

julio 9, 2025
Economía

Fedea desvela que quince comunidades autónomas tienen déficit estructural, lejos de las cinco del dato oficial

julio 9, 2025
Deportes

Real Madrid – PSG: dónde ver la semifinal del Mundial de Clubes desde Estados Unidos – Clone

julio 9, 2025
Cargar más
Novedades
David Aranda Campin reinterpreta el mito del unicornio con una propuesta literaria sorprendente

David Aranda Campin reinterpreta el mito del unicornio con una propuesta literaria sorprendente

julio 9, 2025

PP y Vox pactan la elección del nuevo director Antifraude, con la abstención de la izquierda

julio 9, 2025

Última hora del conflicto en Oriente Próximo, en directo | La ONU acusa a Israel de promover “campos de concentración” con su plan de encerrar a 600.000 palestinos en Rafah

julio 9, 2025
Marco Antonio Fondevila debuta en la novela policíaca con una historia que atrapa desde la primera página

Marco Antonio Fondevila debuta en la novela policíaca con una historia que atrapa desde la primera página

julio 9, 2025

Fedea desvela que quince comunidades autónomas tienen déficit estructural, lejos de las cinco del dato oficial

julio 9, 2025

Real Madrid – PSG: dónde ver la semifinal del Mundial de Clubes desde Estados Unidos – Clone

julio 9, 2025

Trump continúa con su guerra comercial con el envío de cartas a seis países con nuevos aranceles

julio 9, 2025
Gustavo Alvarado Hernández debuta en la literatura con una vibrante novela negra que no dejará indiferente al lector

Gustavo Alvarado Hernández debuta en la literatura con una vibrante novela negra que no dejará indiferente al lector

julio 9, 2025

Muere por un golpe de calor en Alicante un hombre de 53 años

julio 9, 2025

Txema Rodríguez, premio Mingote: «La honestidad de una imagen puede llevar esperanza a quienes la necesitan»

julio 9, 2025

    VozUniversal

    © 2024 VozUniversal. Todos los derechos reservados.
    • Aviso Legal
    • Política de Cookies
    • Política de Privacidad
    • Contacto