Tatiana Blatnik (45 años) ha hablado con ‘Vanity Fair’ después de unas cuantas ‘tormentas’ emocionales que han llamado a su puerta el último año. La venezolana atravesó la inesperada disolución de su matrimonio con Nicolás de Grecia (55), al tiempo que enfrentaba la desaparición de su medio hermano Attilio Brillembourg.«Hoy estoy más arraigada a mí misma que a un sitio en concreto», afirma, refiriéndose a lo complicado que ha sido tener sensación de pertenencia a algún sitio para alguien que nació en Venezuela, creció en Suiza y estudió en Estados Unidos, con madre alemana y padre esloveno. Te recomendamos estandar No Por malos tratos a su expareja La Audiencia Provincial de Cádiz ratifica dos años de cárcel para ‘El Cigala’ Marina Ortiz Cortés estandar No José Luis Martínez Almeida y Teresa Urquijo, a la espera del inminente nacimiento de su primer hijo Rocío F. de BujánPero Grecia le ha dado esa sensación de hogar que se necesita en determinado momento de la vida y, aunque no existe ya vínculo alguno con Nicolás , la Casa Real Griega decidió mantener su título de Princesa, por respeto a su trayectoria. No es lo habitual en casos de divorcio pero, en este, se hizo una excepción.La actual empresaria del ‘wellness’ habló con mucho cariño sobre su exmarido y la Familia Real Griega diciendo que a ellos les debe muchos aprendizajes, sobre todo, valores tan importantes como «el amor, el servicio a la patria y la unidad familiar». En cuanto a Nicolás, afirma que «estar casada con él ha sido un privilegio», y siempre le tendrá un profundo respeto.Tatiana Blatnik y Nicolás de Grecia en 2017 GTRESParece que, cuatro meses después del matrimonio del Príncipe de Grecia con Chrysí Vardinogiánni , Tatiana ha asimilado mejor las cosas y el momento «doloroso» que esto le significó se ha transformado en agradecimiento, motivación y propósitos que implican impulsar a la nación helena como un destino turístico de bienestar.Esta nueva etapa ha hecho que Blatnik tenga una nueva visión del impacto mediático de su historia. Aunque las portadas, publicaciones y ser el centro de atención no es lo suyo, es consciente de que puede ayudar a los demás valiéndose de esas herramientas de las que tanto huyó durante el tiempo que formó parte de la Familia Real de Grecia .«Grecia es mi hogar, nunca había vivido en un país por tanto tiempo… Quedarme no era el camino fácil, pero lo fácil no es lo mío», señala ante el planteamiento de irse del país tras su divorcio y el posterior matrimonio de su exmarido con Chrysí Vardinogiánni . Muestra de su compromiso con el sur de la península balcánica son los proyectos que mantiene con atletas olímpicos , enfocados en el trabajo de la salud mental previo a las competiciones. «Ellos me dieron fuerza, perspectiva, y me recordaron que el fracaso es parte del éxito». También está a punto de estrenar una serie documental en la que explora la vida de algunos de estos atletas, mostrando sus historias de superación a través del deporte, para inspirar a las nuevas generaciones.Las labores filantrópicas de Tatiana en Grecia no se reducen únicamente al ámbito deportivo. En 2020, tras el inicio de la pandemia, fundó una ONG llamada ‘Breathe Hellas’ dedicada a promover la salud mental y a derrumbar los estigmas alrededor del tema.Además, todas las experiencias que ha tenido en torno a la salud mental, pérdida de seres queridos (como su padre y su hermanastro) y su reciente tropiezo sentimental, le han impulsado a trabajar en el lanzamiento de un pódcast en el que contará su historia y priorizará el bienestar emocional como eje central. «La sanación no es un proceso lineal, tampoco encontrar un propósito en la vida». Tatiana Blatnik (45 años) ha hablado con ‘Vanity Fair’ después de unas cuantas ‘tormentas’ emocionales que han llamado a su puerta el último año. La venezolana atravesó la inesperada disolución de su matrimonio con Nicolás de Grecia (55), al tiempo que enfrentaba la desaparición de su medio hermano Attilio Brillembourg.«Hoy estoy más arraigada a mí misma que a un sitio en concreto», afirma, refiriéndose a lo complicado que ha sido tener sensación de pertenencia a algún sitio para alguien que nació en Venezuela, creció en Suiza y estudió en Estados Unidos, con madre alemana y padre esloveno. Te recomendamos estandar No Por malos tratos a su expareja La Audiencia Provincial de Cádiz ratifica dos años de cárcel para ‘El Cigala’ Marina Ortiz Cortés estandar No José Luis Martínez Almeida y Teresa Urquijo, a la espera del inminente nacimiento de su primer hijo Rocío F. de BujánPero Grecia le ha dado esa sensación de hogar que se necesita en determinado momento de la vida y, aunque no existe ya vínculo alguno con Nicolás , la Casa Real Griega decidió mantener su título de Princesa, por respeto a su trayectoria. No es lo habitual en casos de divorcio pero, en este, se hizo una excepción.La actual empresaria del ‘wellness’ habló con mucho cariño sobre su exmarido y la Familia Real Griega diciendo que a ellos les debe muchos aprendizajes, sobre todo, valores tan importantes como «el amor, el servicio a la patria y la unidad familiar». En cuanto a Nicolás, afirma que «estar casada con él ha sido un privilegio», y siempre le tendrá un profundo respeto.Tatiana Blatnik y Nicolás de Grecia en 2017 GTRESParece que, cuatro meses después del matrimonio del Príncipe de Grecia con Chrysí Vardinogiánni , Tatiana ha asimilado mejor las cosas y el momento «doloroso» que esto le significó se ha transformado en agradecimiento, motivación y propósitos que implican impulsar a la nación helena como un destino turístico de bienestar.Esta nueva etapa ha hecho que Blatnik tenga una nueva visión del impacto mediático de su historia. Aunque las portadas, publicaciones y ser el centro de atención no es lo suyo, es consciente de que puede ayudar a los demás valiéndose de esas herramientas de las que tanto huyó durante el tiempo que formó parte de la Familia Real de Grecia .«Grecia es mi hogar, nunca había vivido en un país por tanto tiempo… Quedarme no era el camino fácil, pero lo fácil no es lo mío», señala ante el planteamiento de irse del país tras su divorcio y el posterior matrimonio de su exmarido con Chrysí Vardinogiánni . Muestra de su compromiso con el sur de la península balcánica son los proyectos que mantiene con atletas olímpicos , enfocados en el trabajo de la salud mental previo a las competiciones. «Ellos me dieron fuerza, perspectiva, y me recordaron que el fracaso es parte del éxito». También está a punto de estrenar una serie documental en la que explora la vida de algunos de estos atletas, mostrando sus historias de superación a través del deporte, para inspirar a las nuevas generaciones.Las labores filantrópicas de Tatiana en Grecia no se reducen únicamente al ámbito deportivo. En 2020, tras el inicio de la pandemia, fundó una ONG llamada ‘Breathe Hellas’ dedicada a promover la salud mental y a derrumbar los estigmas alrededor del tema.Además, todas las experiencias que ha tenido en torno a la salud mental, pérdida de seres queridos (como su padre y su hermanastro) y su reciente tropiezo sentimental, le han impulsado a trabajar en el lanzamiento de un pódcast en el que contará su historia y priorizará el bienestar emocional como eje central. «La sanación no es un proceso lineal, tampoco encontrar un propósito en la vida».
La princesa de Grecia ha hablado con ‘Vanity Fair’ sobre cómo se ha mantenido positiva en los últimos meses
Tatiana Blatnik (45 años) ha hablado con ‘Vanity Fair’ después de unas cuantas ‘tormentas’ emocionales que han llamado a su puerta el último año. La venezolana atravesó la inesperada disolución de su matrimonio con Nicolás de Grecia (55), al tiempo que enfrentaba la desaparición de su medio hermano Attilio Brillembourg.
«Hoy estoy más arraigada a mí misma que a un sitio en concreto», afirma, refiriéndose a lo complicado que ha sido tener sensación de pertenencia a algún sitio para alguien que nació en Venezuela, creció en Suiza y estudió en Estados Unidos, con madre alemana y padre esloveno.
Pero Grecia le ha dado esa sensación de hogar que se necesita en determinado momento de la vida y, aunque no existe ya vínculo alguno con Nicolás, la Casa Real Griega decidió mantener su título de Princesa, por respeto a su trayectoria. No es lo habitual en casos de divorcio pero, en este, se hizo una excepción.
La actual empresaria del ‘wellness’ habló con mucho cariño sobre su exmarido y la Familia Real Griega diciendo que a ellos les debe muchos aprendizajes, sobre todo, valores tan importantes como «el amor, el servicio a la patria y la unidad familiar». En cuanto a Nicolás, afirma que «estar casada con él ha sido un privilegio», y siempre le tendrá un profundo respeto.
GTRES
Parece que, cuatro meses después del matrimonio del Príncipe de Grecia con Chrysí Vardinogiánni, Tatiana ha asimilado mejor las cosas y el momento «doloroso» que esto le significó se ha transformado en agradecimiento, motivación y propósitos que implican impulsar a la nación helena como un destino turístico de bienestar.
Esta nueva etapa ha hecho que Blatnik tenga una nueva visión del impacto mediático de su historia. Aunque las portadas, publicaciones y ser el centro de atención no es lo suyo, es consciente de que puede ayudar a los demás valiéndose de esas herramientas de las que tanto huyó durante el tiempo que formó parte de la Familia Real de Grecia.
«Grecia es mi hogar, nunca había vivido en un país por tanto tiempo… Quedarme no era el camino fácil, pero lo fácil no es lo mío», señala ante el planteamiento de irse del país tras su divorcio y el posterior matrimonio de su exmarido con Chrysí Vardinogiánni.
Muestra de su compromiso con el sur de la península balcánica son los proyectos que mantiene con atletas olímpicos, enfocados en el trabajo de la salud mental previo a las competiciones. «Ellos me dieron fuerza, perspectiva, y me recordaron que el fracaso es parte del éxito». También está a punto de estrenar una serie documental en la que explora la vida de algunos de estos atletas, mostrando sus historias de superación a través del deporte, para inspirar a las nuevas generaciones.
Las labores filantrópicas de Tatiana en Grecia no se reducen únicamente al ámbito deportivo. En 2020, tras el inicio de la pandemia, fundó una ONG llamada ‘Breathe Hellas’ dedicada a promover la salud mental y a derrumbar los estigmas alrededor del tema.
Además, todas las experiencias que ha tenido en torno a la salud mental, pérdida de seres queridos (como su padre y su hermanastro) y su reciente tropiezo sentimental, le han impulsado a trabajar en el lanzamiento de un pódcast en el que contará su historia y priorizará el bienestar emocional como eje central. «La sanación no es un proceso lineal, tampoco encontrar un propósito en la vida».
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