La carga de trabajo y las condiciones en las que se desarrolla la actividad han sido objeto de debate en la Administración pública francesa durante años. Lo que está viviendo el Ministerio de Economía francés, sin embargo, tiene el rostro de una epidemia. Desde el 1 de enero, 12 personas dependientes de la Dirección General de Finanzas Públicas (DGFiP) se han suicidado en Francia, y otras ocho lo han intentado, según publicó el martes Le Monde y confirmó este periódico. El mismo martes, la lista de personas que se habían quitado la vida en este organismo aumentó en una, llegando hasta 13. Todos los expertos coinciden en que el suicidio es un fenómeno multicausal.
Trece personas se han quitado la vida y otras ocho lo han intentado en lo que va de año en uno de los grandes departamentos del control de las finanzas del Estado
La carga de trabajo y las condiciones en las que se desarrolla la actividad han sido objeto de debate en la Administración pública francesa durante años. Lo que está viviendo el Ministerio de Economía francés, sin embargo, tiene el rostro de una epidemia. Desde el 1 de enero, 12 personas dependientes de la Dirección General de Finanzas Públicas (DGFiP) se han suicidado en Francia, y otras ocho lo han intentado, según publicó el martes Le Monde y confirmó este periódico. El mismo martes, la lista de personas que se habían quitado la vida en este organismo aumentó en una, llegando hasta 13. Todos los expertos coinciden en que el suicidio es un fenómeno multicausal.
Veintiuna tragedias en solo seis meses. “Son dramas que traumatizan a todo nuestro colectivo, y cifras preocupantes”, reconoció la directora de la DGFiP, Amélie Verdier, al periódico francés. “No quiero minimizarlas en absoluto”.
El problema ha existido siempre en la DGFiP, donde las cifras de suicidios eran particularmente elevadas. Este organismo, que cuenta con una plantilla de unos 94.000 trabajadores, atravesó en 2012 un año muy oscuro, con 19 muertes. Pero desde entonces, el número había bajado a entre seis y 12 por año, con 11 casos en 2023 y nueve en 2024. Cifras ahora superadas en solo un semestre.
Los números de 2025, cuando se ha cumplido poco más de medio año, van camino de batir todos los récords. Estas cifras suponen una clara disonancia respecto a los de la población francesa, donde la tasa de suicidio es de 13,4 muertes por cada 100.000 habitantes. Si la tendencia se prolonga otros seis meses, se doblaría la media nacional.
El ministro de Economía, Éric Lombard, responsable de la DGFiP, reaccionó el martes a la noticia. “Es una situación que estamos siguiendo, pero no considero que esté relacionada ni con cuestiones de organización, ni con la carga de trabajo, ni con la gestión”, afirmó al ser interrogado sobre el tema ante la comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional.
Reunión en el ministerio
Este miércoles se ha celebrado en el Ministerio de Economía y Finanzas una reunión entre los sindicatos y la dirección para analizar esta oleada de suicidios, un tema por el que los sindicatos están especialmente preocupados.
Entre los participantes se encontraba también el doctor François Ducrot, especialista en conductas suicidas, psiquiatra referente nacional del Hospital Universitario de Lille. Este experto declaró en la cadena de televisión BFTV que es difícil establecer vínculos directos entre el trabajo y las muertes. “El suicidio es eminentemente multifactorial. Hay factores biológicos, genéticos, factores del entorno, familiares, financieros, factores psicosociales…”, señaló. Según el psiquiatra, eventos profesionales o elementos relacionados con la práctica laboral pueden influir en el desencadenamiento de conductas suicidas, pero establecer claramente una relación causa-efecto es difícil.
La primera muerte del año ocurrió el 10 de enero. Esa mañana de viernes, los primeros agentes que entraron en el centro de finanzas públicas de Saint-Denis (departamento de Seine-Saint Denis) descubrieron a uno de sus compañeros, un joven inspector, ahorcado en el vestíbulo de entrada. Tras haber salido del lugar el día anterior, regresó y se quitó la vida en su propio lugar de trabajo. No llegaba a los 30 años.
Lo relevante para el análisis es que las demás direcciones del ministerio no han experimentado una evolución similar, aunque el 7 de mayo una mujer encargada del lavado de ropa se quitara la vida saltando desde el techo del edificio principal de Bercy. Desde la fusión de la antigua Dirección General de Impuestos y la Dirección General de Contabilidad Pública en 2008, la DGFiP ha eliminado unos 32.000 puestos de trabajo, dejando una plantilla de 93.800 personas a finales de 2024, de las cuales 4.360 son contratados. Es la administración que más ha reducido sus efectivos en toda la función pública, señalan los sindicatos.
La última encuesta interna, realizada en febrero con 52.891 respuestas, confirma el malestar. El 60% de los empleados considera que la DGFiP no evoluciona en la buena dirección, un porcentaje dos veces superior al del conjunto de la función pública estatal (30%). Solo el 54% está satisfecho con su carga de trabajo, frente al 72% en el resto del Estado. Uno de cada tres funcionarios de finanzas públicas considera su nivel de estrés como muy alto.
La dirección de Finanzas solo abre una investigación cuando el suicidio ocurre en el lugar de trabajo. Los sindicatos exigen que se realice sistemáticamente, independientemente del lugar del fallecimiento, para poder comprender la situación y encontrar soluciones.
Si necesita ayuda, puede llamar al 024; al teléfono de la Esperanza (717 003 717) o escribir por WhatsApp al 666 640 665. También ofrece asistencia la Fundación ANAR (900 20 20 10).
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