La ayuda del Ingreso Mínimo Vital (IMV) provoca que una parte de los beneficiarios de este subsidio social ralenticen su vuelta al mercado laboral mientras lo están cobrando. Es el efecto que ha puesto encima de la mesa la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), al indicar que la probabilidad de trabajar se reduce, de media, un 12% entre quienes perciben esta renta. Es el «desincentivo» que expone el organismo fiscalizador en su cuarto informe anual sobre esta subvención directa que puso en marcha el Gobierno a mediados de 2020. Los datos analizados por la Airef apuntan, además, que para determinados colectivos el impulso para volver a trabajar es aún menor con respecto a la media. Se trata de familias que, por ejemplo, tienen una ayuda de las más elevadas que ofrece el IMV; hogares monoparentales; y también aquellos menores de 30 años, para quienes esa reincorporación es menos atractiva a partir de los datos analizados tras seis meses cobrando la ayuda. Además, la percepción del Ingreso Mínimo Vital también provoca otro efecto en el mercado laboral ya que su cobro reduce el número de días trabajados al mes en un 11%. Esta situación se produce porque ser beneficiario de esta subvención es compatible con un puesto de trabajo, aunque se reduce el importe de la misma de forma proporcional para evitar una discriminación con respecto al resto de perceptores. Los datos también apuntan que un 90% de beneficiarios permanecen en la prestación más de 12 meses; un 75% más de 24 meses; y un 60% más de tres años. Con estos registros, Cristina Herrero ha admitido sus «serias dudas sobre la eficacia del incentivo al empleo, que tiene la finalizada de mitigar el efecto desincentivador» de esta ayuda social.Ante este contexto, la Airef propone reformular completamente el incentivo al empleo que ya puso en marcha la Seguridad Social en 2022, con un nuevo diseño que sea visible para los potenciales beneficiarios, porque en muchas ocasiones desconocen esta posibilidad de combinar el trabajo con la propia percepción de la ayuda. Además propone implementar fórmulas de verificación automática de los requisitos para superar barreras administrativas como el uso de información mensual o bimensual para la verificación de las rentas, y no de forma anual. También se aboga por transformar los objetivos del IMV con metas cuantificadas o reforzar los programas de acompañamiento individualizado. La ayuda del Ingreso Mínimo Vital (IMV) provoca que una parte de los beneficiarios de este subsidio social ralenticen su vuelta al mercado laboral mientras lo están cobrando. Es el efecto que ha puesto encima de la mesa la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), al indicar que la probabilidad de trabajar se reduce, de media, un 12% entre quienes perciben esta renta. Es el «desincentivo» que expone el organismo fiscalizador en su cuarto informe anual sobre esta subvención directa que puso en marcha el Gobierno a mediados de 2020. Los datos analizados por la Airef apuntan, además, que para determinados colectivos el impulso para volver a trabajar es aún menor con respecto a la media. Se trata de familias que, por ejemplo, tienen una ayuda de las más elevadas que ofrece el IMV; hogares monoparentales; y también aquellos menores de 30 años, para quienes esa reincorporación es menos atractiva a partir de los datos analizados tras seis meses cobrando la ayuda. Además, la percepción del Ingreso Mínimo Vital también provoca otro efecto en el mercado laboral ya que su cobro reduce el número de días trabajados al mes en un 11%. Esta situación se produce porque ser beneficiario de esta subvención es compatible con un puesto de trabajo, aunque se reduce el importe de la misma de forma proporcional para evitar una discriminación con respecto al resto de perceptores. Los datos también apuntan que un 90% de beneficiarios permanecen en la prestación más de 12 meses; un 75% más de 24 meses; y un 60% más de tres años. Con estos registros, Cristina Herrero ha admitido sus «serias dudas sobre la eficacia del incentivo al empleo, que tiene la finalizada de mitigar el efecto desincentivador» de esta ayuda social.Ante este contexto, la Airef propone reformular completamente el incentivo al empleo que ya puso en marcha la Seguridad Social en 2022, con un nuevo diseño que sea visible para los potenciales beneficiarios, porque en muchas ocasiones desconocen esta posibilidad de combinar el trabajo con la propia percepción de la ayuda. Además propone implementar fórmulas de verificación automática de los requisitos para superar barreras administrativas como el uso de información mensual o bimensual para la verificación de las rentas, y no de forma anual. También se aboga por transformar los objetivos del IMV con metas cuantificadas o reforzar los programas de acompañamiento individualizado.
La Autoridad Fiscal estima que el retraso en la incorporación al mercado laboral llega al 20% y propone a Seguridad Social medidas para fomentar la vuelta a la actividad entre sus perceptores.
La ayuda del Ingreso Mínimo Vital (IMV) provoca que una parte de los beneficiarios de este subsidio social ralenticen su vuelta al mercado laboral mientras lo están cobrando. Es el efecto que ha puesto encima de la mesa la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), … al indicar que la probabilidad de trabajar se reduce, de media, un 12% entre quienes perciben esta renta. Es el «desincentivo» que expone el organismo fiscalizador en su cuarto informe anual sobre esta subvención directa que puso en marcha el Gobierno a mediados de 2020.
Los datos analizados por la Airef apuntan, además, que para determinados colectivos el impulso para volver a trabajar es aún menor con respecto a la media. Se trata de familias que, por ejemplo, tienen una ayuda de las más elevadas que ofrece el IMV; hogares monoparentales; y también aquellos menores de 30 años, para quienes esa reincorporación es menos atractiva a partir de los datos analizados tras seis meses cobrando la ayuda.
Además, la percepción del Ingreso Mínimo Vital también provoca otro efecto en el mercado laboral ya que su cobro reduce el número de días trabajados al mes en un 11%. Esta situación se produce porque ser beneficiario de esta subvención es compatible con un puesto de trabajo, aunque se reduce el importe de la misma de forma proporcional para evitar una discriminación con respecto al resto de perceptores.
Los datos también apuntan que un 90% de beneficiarios permanecen en la prestación más de 12 meses; un 75% más de 24 meses; y un 60% más de tres años. Con estos registros, Cristina Herrero ha admitido sus «serias dudas sobre la eficacia del incentivo al empleo, que tiene la finalizada de mitigar el efecto desincentivador» de esta ayuda social.
Ante este contexto, la Airef propone reformular completamente el incentivo al empleo que ya puso en marcha la Seguridad Social en 2022, con un nuevo diseño que sea visible para los potenciales beneficiarios, porque en muchas ocasiones desconocen esta posibilidad de combinar el trabajo con la propia percepción de la ayuda. Además propone implementar fórmulas de verificación automática de los requisitos para superar barreras administrativas como el uso de información mensual o bimensual para la verificación de las rentas, y no de forma anual. También se aboga por transformar los objetivos del IMV con metas cuantificadas o reforzar los programas de acompañamiento individualizado.
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