La llegada a la universidad marca un antes y un después tanto en la vida de los hijos como en la de los padres. Para muchos jóvenes, supone salir por primera vez de la zona de confort y del entorno familiar. Para sus progenitores, implica soltar la mano y confiar en que están preparados para afrontar el mundo por su cuenta.Una etapa de descubrimiento y adaptaciónEl paso de la adolescencia a la vida universitaria suele venir acompañado de una mezcla de entusiasmo, miedo e incertidumbre. De repente, esos adolescentes que hasta hace poco contaban con el apoyo constante de sus padres se enfrentan a decisiones diarias que hasta ahora no les correspondían: ¿qué voy a comer hoy?, ¿cuánto dinero me queda para llegar a fin de mes?, ¿quién me recuerda que tengo que ordenar la habitación? Además, está el reto social: hacer nuevos amigos en un entorno completamente distinto, lejos de los compañeros del colegio o del barrio de siempre.El valor de un entorno que acompañaEn este contexto, elegir bien dónde vivir es clave. Y las residencias de estudiantes han evolucionado mucho en los últimos años, ofreciendo no sólo un lugar donde dormir, sino también un entorno que favorece la transición a la vida adulta. Un ejemplo destacado son las residencias de Livensa Living, diseñadas específicamente para que los estudiantes se sientan como en casa… aunque estén lejos de ella y con precios aptos para todos los bolsillos, según la modalidad de alojamiento que se elija, además de ofrecer de base, un concepto de todo incluido (suministros como agua, luz, wifi o acceso al gimnasio), sin sorpresas en la factura mensual.Livensa Living ofrece mucho más que una cama y una cocina. Su propuesta se basa en crear comunidad y acompañar al estudiante en su desarrollo personal. Para ello cuentan con el programa Community Life, que organiza actividades sociales, culturales y deportivas que ayudan a romper el hielo y generar vínculos. Además, cada residencia cuenta con dos coordinadores que actúan como referentes para los jóvenes, orientándolos, disponibles ante cualquier necesidad. Y cuentan también con soporte emocional ilimitado gracias a una plataforma externa, que ofrece los servicios de psicólogos titulados además de muchas otras herramientas.Una de las grandes ventajas de Livensa Living es su presencia en toda la Península Ibérica y la diversidad de tarifasComodidad, seguridad y comunidadUno de los aspectos más valorados por padres e hijos es la seguridad y la atención constante: en Livensa Living hay staff 24/7, y un Manual de Conducta que asegura el respeto, la integración y la mejor convivencia. Las residencias están estratégicamente ubicadas y son edificios modernos y acogedores, pensados tanto para el estudio como para el descanso, además de la socialización.Cada estudiante cuenta con su propio espacio con cocina o ‘kitchenette’, pero puede disfrutar también de amplias zonas comunes: cine, gimnasio, salas de juegos, terrazas, piscinas (en muchas residencias) y por supuesto biblioteca y salas de estudio para hacer trabajos en grupo. Todo en un mismo lugar, sin necesidad de desplazamientos ni complicaciones.Frente a los pisos compartidos, que muchas veces implican conflictos de convivencia, viviendas en malas condiciones o precios desorbitados por habitaciones mínimas, Livensa Living se presenta como una alternativa estructurada, transparente y con opciones para todos los bolsillos.Precios ajustados incluso en grandes ciudadesUna de las grandes ventajas de Livensa Living es su presencia en toda la Península Ibérica y la diversidad de tarifas. Existen opciones para vivir en estudios individuales o en estudios dobles compartidos, lo que permite adaptarse al presupuesto familiar sin renunciar a la calidad.Por tan sólo mencionar algunos ejemplos, en septiembre de 2025, se inaugurará Livensa Living Barcelona Sants-Badal, donde un estudio doble puede costar desde 503€ al mes, una cifra muy competitiva si se tiene en cuenta el estado actual del mercado inmobiliario en ciudades como Barcelona. Pero también hay residencias en otras grandes urbes como Madrid, Lisboa u Oporto, en las que los precios parten de los 449€ en Getafe, 575€ en la capital portuguesa o 431€ en Oporto. En ciudades más pequeñas, con gran oferta universitaria y excelente calidad de vida como Granada o Valencia, Livensa también cuenta con residencias con precios que parten de los 449€ en Granada Cartuja o 499€ en Valencia Marina Real. Un lugar para crecerPara muchos padres, saber que su hijo vive en un entorno seguro, acompañado y diseñado para facilitar su crecimiento académico y personal es una gran fuente de tranquilidad. Y para los estudiantes, contar con una comunidad que los acoge, espacios donde estudiar y desconectar, y actividades que favorecen la integración, es el empujón que necesitan para comenzar esta nueva etapa con ilusión y confianza.Porque irse de casa no tiene por qué ser sinónimo de incertidumbre: puede ser el primer paso hacia una vida llena de oportunidades, siempre que el entorno acompañe. Y en ese sentido, Livensa Living es mucho más que una residencia. Es el lugar ideal para empezar a construir un futuro.Más información en www.livensaliving.com La llegada a la universidad marca un antes y un después tanto en la vida de los hijos como en la de los padres. Para muchos jóvenes, supone salir por primera vez de la zona de confort y del entorno familiar. Para sus progenitores, implica soltar la mano y confiar en que están preparados para afrontar el mundo por su cuenta.Una etapa de descubrimiento y adaptaciónEl paso de la adolescencia a la vida universitaria suele venir acompañado de una mezcla de entusiasmo, miedo e incertidumbre. De repente, esos adolescentes que hasta hace poco contaban con el apoyo constante de sus padres se enfrentan a decisiones diarias que hasta ahora no les correspondían: ¿qué voy a comer hoy?, ¿cuánto dinero me queda para llegar a fin de mes?, ¿quién me recuerda que tengo que ordenar la habitación? Además, está el reto social: hacer nuevos amigos en un entorno completamente distinto, lejos de los compañeros del colegio o del barrio de siempre.El valor de un entorno que acompañaEn este contexto, elegir bien dónde vivir es clave. Y las residencias de estudiantes han evolucionado mucho en los últimos años, ofreciendo no sólo un lugar donde dormir, sino también un entorno que favorece la transición a la vida adulta. Un ejemplo destacado son las residencias de Livensa Living, diseñadas específicamente para que los estudiantes se sientan como en casa… aunque estén lejos de ella y con precios aptos para todos los bolsillos, según la modalidad de alojamiento que se elija, además de ofrecer de base, un concepto de todo incluido (suministros como agua, luz, wifi o acceso al gimnasio), sin sorpresas en la factura mensual.Livensa Living ofrece mucho más que una cama y una cocina. Su propuesta se basa en crear comunidad y acompañar al estudiante en su desarrollo personal. Para ello cuentan con el programa Community Life, que organiza actividades sociales, culturales y deportivas que ayudan a romper el hielo y generar vínculos. Además, cada residencia cuenta con dos coordinadores que actúan como referentes para los jóvenes, orientándolos, disponibles ante cualquier necesidad. Y cuentan también con soporte emocional ilimitado gracias a una plataforma externa, que ofrece los servicios de psicólogos titulados además de muchas otras herramientas.Una de las grandes ventajas de Livensa Living es su presencia en toda la Península Ibérica y la diversidad de tarifasComodidad, seguridad y comunidadUno de los aspectos más valorados por padres e hijos es la seguridad y la atención constante: en Livensa Living hay staff 24/7, y un Manual de Conducta que asegura el respeto, la integración y la mejor convivencia. Las residencias están estratégicamente ubicadas y son edificios modernos y acogedores, pensados tanto para el estudio como para el descanso, además de la socialización.Cada estudiante cuenta con su propio espacio con cocina o ‘kitchenette’, pero puede disfrutar también de amplias zonas comunes: cine, gimnasio, salas de juegos, terrazas, piscinas (en muchas residencias) y por supuesto biblioteca y salas de estudio para hacer trabajos en grupo. Todo en un mismo lugar, sin necesidad de desplazamientos ni complicaciones.Frente a los pisos compartidos, que muchas veces implican conflictos de convivencia, viviendas en malas condiciones o precios desorbitados por habitaciones mínimas, Livensa Living se presenta como una alternativa estructurada, transparente y con opciones para todos los bolsillos.Precios ajustados incluso en grandes ciudadesUna de las grandes ventajas de Livensa Living es su presencia en toda la Península Ibérica y la diversidad de tarifas. Existen opciones para vivir en estudios individuales o en estudios dobles compartidos, lo que permite adaptarse al presupuesto familiar sin renunciar a la calidad.Por tan sólo mencionar algunos ejemplos, en septiembre de 2025, se inaugurará Livensa Living Barcelona Sants-Badal, donde un estudio doble puede costar desde 503€ al mes, una cifra muy competitiva si se tiene en cuenta el estado actual del mercado inmobiliario en ciudades como Barcelona. Pero también hay residencias en otras grandes urbes como Madrid, Lisboa u Oporto, en las que los precios parten de los 449€ en Getafe, 575€ en la capital portuguesa o 431€ en Oporto. En ciudades más pequeñas, con gran oferta universitaria y excelente calidad de vida como Granada o Valencia, Livensa también cuenta con residencias con precios que parten de los 449€ en Granada Cartuja o 499€ en Valencia Marina Real. Un lugar para crecerPara muchos padres, saber que su hijo vive en un entorno seguro, acompañado y diseñado para facilitar su crecimiento académico y personal es una gran fuente de tranquilidad. Y para los estudiantes, contar con una comunidad que los acoge, espacios donde estudiar y desconectar, y actividades que favorecen la integración, es el empujón que necesitan para comenzar esta nueva etapa con ilusión y confianza.Porque irse de casa no tiene por qué ser sinónimo de incertidumbre: puede ser el primer paso hacia una vida llena de oportunidades, siempre que el entorno acompañe. Y en ese sentido, Livensa Living es mucho más que una residencia. Es el lugar ideal para empezar a construir un futuro.Más información en www.livensaliving.com
ESPECIAL NOTAS DE CORTE/ CONTENIDO EXTERNO
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La llegada a la universidad marca un antes y un después tanto en la vida de los hijos como en la de los padres. Para muchos jóvenes, supone salir por primera vez de la zona de confort y del entorno familiar. Para sus progenitores, implica soltar la mano y confiar en que están preparados para afrontar el mundo por su cuenta.
Una etapa de descubrimiento y adaptación
El paso de la adolescencia a la vida universitaria suele venir acompañado de una mezcla de entusiasmo, miedo e incertidumbre. De repente, esos adolescentes que hasta hace poco contaban con el apoyo constante de sus padres se enfrentan a decisiones diarias que hasta ahora no les correspondían: ¿qué voy a comer hoy?, ¿cuánto dinero me queda para llegar a fin de mes?, ¿quién me recuerda que tengo que ordenar la habitación? Además, está el reto social: hacer nuevos amigos en un entorno completamente distinto, lejos de los compañeros del colegio o del barrio de siempre.
El valor de un entorno que acompaña
En este contexto, elegir bien dónde vivir es clave. Y las residencias de estudiantes han evolucionado mucho en los últimos años, ofreciendo no sólo un lugar donde dormir, sino también un entorno que favorece la transición a la vida adulta. Un ejemplo destacado son las residencias de Livensa Living, diseñadas específicamente para que los estudiantes se sientan como en casa… aunque estén lejos de ella y con precios aptos para todos los bolsillos, según la modalidad de alojamiento que se elija, además de ofrecer de base, un concepto de todo incluido (suministros como agua, luz, wifi o acceso al gimnasio), sin sorpresas en la factura mensual.
Livensa Living ofrece mucho más que una cama y una cocina. Su propuesta se basa en crear comunidad y acompañar al estudiante en su desarrollo personal. Para ello cuentan con el programa Community Life, que organiza actividades sociales, culturales y deportivas que ayudan a romper el hielo y generar vínculos. Además, cada residencia cuenta con dos coordinadores que actúan como referentes para los jóvenes, orientándolos, disponibles ante cualquier necesidad. Y cuentan también con soporte emocional ilimitado gracias a una plataforma externa, que ofrece los servicios de psicólogos titulados además de muchas otras herramientas.
Una de las grandes ventajas de Livensa Living es su presencia en toda la Península Ibérica y la diversidad de tarifas
Comodidad, seguridad y comunidad
Uno de los aspectos más valorados por padres e hijos es la seguridad y la atención constante: en Livensa Living hay staff 24/7, y un Manual de Conducta que asegura el respeto, la integración y la mejor convivencia. Las residencias están estratégicamente ubicadas y son edificios modernos y acogedores, pensados tanto para el estudio como para el descanso, además de la socialización.
Cada estudiante cuenta con su propio espacio con cocina o ‘kitchenette’, pero puede disfrutar también de amplias zonas comunes: cine, gimnasio, salas de juegos, terrazas, piscinas (en muchas residencias) y por supuesto biblioteca y salas de estudio para hacer trabajos en grupo. Todo en un mismo lugar, sin necesidad de desplazamientos ni complicaciones.
Frente a los pisos compartidos, que muchas veces implican conflictos de convivencia, viviendas en malas condiciones o precios desorbitados por habitaciones mínimas, Livensa Living se presenta como una alternativa estructurada, transparente y con opciones para todos los bolsillos.
Precios ajustados incluso en grandes ciudades
Una de las grandes ventajas de Livensa Living es su presencia en toda la Península Ibérica y la diversidad de tarifas. Existen opciones para vivir en estudios individuales o en estudios dobles compartidos, lo que permite adaptarse al presupuesto familiar sin renunciar a la calidad.
Por tan sólo mencionar algunos ejemplos, en septiembre de 2025, se inaugurará Livensa Living Barcelona Sants-Badal, donde un estudio doble puede costar desde 503€ al mes, una cifra muy competitiva si se tiene en cuenta el estado actual del mercado inmobiliario en ciudades como Barcelona. Pero también hay residencias en otras grandes urbes como Madrid, Lisboa u Oporto, en las que los precios parten de los 449€ en Getafe, 575€ en la capital portuguesa o 431€ en Oporto. En ciudades más pequeñas, con gran oferta universitaria y excelente calidad de vida como Granada o Valencia, Livensa también cuenta con residencias con precios que parten de los 449€ en Granada Cartuja o 499€ en Valencia Marina Real.
Un lugar para crecer
Para muchos padres, saber que su hijo vive en un entorno seguro, acompañado y diseñado para facilitar su crecimiento académico y personal es una gran fuente de tranquilidad. Y para los estudiantes, contar con una comunidad que los acoge, espacios donde estudiar y desconectar, y actividades que favorecen la integración, es el empujón que necesitan para comenzar esta nueva etapa con ilusión y confianza.
Porque irse de casa no tiene por qué ser sinónimo de incertidumbre: puede ser el primer paso hacia una vida llena de oportunidades, siempre que el entorno acompañe. Y en ese sentido, Livensa Living es mucho más que una residencia. Es el lugar ideal para empezar a construir un futuro.
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